miércoles, 21 de enero de 2015

108

Ya sabía que eras otra, tan ajena, tan desprendida de mi, antes yo solía saber quién eras tu, y ahora, desde que nos dijimos adiós fuiste y eres alguien a quien no entiendo. Parte de la magia de amar sin comprender radica en la capacidad de dejarse llevar sin mesurar la imaginación y coercionar al raciocinio. Cuando esto se invirtió con lágrimas y dolor, nos quedó mucho por aceptar y poco para fantasear.

Una parte de nosotros quedó en el pasado, la mejor parte, la que nos mantenía bajo cohesión, por eso ahora nos distanciamos con cada decisión que nos favorezca individualmente y por eso ahora, también somos una consecuencia de nuestra separación. Cada paso que damos al alejarnos en realidad nos acerca más internamente. Desconocidos si, aunque cercanos.

Viviremos la vida siempre al lado del otro y es disparatado lo sé, pero a casi un año de no pertenecernos como antes, el mundo se ve disminuido sin nuestra compañía...


No hay comentarios:

Publicar un comentario