domingo, 11 de enero de 2015

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Me sentí motivado, la falta de sueño entre las once de la noche y la una de la madrugada me deja una ventana creativa para ocuparme en algo más que ver televisión. Anteayer que extrañé verte, ya de noche, tuve ganas de plasmar en un dibujo tu recuerdo, sin más que lo de mi mente brotara.

Particularmente me cuesta copiar, digamos, de alguna de las tantas fotos que tenemos, porque mi mente se interpone, así que preferí dejarme llevar en el trazo, en el color, en el deseo final de verte hecha por las manos de quien te extraña y desea.

Dibujé tu silueta delgada, una mujer a la que el viento le ondea el vestido colorido, de tirantes, llamativo, ella se encuentra en un paisaje nocturno, iluminado por la luz de luna que viaja hasta ella, nunca en contra, a la par del viento tibio de costa. La dibujé cerca de la orilla del mar, en un terreno plano, con poca vegetación, ella parada sobre un canasto lleno de agua dulce, ella mirando al piso que se encuentra delante de sus pies cubiertos, con una mano oculta algo y la otra reposante en su cadera, aguantando. De su pecho cuelga un recuerdo, un objeto, una promesa: el dije hecho de caracol y mineral rosa que le da vida a esa espiral marina...

Recuerdo esa tarde, andábamos por el centro histórico de la ciudad cuando nos topamos con un mercado de artesanías locales, después de un rato de vagar en el, tomé la iniciativa y le pedí que se comprara un dije, justo como el que yo también elegí pero en otro color, ella los pagó porque no trabajaba en ese entonces, por lo que yo lo tomé como un regalo, una ofrenda mutua de permanencia.

Cuando salíamos, a veces lo usábamos al mismo tiempo, para demostrar unidad, apego, sentimientos que nos vinculaban más allá de la obvia necesidad de novios, de manos. No éramos pareja, eramos dos piezas dispares embonadas de un rompecabezas, pero de vez en cuando nos gustaba jugar con las trivialidades y convenciones del noviazgo típico.

Aún conservo el collar, pienso conservarlo hasta siempre, me recuerda lo nuestro, lo mejor, lo que fuímos, el por qué tanto la quiero.

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