jueves, 30 de octubre de 2014

38

Cuando pienso en ti, se me entume algo dentro, la sensación es de una compresión del pecho que irradia otro tanto a los brazos, algo similar al impacto adrenalínico que acompaña al miedo o el dolor emocional, no físico de momento, pero que igual hacia allá se dirige.
Cuando pienso en ti, se me olvida respirar, o me falta el aire por alguna razón no comprendida, mis ojos dejan de ver y mi cuerpo en general sufre una parálisis interrumpida por el aún más poderoso deseo de hacer algo para desahogar lo que estoy sintiendo. A veces escribir sirve, escuchar música y cantarla, a veces tocarme para buscar consuelo mediante fantasía e irrealidad experimentada.
Cuando pienso en ti, mis sentidos te buscan sin patrón alguno, mi boca te pronuncia seca y marchita, y mis memorias te persiguen en la oscuridad, golpéandose contra las paredes del laberinto de extrañarte, amarte y no tenerte.
Cuando pienso en ti, mucho de mi deja de existir, todo alrededor definitivamente se detiene, y no me importa si experimentar el mundo así sea una tragedia, pues esa angustia que ha carcomido mi interior, dejó un espacio vacío en donde debía estar tu amor noche tras noche, asi que mi inexistencia en el vacío me hace antimateria, me neutraliza ante cualquier energía visible. ¡Desaparezco!
Cuando pienso en ti, el énfasis en una luna abrillantando las nubes que la enmarcan, las notas de una melodía aparecida por casualidad casi intacta, la mordaza rota de un ave con cada amanecer, la lluvia y lo fría que puede ser, desfaza mi tiempo, los minutos y sus segundos, acomoda las manecillas apuntando a la ilusión de acercarme a ti sin que lo notes para decirte que la hora de estar juntos ha llegado.
Cuando pienso en ti, es indescifrable tu significado, y a falta de mejor explicación, elijo tenerte sin contemplar lo ruin de no saber por qué, y a causa de tu ausencia, contemplar el fracaso de mi debilitado amor que te ofrecí.
Cuando pienso en ti, me atraviesa el insomnio sin resistencia, la almohada toma tus formas, y la sábana tu calor, el silencio es útil para hundirme en la cama y acobijarme con tus recuerdos, me vences, me tomas, me dominas hasta las entrañas.
Cuando pienso en ti, el paraiso abre sus puertas, el aire perfumado de tu respiración se hace mi oxígeno, los colores se opacan y tu luces más brillante, tus manos delicadas y firmes me acarician de nuevo, tus pies se enciman con los míos apaciguando el brumoso frío; las constelaciones, estrellas, nubes, lunas y soles nos protegen, y cuando pasa eso, te abrazo, te rodeo, te amo nuevamente.
Cuando pienso en ti, tu amor alquimiza las rocas en miel, el fuego en lágrimas, las gotas de agua en letras y palabras, el viento en caricias y la oscuridad en luz sin mediar fuego ni agua ni viento.
Cuando pienso en ti, todo comienza a rimar, parecido a un encantamiento, un rezo divino, una plegaria alzada a tu bondad, a mi fe y nuestra esperanza, los versos se alargan hasta ti buscando saciedad, plenitud y complemento, las canciones se amansan y reposan sobre tus hombros, juntito a mis besos que ahí ya estaban.
Cuando pienso en ti, sé que quiero estar ahi contigo, morir en tus brazos y renacer para ti, servirte y complacerte, entregarme ciegamente hasta el fin de la luz que me brindas en nuestra comunión.
Cuando pienso en ti, me llenas al tiempo que me vacias, me faltas pero a la ves me completas, me iluminas tanto que me oscureces y me das cordura cuando sé que estoy enloqueciendo, me sorprendes para luego desilusionarme, me tomas pero sé que pronto puedes dejarme.
Cuando pienso en ti, me faltas y mi espíritu te exige, me obliga a beber de tu sudor hasta calmarse, hasta volar a donde pueda refugiarse, no sé dónde, no sé cuándo, no sé cómo, pero regresa a mi cuerpo a repetir el ciclo infinito hasta ti. La dulzura de dibujarte desnuda en el atlas de tu cuerpo me enbriaga por las noches, me mantiene alerta a tus señales, a la manifestación de tu ser,  por más pequeña que resulte, por más grandeza que su inspiración demarca.

martes, 28 de octubre de 2014

37

Iba montado en el metro, no recuerdo que día del fin de semana era, pues consideré tomar unos días de vacaciones en el DF, visitar algunos amigos  y las inevitables fiestas, desvelos y obviamente amnecia que eso trae). Tenía la espalda recargada sobre la puerta cerrada y con mi cuerpo inclinado, anclaba mis pies al piso para no caerme entre los movimientos del vagón, me sentía cómodo y despreocupado (algo raro cuando viajo por ese medio), cuando de repente se me vino a la mente una canción más de las que conforman la lista dedicada a ella.

"...fué muy poco el tiempo, los dos nos quedamos con ganas de amor, nunca supimos bien que fué lo que nos separó, a quién culpar, ha sido tu y yo o algo que está de más...no importa que el sol se muera yo siempre estaré pensando en ti, si la luna llora por amor, yo lloraré con ella por ti...ya no me queda mas que recordar, fotografías que no puedo escuchar. solo en tus cartas veo alguna ilusión que por mal deseo nunca se cumplió..."

Tan de acuerdo con esa canción que cuando me dí cuenta de lo que significaba, la comencé a cantar de nuevo, esta vez con más entonación y volumen, el ruido de fondo del túnel y las llantas o la gente, no sé, me permitieron darle énfasis a lo que mediaba entre mi emoción y mi tristeza de hallar otra canción para ella, de cantarle y que no me escuche, como los demás.




viernes, 24 de octubre de 2014

36

No me marcó...pero de su antiguo número Celular llegó un mensaje en whatsapp, al ver que no lo tenía registrado supe que era de ella, porque medio lo recuerdo intencionalmente para no marcarle cada vez que me emborracho o la extraño mucho. Quedé inmobilizado  aun cuando la imagen del profile era de una caricatura, pues después deduje que alguien más, quizás uno de sus hermanos se había quedado con el teléfono tras su partida y que aquello no tendría sentido ni oportunidad... quería escucharla, sólo eso. Ayer vi algunas fotos del viaje que hicimos a Cancún en 2011. Me acordé de ella, de su silueta delgada y alargada, de esos días cuando nos sentíamos enamorados, de su morena piel y de su acento peculiar, de lo divertido que fué ese viaje, de lo tanto que la quiero.
Tal vez así continuarán las cosas, ayer justamente escuchaba en el carro una canción de la que no recuerdo el nombre: "...si tu no estás aquí me falta el aire, el sueño..." la canta Sin Bandera pero es de Soraya creo. En fin, me solté a cantarla lo más fuerte que pude, nadie me escuchaba y la verdad no pensé en eso, de repente comencé a llorar, me contuve y un par de lágrimas rodaron sin permiso por debajo de los lentes. Sé que me duele y que no lo sepa me mortifica, aunque no sirva de mucho ahora, dejaré pasar esta lluvia en la espera de la siguiente tormenta. Te amo. 

Te pensé mucho, aun pasándola bien, y hablando de pensar quiero decirte que es complicado concentrarme en tus partes cuando tu todo me llena y derrama, del mismo modo que sumergir hielo en un vaso lleno de mezcal: ni quiero hacerlo, ni sirve de nada tratar de enfriarme si eso implica diluir el trago, regarlo sobre mi y oler a ti hasta que te evapores, hasta que tu trago sea insípido.

Quise concentrarme en aspectos tuyos y los míos se me devolvieron como piedras lanzadas al aire cayendo una más cerca de la otra, apabullantes, duras, necias. Preferí hacerte a un lado antes de continuar mojándome en la lluvia de culpas. Te pienso, y eso es igual a sentirte...

martes, 21 de octubre de 2014

35

Dos tequilas y un mezcal curado del mismo modo que al aceite de oliva le meten ajos...mezcal oaxaqueño aromatizado con una pizca generosa de mariguana que mi sistema nervioso merece tal como mi alcohólica dependencia necesita algo que amerite en sí el esfuerzo.

Sigo pensando en ella, seguiré esperando su llamada... mañana describiré las partes que recuerdo de ella...una ampliación del post anterior...me da curiosidad qué tanto puedo evocar....mañana será porque hoy tomé Lexotan y mi cuerpo me abandona. Planeo salir temprano del trabajo e ir a caminar por el boulevard para abrirme al cielo, su brisa toscamente elaborada en contubernio con el mar para recordar golpe tras golpe de la arena contra mi piel, piel de ella, piel que ella conoce y domina perfectamente, que la extraño, amo y requiero, que acoplo sin criterio ni regla la realidad a su fantasía...y cualquier evento, furtivo o planeado inevitablemente me llevará a sus brazos de consuelo.

34

Quiero que sepas que ella gusta de la simplesa al vestir, que adora el baseball más de lo que te lo demostrará, que puede comer altas cantidades de grasa sin aumentar de peso, que sabe hacer tortillas a mano y que elije hacerlas que comprar cerveza y beberla mientras come barbacoas. Que no le gusta desvelarse tanto y que cinco orgasmos le cierran los ojos y la dispondrían a dormir si no sintiera la necesidad de lavarse el cuerpo. Que le encanta bailar danzón, salsa y es sexy para hacerlo pero le da pena demostrarlo. Quiero que sepas que ama las caricias en la espalda más que en los pies, porque en lo primero se le enchina la piel completa y en lo segundo, las cosquillas le hacen dar golpes con la rodilla a lo que tenga cerca. Que le gusta observar más que decir y que no le gusta decir todo lo que piensa, menos exigir, quizás más atender...

Quiero que sepas que es lista, testaruda y aventada, pero nunca cuando vaya en contra de tu felicicidad inmediata. Que suele negar más de lo que acepta y que acepta la felicidad ajena por encima de la propia...

33

Mañana es mi aniversario de vida, el año pasado ella me regaló una botella de vino que guardé hasta hace poco, un vino riojeño de guarda que envolvió ingeniosamente en un par de calcetines que aún conservo. Desde que no hablé con ella en su cumpleaños, he pensado si ella hará lo mismo, buscar la paz en la incomunicación, creyendo que así estamos mejor, no felices ni conformes, sólo mejor.

Deseo escucharla y tengo miedo, sé que no podré contener la emoción de su voz en mi oído y querer saber nada de ella al mismo tiempo, saber algo a lo que mi mente se pueda aferrar hasta encontrarla, seguir el camino hasta ella.

Tengo dudas acerca de recibir alguna señal, pero con plena seguridad decreto que mañana es lo que más desearé tener...escucharla, llorarle y decirle que la amo todos los días, que he decidido traerla conmigo con cada recuerdo, con cada paso que doy y que me he aferrado (hasta el grado de sentir que terminaré demente) a la fantasía que nos mantuvo unidos tantos años...intacta sensación de que nada cambia ni cambiará, el estático mundo creado a nuestros pies y la luna apasionante creadora de mareas tibias que orbita sobre nosotros.

Que su placer me provoca lo mismo a pesar del tiempo, que sus recuerdos los vivo en carne roja, que me rehúso a alejarme de ella, de lo que representa en mi.



32

No soné con ella, pero soñé pensando en ella todo el tiempo. Al parecer estaba en un minidepartamento en el que ella vivía del cual yo tenía las llaves, un juego de llaves que guardaba celosamente. Las había pintado de morado para distinguirlas de otras -mientras nos vimos, nunca me dió las llaves de los lugares a los que se mudó- En esos días, ella había confesado una buena parte de nuestra historia lamentable a sus amigas, incluyendo una con la que compartía un departamento, y aunque cada una dormía en una habitación, por la pequeñes del mismo, era inevitable hacer ruido y exponernos a que me vieran entrando...como si nada hubiera pasado, es decir, naturalmente todos guardamos errores de nuestra propia vida que solemos repetir sin mucho cuidado de las consecuencias, pero ante la mirada ajena, es una tontería, así que preferíamos conservar el secreto de vernos por las noches o los fines de semana. Recuerdo que ella dejaba abierta la ventana de su habitación por la que entraba de un solo salto, aunque me costaba y terminara cayendo estrepitosamente sobre la cama. La televisión amainaba el desmán mientras yo sentía sobre la cara el edredón rojo y suave de círculos de colores que fué nuestro cobijo mucho tiempo. Éra tonto, romántico, apasionado. Me gustaba "asaltarla" por las noches, al término de mis estudios, entre las 23 y 24 hrs. para hacer el amor, sólo como ella y yo sabíamos, de la forma más callada posible, de la manera más intensamente merecida-.

Entré a la recámara con un pequeño comedor redondo, cama matrimonial al lado y un par de burós empolvados que combinaban con todo. Había una televisión que nos entretuvo el rato que permanecimos ahí. Éramos mi novia, yo y alguien que no recuerdo...

La sensación que tenía era de miedo a que ella llegara, que nos descubriera ahí mismo. Cuando pude elaborar un argumento para sacarnos del lugar, comencé a limpiar todo para que no pareciera que entré. Era un 15 de septiembre porque se suponía que había puente, llovía y eso, con certeza signicaba que no llegaría a tiempo. Nos fuimos y no recuerdo más.

Es raro manifestar esas expresiones de culpa en sueños, al menos así lo veo, son culpas del daño que le hice, de las mentiras que sostuve por un tiempo y que al paso de los días se cayeron encima de la inútil manera que tengo de mantener una relación estable. Es lamentable el contraste entre lo hermoso que es llevarla dentro de mi, la felicidad que me dió y la incapacidad de usar todo eso contra nuestros defectos más terribles. Hablar de lo que siento por ella me desahoga pero también me hace recordar que guardo un lastre de sentimientos oscuros, turbios, nublados, horrendos, fuera de contexto, inverosímiles.

sábado, 18 de octubre de 2014

31

Soñé que apresuraba mi paso al llegar a la entrada de un evento diplomático, a medio camino entre el vehículo y la entrada, la vi a ella, caminado hacia la mia dirección. La.vibde espaldas con su cabello oscuro y delgada figura, "no me verá..." -pensé sin dejar de admirarla.

Mis pasos superaron a los suyos y alcancé al guardianque custodiaba la emtrada al recinto. Recuerdo que me detuve a creer que me pudo a ver visto y aún así no mediar palabra alguna...

Últimamente en mis sueños ya no me habla, ni yo a ella... no me gusta.

martes, 14 de octubre de 2014

30

Algunas veces prendimos unas velas aromáticas para sentir el ambiente romántico mientras hacíamos el amor... algo necesario y divertido, una anécdota más, vernos en penumbras y sombras, siluetas a entrever que no necesitan más luz, si igual cierran los ojos ya cansados o apasionados enmudecen la luz y alumbran los ruidos que nuestros cuerpos causaban al chocar, rozar, vibrar, interactuar...

lunes, 6 de octubre de 2014

29

La última vez que ella me escribió era el lunes de la semana en que cumplió años, recuerdo haber leído una y otra vez el mensaje tratando de controlar mi deseo de verla como antes, pero al mismo tiempo, intentando que no fuera así porque en el mensaje ella me aclaraba que no quería que las cosas cambiaran, es decir, implorando la amistad como único vínculo entre los dos. Antes ya había sentido la necesidad de besarla aún cuando ella no quería, y me era dificil concilarme a mi mismo con la tranquilidad de verla sin olerla, de escucharla sin tocarla... sabía que no podría hablarle más fingiendo que todo andaba bien, no era así. Preferí no hablarle o intentar verle ese viernes trece de junio, y al paso de los días, como una señal rebuscada, comencé a ver recordatorios de que en su festejo no estuve, como ya había sucedido pero de alguna manera nos encontrábamos para hacer algo, unas flores, un vino, pasión entregada sin moños ni envolturas...tales señales eran ver esa fecha en papeles, la televisión, en almanaques, en todos lados, creo que tomé fotos pensando que si de alguna forma la veía, le enseñaría que estuve pensando en ella todo el tiempo, en su cumpleaños.

Ella me escribió que tenía tiempo queriendo saber de mi...como yo de ella, incluso por las madrugadas cuando traigo el alcohol encima, le he marcado pero cuelgo inmediatamente, no por arrepentimiento, sino por la odiosa idea de hacerlo de una manera cobarde, por la tristeza de levantarme al otro día y quizás no recordar lo que me dijo, por la inmensa necesidad de beber de su boca la miel que me alimentaba y hallarla sin la dulzura de sus besos. Sería demasiado amargo incluso tragar el arrepentimiento de no tenerla...


28

Desde que comencé a adelgazar, he sacado ropa de años atrás que me queda mejor, entre las prendas, me encontré un pantalón verde olivo de algodón, es fresco y ya, nada especial. Hace un par de semanas lo ocupé y lo amontoné junto con más ropa, entre limpia y sucia sobre la otra cama de la habitación, donde no duermo, más bien, funciona como un tendedero con patas. Ayer al fin, decidí limpiarla y al doblar el pantalón del que les habló, sentí un bulto en el bolsito izquierdo trasero, parecían papeles, así que al revisar encontré efectivamente unas cartas antiguas...para estar ahí, escondidas sospecho que mi intención en aquél entonces no fué noble, al contrario. Uno de los documentos estaba roto y remendado con cinta adhesiva. Esa carta durante una discusión la había partido en pedazos dentro de un arranque de furia contra ella. No sé qué pasó en ese entonces, pero al final, cuando ella no veía, saqué pedazo a pedazo de la basura cada papel trozado y lo uní.

Hallé también un borrador, un escrito que no recuerdo si lo leímos juntos, solía leerle mis palabras mientras estábamos sobre la cama, desnudos a veces, y después apartábamos el papel para charlar de lo nuestro y hacer el amor, o permanecer así. Cómo extraño eso...

"...te amo porque tus ojos me lo dicen, y siempre amaré, seguro estoy, porque mi ser, todo él, con luz o en su ausencia, te mira, te abraza y te cuidará para toda la vida..."

"...me siento incapáz de conjugar esto en enunciados pronunciables, sinceros y atrevidos, incapáz para definirlo en las palabras que aquí hallarás, con todo y sus emociones, miles de sensaciones apiladas sin orden. Confío solo y enteramente que al hacer nuestro, un pedazo de tierra, de mar, de luna, de sal, de piel y de tiempo, surja en este misterioso y rojizo entendimiento, la paz que ansiamos, paz nuestra, paz libre, paz sin sufrimiento..."

"...eres lo intangible que altera mis mareas, apareces en una recurrente fantasía de blues, chocolate, carne y calor, en la que mi amor a ti, amor nuestro, es seducido al roce del placer estruendoso de haberte tenido cerca. Despertarse de un mágico sueño donde uno se percibe todo y nada, máximo e ínfimo, donde cae el peso de lo irónico y contradictorio del mundo que aparenta intrascendencia, sólo para entender que la consciencia se ha fisurado y que, como piezas de rompecabezas, quedarán a la espera de algún día volver a ser una misma foto, algo que estará pendiente, hasta que en ese mundo onírico, nos encontremos, nos reconstruyamos, nos amemos..."

Fuimos imperfectos, fuimos humanos que no aceptamos ni comprendimos, y aunque tu alma y la mía sigan unidas, el dolor físico que me causa no verte me marchita, me carcome, me incendia, me quita la vida gota a gota... ¿qué tan imperfectos fuimos? ¿qué tan distantes podemos estar? si la luna y el mar siguen juntos aunque lejanos, y la marea es como nuestro amor a la distancia que los separa pero que los hace uno.




viernes, 3 de octubre de 2014

27

¿De qué sirve vivir como te dicta la sociedad, de qué sirve desear un anhelo espurio, caduco e infertil?. No me gusta mi vida tal cual se manifiesta, no me gusta la vida sin ti. Te necesito a mi lado, te necesito unida a mi, quiero estar contigo, quiero vivir en ti...

A veces pienso que me ignoras, o que eres alguien de pocas palabras, a veces pienso que lo que siento amerita algo más...tu no dices, tu no expresas, ¿te da miedo, te vale, o no quieres contrariarme? Igual no necesitas hacerlo pero igual mereces explicarte,  prefiero que me niegues a negar que tu silencio me prefiere. Hablo de cuando me piensas y no puedo pensar lo contrario. Hemos estado juntos desnudos frente a relámpagos, luz y estruendo y eso me basta... eso me cura, eso me arrastra.

Llueve igual que entonces, pero la lluvia ya no moja nuestros cuerpos, igual te extraña, igual nos ama...

Está lloviendo, y las gotas y relámpagos y estruendos me delatan, me confiscan, me entristecen...Anilú no sabes cómo te deseo, no sabes cuántas veces te he invocado...ven a mi...te necesito. La lluvia, el sol, la noche, el trueno, el mar, mi pasión...día a día te requiere, te pide, te implora...

26

Tiempo atrás habíamos planeado tatuar algo que representara nuestro camino, nuestras vidas vinculadas por la perpetuidad, por encima de la tragedia y el dolor. Nunca nos interesó el tema lo suficiente como para sentarnos a meditar el diseño. Antes he escrito sobre lo que ella es en mi y lo que simboliza: mi zahír, mi pensamiento entero tomado por su silencio, arrancado de la oscuridad e iluminado con su mirada...recuerdo un día hacernos el amor con la mirada entrelazada, algo tan poderoso que puedo recordar los instantes en que la pasión los cerraba pero le pedía que permaneciéramos así hasta el final, una conexión invisible, eléctrica, mágica, hermosa...

Pronto dibujaré gracias a su inspiración la palabra en mi cuerpo, quizás en un lugar especial para ella, quizás cerca de mi corazón, puede ser donde nadie lo vea, pero eso no importa ya que lo nuestro siempre fué hermético y ajeno para los demás, así que, donde ella me lo manifieste, en un sueño, en una alucinación. Estaré al pendiente de su decisión...

25

Llevarte conmigo a todos lados me ayuda. Por ejemplo, al hacer ejercicio pienso en que me encontrarás cambiado, mi esfuerzo lo culmino pensando en ti y me arreglo con la ropa que jamás me viste puesta...
Cuando estoy harto de todo, me pierdo en tus recuerdos, veo algunas fotos nuestras y me reaniman, me llevan a nuestro mundo y ahi permanezco hasta sentir calma. Estar  tanto tiempo en ese lugar también me afecta pero en un sentido narcótico, me insensibiliza por fuera, para los demás y en lo nuestro es como un hechizo: todo es como debe ser y su valor estriba en existir en si, sin más...
Me faltas tanto ARL, te dedico mis desvelos y mis suspiros, muchas canciones y las flores que nos acariciaron el cuerpo alguna vez. Anoche pronuncié tu nombre sobre la cama, agazapado en la almohada, esperando verte llegar a mis brazos en el sueño...no fué así, y lo lamenté al despertar. Hoy haré lo mismo y mañana también, necesito verte...

miércoles, 1 de octubre de 2014

24

When I was your man...el piano de la canción sonaba mientras ella y yo cruzábamos la sala desde la cocina y hasta la habitación. Cenábamos algo ligero y llevábamos un vaso con agua para no levantarnos más tarde por el. La casa donde ella se mudó en esa época es antigua y eso se manifestaba en el olor del patio, de las paredes, de la madera...el piso de un mosaico amarillo marmoleado era tibio debido al calor del día. Las luces exteriores de la casa apenas se colaban por encima de las cortinas para dejarnos entrever el camino de vuelta a la cama. Ella en ropa interior, yo desnudo, desfilábamos en busca del amor que nos quedaba entre las manos como agua a punto de escurrir de ellas y verterse en nuestros cuerpos. Ella solía apagar la luz de la habitación para evitar sombras vacilantes y como lo he dicho antes, su timidez retrocedía en la oscuridad. La canción habla del dolor al aceptar que me equivoqué, que es demasiado tarde para tratar de pedir disculpas por ellos, y sólo quiero que sepa que espero que le compren flores, que la tomen de la mano, que te den todas sus horas...cuando tengan la oportunidad te lleven a cada fiesta porque recuerdo lo mucho que amas a bailar, en fin, todas las cosas que debí hacer cuando yo era tu hombre, todas las cosas que debí hacer cuando yo era tu hombre...

Cada noche que le robábamos al destino, hicimos el amor, yo atesoraba y guardaba las sensaciones como si fueran las últimas, consciente de que podian serlo. Memorizaba cada roce y cada aroma que nacía, me aprendí sus movimientos y los anclé a nuestro placer, y ese placer quedo estacado en la parte más profunda de mi ser, pues al recordarla, aunque sea un poco, como hoy al escuchar esta canción, todo mi cuerpo se altera, un calor me abruma desde adentro, mi mente se inunda de ella, y espero a que poco a poco lleguen esos recuerdos, imagenes, placeres en espera de ser liberados.

Tenerla cerca, a mi lado, intercambiando caricias tras apagar la luz, besar sus hombros y lamer su piel, deslizar su ropa por su piernas y extender las manos para acariciar sus muslos en el movimiento, que ella hiciera lo mismo con las suyas y la sorpresa que se llevaba al sentirme excitado, mojado aún sin habernos tocado previmente, sólo con la pura idea de que así sería...

En esos días, tras hacer el amor, nos dirigíamos al baño frente a la habitación para limpiar el sudor y lo demás, mientras ella tomaba una ducha, yo me sentaba a verla bajo la regadera que no tenía cortinas, solía extender mis brazos para alcanzarla, también me gustaba bañarla como un acto solemne, como una atención antes perdida y recuperada. Me arrodillaba para alcanzar cada centímetro de piel sin perder detalle ni teniendo prisa alguna, me gustaba lavar su cuerpo parte por parte, desde los pies hasta el cabello, darle un masaje y al final enjuagarla mientras nos dábamos un beso bajo nuestra lluvia cálida. La sequé, la abracé, la admiré, y quise mantener eso para mi, sin decírselo...quiero llorar ahora mismo por ella, y lo haré, su presencia es muy fuerte en mi, tan vívida.

Mi droga, mi espacio ahora vacío e inerte, tu falta me duele, tu amor me hace falta...