Un pequeño desahogo, ingenuo pero necesario condensado de sueños, pensamientos, remembranzas y fantasías bastante reales sobre ese gran amor que me envuelve y llena, que ya no está al alcance de mis besos y que ignorando el poderoso deseo de permanecer en ella, la dejé partir...
martes, 30 de septiembre de 2014
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Quisiera irme de aquí, distraerme o buscar un motivo que me mantenga de pie, no sé si a tu lado, al menos cerca de ti...quisiera no sentir obligación alguna conmigo mismo, con los demás y dejarme caer, quizás volar con el viento en un cielo azul salpicado de blancas nubes y aterrizar en un campo suave y colorido, entre árboles altos y frondosos: el paraíso que todos merecemos, en el que todo sea simple, y lo simple sea suficiente, y lo suficiente sea justo, y lo justo para mi seas tú.
Tengo miedo de estar tan enfermo, tanto como para amarte de forma enfermiza, y la consecuencia de todo esto es una complicación rumiativa, sin solución, contestaciones interiores respondidas con exabrupto, altanería, prepotencia, incongruentes como consecuencia de mantener un constante dolor, una agresión potencial en pie y las armas disponibles para cualquier ocasión. Una reacción común de un animal en peligro de muerte, ante el miedo de ser devorado, ante el propio sufrimiento frente a lo que le atormenta y atemoriza. Estas luchas internas conmigo mismo me extravían en el insconciente, alejándome de toda realidad que pueda hacerme sentir más seguro, más tranquilo, inequívocamente lejos de ti, como siempre lo hice, avanzó el tiempo pero retrocedí contigo, creció el dolor y amainó el interés al amor de los dos.
Las tendencias de autodestrucción albergan una sed por derrumbar mis intentos, sí, fallido intentos de reconsiderar el camino propio de la angustia ajena, de la tristeza tuya y la distancia mutua. En la mitología existe un ser capaz de convertir lo que toca en oro, siendo así una bendición y maldición como tal, mi capacidad para derrumbar ilusiones, marchitar emociones y carcomer el corazón de otras personas viene como una maldición ante la imposibilidad de amarte en la forma más pura como tu lo hiciste, y una bendición que se superpone a la tragedia de tu dolor: tu logras el amor en tus manos, en tu mirada, en la trascendencia de tu voluntad por encima de cualquier dolor, tu esperanza es fuerte y alta. Vivirás sabiendo que eres una mujer que me tocó como ninguna antes, que me amó como ninguna jamás lo hará después, y que, pese a mi maldición, sigue viva y sigue bien.
Yo no puedo continuar adelante sin menoscabar cada esfuerzo, siento que sigo en el mismo bache, en el mismo agujero en el que siempre he estado, de donde me quisiste sacar, de donde no podré salir. Cuando me pedías que volviera, que lo intentáramos una vez más, no pude seguir lastimándote, engañando tu corazón con mi propia mentira de vida, por eso, quise alejarme de ti, aunque no quería...fué por tu bien, y porque no lo merecía...
lunes, 29 de septiembre de 2014
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Me gusta sorber poco a poco el mezcal, degustarlo igual que el vino, es complejo, ahumado, herbal, afrutado, amaderado, y la sensación que te deja al tiempo de haberlo probado es intensa pero sutil. Quisiera besarla después de invitarle un trago de ese licor, para luego consumir de sus labios la embriaguez de sus besos...
jueves, 25 de septiembre de 2014
21
La lluvia es especialmente un recuerdo poderoso. Al inicio de nosotros, en la época universitaria, solía quedarme la noche entera con ella en la casa que rentaba junto con algunas de sus compañeras de clase. Era una casa de dos plantas sumamente austera, aunque la habitación donde dormían tenía puerta y cama (que le pertenecía a ella por cierto), a nosotros, y en búsqueda de intimidad, preferíamos acostarnos sobre un colchón viejo al pie del balcón y protegido de la vista exterior por un ficcus, mismo que a la larga se convirtió en nuestro cómplice pasional. En esa época la lluvia parecía una cortina, y normalmente caía por la noche-madrugada. La habitación aún con el ventanal y la puerta improvisada abierta, era cálidamente incómoda por lo que dormíamos con una sábana ligera.
Ya de madrugada sus compañeras no se levantaban, por lo que poco a poco fuimos tomando la confianza suficiente para quitarnos de encima esa sábana y hacer el amor acomodados a mejor modo. Algunas veces la lluvia nos despertaba al escurrir por las hojas, al golpear contra la ventana, o simplemente los relámpagos nos iluminaban el rostro. Siempre nos sobraban ánimos para acariciarnos, para besarnos los labios, el cuerpo, todo, así que esas noches lluviosas generalmente se convertían en noches llenas de pasión desbordada. Recuerdo mucho hacernos el amor, yo montado en ella, con la espalda arqueada y las piernas dobladas mientras procuraba no emitir ruido alguno. Recuerdo que esa cortina de agua nos hacía sentir cómodos como para alzar nuestros cuerpos sobre ese desgastado colchón y liberar toda la energía impulsando un cuerpo contra el otro, cerrar los ojos y sentirla a ella sin importar que el ventanal y la puerta permanecían abiertos completamente y que en la habitación contigua dormían sus compañeras. Una sensación que maximizaba la placentera dulzura de dos cuerpos fundiéndose salpicados con agua de lluvia y sudor del otro. Sentíamos la brisa fresca sobre nuestros cuerpos cálidos, Sentíamos todo y todo llegaba a nosotros.
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He notado que guardo demasiados recuerdos, entre la música que escucho y los lugares que visito se ocultan, reaparecen y me toman por sorpresa, con gusto y con dolor, y siempre me tomo unos minutos para sentirlos, evocar cada detalle del tipo que genera expresiones involuntarias, fuertes y manifiestas.
Quisiera verla...
lunes, 22 de septiembre de 2014
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“Y dicen que hay siempre, un segundo amor una persona que perderás siempre, alguien con quién nacíste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan de la razón y te impedirán siempre, alcanzar un final feliz.”
“Hasta que cierto día dejarás de intentarlo…Te rendirás y buscarás a esa otra persona que acabarás encontrando, pero te aseguro que no pasarás ni una sola noche, sin necesitar otra beso suyo o tan siquiera discutir una vez más.”
“Ya sabes de quién que estoy hablando, porque mientras estabas leyendo esto, te ha venido un nombre a la cabeza. Te librarás de él o de ella, dejarás de sufrir, conseguirás encontrar la paz (será sustituido por la calma), pero te aseguro que no pasará ni un solo día en que desearás que este aquí para perturbarte.”
“Porque a veces se desprende más energía discutiendo, con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien al que aprecias.”
El Zahir. Paulo Coelho.
Todos los días pienso en ti, en mis días más felices y en mis noches más oscuras...ARL te amo.
Zahir significa visible, presente, incapaz de pasar desapercibido. Algo o
alguien con el que, una vez entramos en contacto, acaba ocupando poco
a poco nuestro pensamiento, hasta que no somos capaces de concentrarnos
en nada más. Eso se puede considerar santidad o locura.
Enciclopedia de lo Fantástico, 1953, Faubourg Saint–Peres
martes, 16 de septiembre de 2014
17
Tomé un kayak y rodeando la costa me dirigí a un cenote cercano. A medio camino bajé el remo y relajé los brazos tirando el cuerpo hacia atrás. El mar turquesa y el sonido del oleaje me llevaron a ella y la desesperación que sentí me hizo gritar su nombre una y otra vez, más fuerte en cada ocasión. Le grité para que hiciera eco en la bóveda celeste y me escuchara...te extraño. Te extraño...
viernes, 12 de septiembre de 2014
16
La madrugada de este 12 de septiembre la pasé borracho aunque dormido, como a eso de las 4 am me despertaron varias cosas: un ligero dolor de cabeza, la sensación de orinar, una sed monstruosa y por si fuera poco el recuerdo de haberla soñado. En esta ocasión cohabitamos mi novia, ella y yo, nuevamente en lo parecía ser una habitación de la casa de mis padres.
Cualquier tema fué rutinario pero lo importante es que yo me sentía impotente de no poder ser sincero, de guardar las apariencias y seguir la dinámica...que mis ojos le dijeran algo, que la quería besar, que quería estar con ella.
Otra madrugada con sueños igual o más frustrantes que la realidad. Recuerdo sus detalles, no se van...vivimos cerca de 7 años juntos, la mayoría con sus días y noches...la amo, la deseo, la extraño...
jueves, 11 de septiembre de 2014
15
Viajo a la playa, cinco días con sus noches rodeados de arena color crema que aclara el tono del mar. En donde vivo el mar no ofrece tonalidades verdáceas o turquesas, ni azuladas como el cielo mismo, un espejo del mismo, allá la arena es color caramelo cuando está húmeda y similar al azúcar morena cuando el sol la mantiene seca.
En febrero ella y yo habíamos comprado vuelos para visitar el lugar del que platico, al que me dirijo aunque ya con otro plan... ese viaje lo canceló porque creyó innecesario y lastimoso insistir en crear recuerdos y anclarlos a donde quizás ella ahora vive (tiempo atrás me confesó que quería vivir ahí). No sé si lo hizo, no quiero saberlo, la buscaría...
En ese entonces lo nuestro ya estaba perdiendo soporte, nos gritábamos a menudo, discutiendo lo indiscutible, pasando el tiempo hasta que alguno cediera, nunca sucedió.
Al comprar los vuelos y hacer planes, me ilusionaba vivir algo que juntos como pareja hicimos poco: viajar y compartir experiencias fuera de una recámara, crear cosas nuevas entre los dos. Imaginaba despertar mirando el amanecer a su lado, despertando con el único deseo de ser más, de disfrutarnos lejos de la realidad triste que nos cubría. De esperar que la felicidad cayera a nosotros y nos arrastrara al mar.
Inventar nuestro días y materializar ese sueño por las noches....cuando me canceló decidí entonces irme a sudamérica...
Por cierto llueve mucho...
martes, 9 de septiembre de 2014
14
Tengo miedo de jamás dejar su recuerdo en el pasado, superar y continuar la vida sin ella o lo que inmaterialmente representa. Hoy este dolor es reconfortante, adecuado a la pena autodictada cuando cometí contra nuestro rincón de cielo profanación en primer grado y ultrajes al amor. He notado que tratando de llevar una vida normal y que me rinda frutos y sonrisas en el futuro, eventualmente me estaciono en una felicidad breve que poco a poco ocupa un espacio en mi, pero al mismo tiempo le he dado la espalda a "tics emocionales" que aparecen a todas horas, como buscarla en otras caras, otros cuerpos, otras personas, es decir, estoy creando una realidad que la figura con cada mirada, pensamiento y aflicción sentida.
Que la moldea en el aire entre suspiros y caricias imaginarias, caricias que ya sucedieron hace mucho pero no han caducado, que no se han borrado.
Debo confesar que tengo deseos de casarme y tener hijos con alguien más, pero no puedo decir que mi amor por ella y lo que representa en mi camino es una coincidencia desafortunada que llegó tarde, cuando alguien más se había robado mis secretos. Amerita demasiadas palabras juatificar algo tan subjetivo como por qué estoy como pendejo haciendo una vida con mi novia actual y por qué sigo amando a mi ex pareja...pero no quiero buscar justificaciones para los demás y para mi ya todo es así...nada cambiará el pasado y lo que siento por ella y la manera en que penetró mo espíritu...lo dije arriba: hay que seguir caminando hasta descalzo, incluso desnudo, tal vez un día pueda volar lejos, y ahí en la lejanía la esperaré.
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La dejé y me pidió que por favor le enseñara a hacer traspasos de efectivo de una cuenta a otra que no fuera de ella, o al menos eso entendí en el momento. No es trascendente, pero recuerdo que su cara era de preocupación, desencajado, una expresión que me exponía alguna urgencia o necesidad, como angustiada, y al parecer me necesitaba. La miré despeinada (sus cabellos lacios apenas se alzan con "frizz" o estática por encima de la cabeza). A ella no le importó que estuviera con alguien...no sé qué pasó después pero es todo lo que recuerdo. Muchas veces la vi así, muchas veces era yo el culpable. Siguen saliendo mis culpas retraídas por la vergüenza de irgnorarla y sobrevalorarme. Egoísta...
lunes, 8 de septiembre de 2014
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"...la distancia le hace cosquillas a nuestra voluntad mientras nuestra imaginación le hace plática a la erótica idea que ronda sin rumbo en la cabeza de poseernos, loca y emocionante idea nutrida de lunas, estrellas y libertad. Me inspiras, me brotas el amor por lo poros..."
No sé como deletrear la sensación de quererla ver y no poder hacerlo, de saber que está lejos y albergar la idea de que también me recuerda como yo a ella...y también me gusta creer que es tal la fuerza de mi deseo que esa energía viaja y se comunica con su espíritu. Pienso que aparezco en sus sueños y que algún día, nos volveremos a encontrar. Aquí o en otro lugar. La extraño.
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...era como una especie de vestidor de algún club recreativo, la tuve cerca de mi, pero nunca lo suficiente, estaba vestida, luego en ropa interior pero carente de motivación a lo que seguiría, sólo estaba así, como sin sentido. Me detuve un momento para decirle que el tono de su piel era más obscuro en la cintura, donde la blusa no le protegió mientras se bronceaba. El color de su piel a mi considerar es el de un chocolate con leche, ni amargo ni dulce, una combinación exacta que me fascinaba contemplar a todas horas. La veía ahora como un "dark chocolate" y eso se mantuvo hasta despertar, no pasaba más nada, sólo el gusto de volverla a ver, al final (al despertar) me enoja no seguir ahí, perdido en el deseo de permanecer junto a ella.
Se me vino a la mente, cuando yo le pedía que me cocinara algún antojo express por las noches, a veces después de hacer el amor, a veces antes, y se levantaba (asumiendo un rol consentidor) hacia la cocineta del cuarto en el que vivíamos, vestida con una blusa de tirantes hecha de algodón, que terminaba por debajo de su ombligo y una tanga de las que me encantaba verle. Conmigo ella se acostumbró a usar ese tipo de ropa interior, e incluso nos acostumbramos a dormir en ropa interior o desnudos...verla a ella, de pie, recargada a una pierna mientras cocinaba algo para mi, mientras yo la admiraba sin que lo supiera. Algunas veces me acercaba por detrás y le besaba el cuello, y sí, me excitaba y se lo demostraba. Extraño verla asi...
miércoles, 3 de septiembre de 2014
9
Ayer viendo algo de porno en twitter (no sabía que hay mucho material), me acordé de nosotros dos haciendo cosas locas, de nuestra condición apasionada, secreta y memorable. Recordé cuando gustabas de acostarte sobre mi y nivelar tu boca con la mía, y tus pies entrelazando mis tobillos, completamente recta y relajada para lograr ese deslizamiento en el que tus nalgas rebotaban contra mis manos arriba y contra mis testículos abajo...¡tan placentero eso! Amasaba tu carne para hacer panecillos de miel y sudor que devorábamos sin reparo. Me gustaba abrazarte contra mi allá por tu espalda baja para limitar tu movimiento y frotarnos más severamente, con la intención de fusionar las sensaciones. Teníamos un juguete el cual descubrimos, destapó en nosotros instintos extrañamente placenteros...tu lo sabes y yo lo sé, quizás no se repita aquello en otros brazos y por eso, siempre, siempre te recordaré especialmente en nuestra intimidad.
martes, 2 de septiembre de 2014
8
Creo que caí dormido a la 1:30 am, y entre las 2 y las 3 la soñé, desnuda saliendo de mi y parándose sobre mi cuerpo, goteaba excitaba y gustaba demostrármelo. Yo permanecí acostado sorprendido y deseoso de sentirla nuevamente, como antes. Odio que en ese momento me haya despertado, con sed de ella, y pensándola con furia y resignación para retomar el placer de verla y sentirla nuevamente. No la volví a ver en la oscuridad, no volví a ver ese cuerpo moreno y delicioso...espero que hoy pueda.