miércoles, 28 de enero de 2015

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27 de Enero:
Yo: ¿Me puedes  repetir lo que ya se?

Ella: Lo que ya sabes...juntos nos hacemos daño sin embargo no podemos estar uno sin el otro.
Yo: Dime que me amas...

Ella: No lo diré...

Yo: Es lo menos que merezco después de ciento decinueve cartas. ¿No? ok no merezco nada. Mientras finge que estás mejor así y yo finjo que si lo sientes.

Ella: Esperé más de seis años escuchar lo que ahora dices...el mismo tiempo para decidirme, así pues, tampoco me aventé a tomar la iniciativa, así que ninguno merece nada.

Yo: Me gusta tu sinceridad, si de esto nace la.amistad que así sea...sincera y no cambia nada ni disimula todo lo que ya está.

Ella: La diferencia es que no tengo miedo ya a decir lo que siento y pienso. Antes por miedo a no estar contigo deje de hacer y de decir cosas. Hoy ha cambiado esa parte.

Yo: ¿Hoy que esperas de mi? ¿más cartas?

Ella: ¿Que espero? Nada...no tengo ni quiero esperar nada de ti.
Yo: ¿La amistad no es algo?

Ella: Lo que sea que exista aún estará bien y será suficiente. En la medida que olvidemos un poco podríamos recuperar algo, podría ser amistad...

Yo: ¿Podria?

Ella: Aunque sinceramente no sé si podamos ser amigos.

Yo: ¿Qué tal si frenamos esta simulación de una vez? Hablarte no me pone bien...

Ella: Sería dificil... hay muchos sentimientos y recuerdos de por medio, hablarme o no, ninguna esta bien.

Yo: Estoy de acuerdo, nada cambia el pasado y poco me tranquiliza en el presente, no me gusta seguir pautas morales, me vale si pienso más en ti que en prioridades de la vida, me vale si secuestro mi sueño para pensarte...¿Tu cómo crees que superarás esto? ¡Descríbeme como lo harias....!

Ella: Pienso en lo que no quiero en mi vida y aunque te quisiera en mi vida, sé que no es posible por todos los fantasmas que arrastramos

Yo: Ann, ¿Cómo planeas superar esto? Quizas tengas la respuesta a mi pregunta...

Ella: Sólo trato de vivir lo que me está pasando en este momento, aunque claro, volviste de nuevo a mi presente

Yo: ¿Volví a ti?

Ella: El destino nos puso ese día en el mismo lugar. No busqué encontrarme contigo y tu novia. Eso te hizo volver físicamente, pero por dentro...

Yo: ¿Qué? ¿por dentro qué?

Ella: ¡Ya estabas ahi! siempre estás...
Yo: ¡Y tu igual!

Ella: Soy yo la que te mantiene oculto.

Yo: Te he escrito ciento diecinueve cartas para que lo supieras al tiempo. Ahora que las lees no sé qué función tienen. Me atemoriza pensar en tu indiferencia o tu criterio más normalizado que el mío. Acepto que estoy mal y ¡mal quiero vivir! ¿Y tu? De nuevo eres la que debe decidir si quieres leer otras ciento decinueve cartas, ¿no lo ves?

Ella: Quiero leerlas, pero lo que no quiero es que esperes algo de mi parte o que esperes que correré a dicirte que aún te amo. Quiero que lo hagas porque te hace bien o te tranquiliza, y también me ayuda leerte

Yo: ¡No! ¡no te ayuda!

Ella: Quizás no, pero es entenderte como nunca lo hice durante el tiempo que estuvimos juntos. Porque no se dijo nada de lo que ahora con cartas expresas.

Yo: Es vanidad lo que sientes, una disculpa, una pena que no se extingue...Decirte que no espero nada de ti es mentir y esperarlo es jugar a las palabras contigo mientras veo cómo todo se acomoda día tras día para extrañarte. Estamos bien de lejos pero no significa que nos guste, igual todo lo demás...tienes a alguien y yo igual, ¿y que? aunque juntos hagan nuevos recuerdos...¿qué más dá?

Ella: Es diferente lo que ahora vivo, todo lo que en algún momento quise que fuéramos tu y yo, lo tengo ahora pero no porque aún estés presente quiere decir que no quiero darme la oportunidad de ser feliz, no puedo quedarme viviendo de recuerdos y anhelos, y suspirar vanamente por algo que no pasará, quiero darme la oportunidad de amar nuevamente y de forma distinta a lo que contigo viví. Tú estarás presente siempre, por todo lo que eres, pero no puedo ni quiero quedarme ahi. Y quiero disfrutar sin culpas lo nuevo que viene...

Yo: Tengo algo que decirte: Estoy a poco de ser inestable emocionalmente al grado de sentirme loco y perder el plano real de mis sentimientos y cómo los distribuyo al vivir. Antes de perder la cordura quiero que también sepas que lo que siento por ti me daña por no saber canalizarlo a una sensacion que no me mate x dentro y me haga fantasearte tal como si nada hubiera pasado. Ya no sé si sentir así está tan mal que estoy enfermo de mis pensamietos y me convierto en alguien diferente, o si los pensamientos delirantes son válidos. Creí que podría con la emoción de escribir y hablarte, pero ha sido contraproducente...Vivo en un plano irreal tu amor, así lo decidi...Quizás algún día me atreva a gritarlo a la gente, pero por el momento igual que tu...decidí experimentar otro amor, amor que no me llena pero da igual...la vida sigue y hay cosas que deben cambiar, tal vez ese vacío que queda debo llenarlo con otro tipo de amor. Tener un hijo, fué lo primero en la lista...Seré feliz a medias pero porque tu ocupas mi otra mitad. Tu recuerdo me ha mantenido en caída, no debo empujarte, leerme te afecta, lo sé, aunqie no quieras así es, a un año de la separacion definitiva no hallé cura y saber de ti aunque poco, tampoco se siente bien. Recaí en doctor y otras tantas cosas...¡No puedo Ann! ¡No puedo!

Yo: ¿Escríbeme cómo puedes tu? enséñame las pautas y después no me vuelvas a escribir más

Ella: No lo sé, no tengo escrito los pasos a seguir para olvidarte así que, decide si quieres que siga escribiéndote o si ya no lo haré. Sabes que respetaré la decisión.

Yo: Te pongo en perspectiva...lo que siento lo veo diferente a como lo ves tú y lo que sientes lo expresas diferente a como lo veo yo: estamos cruzados.

Ella: No quiero verlo como tú, sé cómo lo haces y eso me hará daño, más...

Yo: ¿Entonces si lo comprendes? -Caminé y antes de seguir me acosté sobre la barda- la luna está justo encima mío. Tengo frío pero desde hace una hora no he parado de escribir, ¡me absorbes! -Insisto con la misma pregunta- ¿Si lo comprendes,  comprendes lo que siento?

Ella: Te entiendo, sé cómo te sientes...

Yo: ¿Y lo enfermo que estoy? no me has dicho que piensas, no me has analizado, ese tipo de palabras son las que me harían bien...¿puedes escribirme algo en una carta?

Ella:  No pareces enfermo, eres un enamorado tomando un camino contrario a lo que pareciera su felicidad.

Yo: -sus palabras me reconfortan, cambio el tema abruptamente aprovechando el buen humor que causó en mi- ¿Te gustaron los discos, las canciones y lo que pienso con ellas?

Ella: Me gustaron mucho, Las escucho a diario.

Yo: ¿Por qué no lo dices...?

Ella: Me choca no haberlo hecho antes y que tu tampoco lo hicieras.

Yo: Escríbeme por favor...Después de eso, decido si el romance platónico seguirá o nos marchitamos al amanecer. ¿Por qué no podemos ser amantes de lejos como lo dicta lo amoral? ¡Normales jugando ser anormales o extraños amantes soñando que son normales! Escríbeme ¡por favor!
Ya me voy a correr, si pasas por el boulevard tráeme agua...

Ella: Si pasas por mi trabajo podría comprarte una...

Yo: No traigo dinero para pagarte...¿está bien?

Ella; -Riendo- como el primer día cuando nos conocimos...

Yo: Maldigo ese día -tratando de ser chistoso-

Ella: Yo igual...

Yo: "Jajaja"

Ella: "Jajaja"


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