martes, 27 de enero de 2015

119

Ann, te escribo desde el amanecer naranja, ese mismo color de nuestros ocasos, cuando por terminar de tajo el día, se acuesta iluminando tus pasos.

Luz de tu sonrisa enmudecida que alberga mil alegrías, también es llanto, dolor y agonías que no curó nada, y todo lo apiló entristecida.

 Amo todo lo que odio de ti, y miro con odio la necesidad que me provoca, sorbo tus recuerdos para no dormir e invoco este insomnio para que al desmayarme en cansancio intenso, sueñe con tu boca.

El anhelo de tocarte completa y completamente perder la razón, para que esta locura poco a poco borre, las manchas y cicstrices que en el desamor ahogó  el corazón.


No hay comentarios:

Publicar un comentario