Un pequeño desahogo, ingenuo pero necesario condensado de sueños, pensamientos, remembranzas y fantasías bastante reales sobre ese gran amor que me envuelve y llena, que ya no está al alcance de mis besos y que ignorando el poderoso deseo de permanecer en ella, la dejé partir...
martes, 30 de diciembre de 2014
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lunes, 29 de diciembre de 2014
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Hice algo de ejercicio, menos del habitual, me aburrió la rutina supongo pero aún así me viene peor llegar a una casa que no es la mía a intentar conciliar el sueño. Hoy me sedaré con zolpidem -unas pastillas que mi madre me proporcionó de uso restringido porque seguramente tiene miedo de mis síntomas pre-esquizofrénicos- ya que no deseo sufrir la transición del insomnio pesado al desmayo ligero.
Estoy tumbado en una banca semi oscura, el clima es fresco y mis articulaciones me incomodan un poco, creo que los tenis nuevos tienen algo de culpa, mañana descansaré de ejercitar e iré mientras a pintar la nueva parte de la casa que sigue en gris.
Tengo ganas de quedarme aqui o irme lejos, he pensado fuertemente en mudarme de trabajo y cambiar el rumbo de mi vida. Algo que me distraiga y me ponga en enfoque de nuevo.
Pese a tener un historial de impulsividad incrementada con el alocohol, en este tipo de decisiones me he censurado mucho, es un miedo profundo a perder la "tranquilidad" en mi vida. Debo arriesgarme, no estoy cómodo y si desubicado, esto de la paternidad me pone mal, e imaginarme viviendo con alguien como mi pareja no me parece sensato, no la quiero lo suficiente, no quiero sacrificar...
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Ninguna herida es un destino, es un camino, un error del que no siempre se aprende, duele y no sana si la cubres, si quieres olvidarla y pretendes que está ahí.
Una herida es, algo que sana desde adentro, ninguna sal o miel alivia más de cierto tiempo...
Te extraño más de lo normal pero no puedo hacer más dolorosa esta curación, aunque sigo esperando tus manos en mi recuperación. Cuando venga el día que afronte mi desesperación, deseo que me aceptes tal y como yo te acepto en mi.
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Puedo ser lo que soy, lo que conoces y si gustas, saber lo que desconoces de mi, puedo ser tus besos y algunos rasguños, pero tu amigo no, perdóname que estoy confundido y acorralado, que muerdo, que grito, que ladro, te quiero en una forma que no quieres, te tengo en un espacio tan alto que cuando el sol está a tu lado, la sombra que proyectas me oculta, y la luna que enciendes por las noches, altera mis mareas, me haces naufragar sin rumbo, todo inundado.
Quieres algo que no tengo, que no puedo, que no existe, y suponerlo sería pretender que está ahí, que es posible o que soy su dueño, ya no sé pretender, ni fingir, ni obstaculizar. Prefiero sentir tu viento suave y dejarme soplar, a donde vaya, en donde te encuentre, ahí debo encallar. Hazle como quieras, lo que siento, el amor o como le quieras llamar, no lo pienso ocultar, decisiones malas he tomado ya, así que al menos, negarte no será la opción esta vez, tu serás de mi vida el calor.
¿Te puedo forzar a darme una respuesta? ahora ¿a qué puedes temerle? Necesito que me hables sin miramientos, que me termines de ahogar o me des fuerzas para cambiar el rumbo...te necesito y no puedo decirlo sin antes demostrarte que debo hacer cambios en mi vida, ojalá te encuentre en ese lugar al que deseo llegar ahora.
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Hoy desperté, y me senté al filo de la cama, poniendo los pies sobre el piso poco tibio, en la madrugada entró el norte a la ciudad y por la ventana, la cortina se veía empujada por la corriente hacia afuera, ondulante como bandera. Estaba nublado y tras evaluar mi descanso, pensé en ti, ninguna idea en especial, se me ha hecho costumbre decirte ¡buenos días! junto con cualquier pensamiento que me llega contigo o de ti.
Ya en el trabajo, continuaste conmigo y tras beber el café, que por cierto aún por la gripa no logro hallarle un buen sabor, quise abrazarte, darte un fuerte apretón y un cálido beso...lo explico así aunque no en el orden mismo, quizás te daría primero el beso, pero pocas cosas sobre ti tienen orden o coherencia, es en esas fantasías lo que menos impera, no así el caos en el azaroso pensamiento que figura más a un crucigrama sin pistas que a un libro, que simula más ser una corriente de aire que piedras apiladas contra la puerta.
Recordé la manera en que de vez en cuando soltabas un suspiro, un solloso que sonaba como si te faltara el aire, parecía que inhalabas más que lo contrario, era un reflejo que sonaba a cuando se sale del agua con apuros después de bucear y tomar todo el aire posible de una sola tajada.
He pensado mucho en nosotros y en como las decisiones se fueron haciendo un pasado mesurado, latente, recubierto por capas de arena que el viento expone, que en aire hacen remolino y enturbian la visión, lastiman los ojos que ya secos de llorar se rallan y ciegan. Ante tal sensación, han llegado a mi, como cuando nos despedimos en febrero, maneras, planes, ideas, decisiones que reviertan los errores para mejorar el futuro mutuo. Tu amistad me duele, tu amor me hace falta y mi presente es incómodo, hay mucho que no quiero en él, tu lejanía es lo principal.
Comienzo a ver que mi situación es en gran medida el resultado de cambiar mi rumbo para olvidarme de ti, que en cada decisión tomada, estabas tú recordándome el dolor de no tenerte y avancé, si es que no he retrocedido, hacia un lugar distinto al que imaginé, al que quise llegar, aquí no tengo paz, no me siento cómodo y vivir así me tiene al borde de una locura emocional. Es una pila altísima de pensamientos que se desmoran ante mi y aunque estoy sosteniendola con manos firmes y mi corazón desnudo, siento que poco a poco se vendrá sobre mi. Suspiro como tu ahora, ahogado, sepultado, desesperado por cambiar mi vida y su rumbo, por mi, por ti, por todo, quiero paz...
sábado, 27 de diciembre de 2014
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En medio de un suspiro busco dónde sentarme, lo hago y exclamo ¡ay! cómo te extraño... una pronunciación que exhala y vuelve como aire frío a mi. Hoy te dí los buenos días cuando el sol me iluminaba mientras permanecía apoyado en el espejo que se inclina en la ventana. Planeaba hacer algo, irme de ahí, olvidarme de la tristeza, borrar la ansiedad y la pesadumbre que dormir poco me dejó esa madrugada, pero a las horas se acerca la noche y busco un equilibrio, algo que calme esto y no he podido, quise llamarte y lo contuve, quise escribirte y me inhibí, más si puede funcionar, que sirva o que repare lo dudo, ha sido algo contraproducente hasta ahora, así que tengo miedo al insomnio y una tarde a punto de concluir sin ser trascendente, sin lograr su objetivo.
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Dormí de nueve a once pm, creo que me despertó el calor. Intenté retomar el reposo y no pude, y después de dar algunas vueltas a las almohadas y jalar la sábana para despegarla de mi cuerpo, olvidé cómo se puede conciliar el sueño. Respiraba hondo pero mis pensamientos eran ruidosos y cierta ansiedad me mantenía intranquilo, sin ganas de seguir intentando. Han pasado seis horas y media y el dolor de cabeza me insiste que debo dormir, me siento con energía...que debo hacer algo.
El insomnio ha crecido, el círculo ha comenzado a rodar...
viernes, 26 de diciembre de 2014
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Perdóname por lanzarte mis pensamientos como piedras, yo mismo he escalado la montaña para ver el amanecer y respirar tranquilo en la frescura de cualquier mañana, pero me he caído, y el derrumbado espíritu pesa sobre mi, desde mi lecho inerte aviento esas piedras a tu vacío esperando alcanzarte, que vengas a mi rescate, cubrirme en tu halo y evitar que me degrade.
¿Qué?, ¿si te amo? | Si, ¡que te amo!. | Que te amo, ¡sí! un simple cambio en las palabras que ya existían en nosotros, que ya sabíamos, exclamadas por nuestras dudas más profundas, tanto que no observamos tal descuido. La respuesta está en la pregunta porque la pregunta compone la respuesta, como nosotros conocemos nuestro destino.
miércoles, 24 de diciembre de 2014
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martes, 23 de diciembre de 2014
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Hoy me vió de lejos, no me saludó pero después me escribió...me gusta que lo haga, materializa en parte mi deseo de platicarle de mi y de cómo ella vive en todo lo mío. Al rato de trivializar la charla me pidió que me azomara por el ventanal del edificio porque ella desde el suyo haría lo mismo. Decidí subir al helipuerto situado en un piso 10 y desde ahí hacerle señas...dice que apuradamente divisó algo que parecía ser yo, aunque la imaginación también juega un rol importante, no pude apreciar alguna forma humana en el edificio en el que se encontraba, a unos quinientos metros aproximadamente. Jugamos a los amigos, con la distancia de juguete y los celulares como su control remoto. Jugamos a estar lejos estando cerca...a escucharnos sin podernos ver y a la lejanía, darle su espacio para brindarnos algo de paz. Hablé poco con ella, pero me siento seguro de ir a visitarla en estos días, quiero darle un regalo, aunque sé que de fondo verla es en sí un premio, una recompensa, y ¿por qué no? Un regalo de vuelta para mi.
lunes, 22 de diciembre de 2014
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Me levantó el malestar estomacal, aún no doy con la comida que me "cayó pesada", no quiero creer que fué el mole que mandé traer, el que hace mi abuela y que presume de no ser agresivo con el estómago...eran las cinco de la madrugada pero mi cuerpo reaccionó como si fueran las siete más treinta, ya que al volver del baño e intentar conciliar el sueño por dos horas más, simplemente no podía. Inevitablemente pensé en ti. Antes de caer dormido esa noche, miraba algo de porno en mi celular, pues en la televisión no había algo más interesante en qué perder el tiempo, y me topé con un video casero en el que pude percibir similitud contigo de la protagonista. El novio graba mientras se encuentran en la cama, ella de espaldas y el acariciándola mientras da sentones a un ritmo lento y placentero. Sentí como los recuerdos eróticos llegaban a mi cabeza pero rápidamente se bajaron al resto del cuerpo...te toqué recordándote y la ansiedad se combinó con el placer, terminó todo rápido, no necesité de mucha energía, como cuando tu me acariciabas, tan exactas caricias, tan perfecto placer...
sábado, 20 de diciembre de 2014
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Dejo que el asombro despierte en la simplesa de las cosas y con suerte espero que alguna de esas olas borre este dolor que arde con la sal que erige esculturas en tu honor, me voy al mar a ver el tiempo que se mueve con la espuma y esculpe tu figura, me voy porque ahí escuentro todas mis preguntas, ahi donde tu eres todas las respuestas.
Me corté las alas para no seguirte y al caer sobre esa arena dejé pasar tus huellas para no mirarlas junto a las mías, mi vida, aunque morena linda, el mundo es inmenso y cada kilómetro que me aleje de tus brazos en realidad me acercará a tus pies, porque en cada paso que des estaré yo, y siempre, siempre, en mi estarás tu...
viernes, 19 de diciembre de 2014
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jueves, 18 de diciembre de 2014
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Desperté sintiéndome tranquilo, una madrugada reparadora a decir verdad, como pocas ya que generalmente me levanto con deseos de no hacerlo a consecuencia del insomnio que por las noches al tratar de cerrar los ojos me lo impide, me toma de los párpados y los mantiene en vigilia hasta que me desmaya tanto castigo, tanta ansiedad. Soñé contigo, que sentados en la banca de algún parque nos invitábamos a visitar un lugar que ya conocías. La atmósfera onírica se respiraba alegre, relajada y amigable. Apareciste en otra ocasión más pero no recuerdo qué sucedió...
Comienzo a pensar que esas madrugadas cuando te apareces tan de buena forma (porque a veces puede ser lo opuesto) algo en mi consciencia se activa o se calma, un cambio desde adentro me tranquiliza. Deseo soñar contigo cada noche...muchas veces lo he intentado y no encuentro la llave de esa habitación que me permita entrar a placer, sin embargo, en las noches guardo la esperanza de verte y juntos sonreír, andar y concluir esas caricias pendientes, distantes. Te necesito, te necesito.
miércoles, 17 de diciembre de 2014
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martes, 16 de diciembre de 2014
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Añoro tus besos, tus ojos, tu aroma y tus recuerdos lejos de evaporarse, llueven sobre mi cuerpo incesantemente, aunque parte del mismo ciclo: ayer lloviste, hoy te evaporas y mañana correrás por mi rivera hasta congelarte en invierno y derretirte en primavera. Somos tu agua de río, misteriosa, llena de vida, dulce y turbia, y yo de mar, fría, oscura en el fondo y tibia y rompiente a orilla de la playa, cerca de tu desembocadura, donde mi sal nos mezcla heterogéneos. Pienso mucho en ti, demasiado si quieres, o poco guardando austeridad, aunque en cada día que paso lejos, la efímera luz con que alumbras mi oscuridad me acerca a donde estás, pero no encontrarte ahí me hace fantasearte más, pensarte, olerte y besar tu cuerpo hecho de sombra, frío cuerpo lleno de sentimientos y vaciado con miedos a la vez, ahogados murmullos de historias que no escribiremos, estoy cansado de decirte tantas veces adiós que he preferido sanarme poco a poco en ese mundo de esa dimensión paralela que se calienta con tu sol y tus constelaciones dan remedio a mi dolor.
Me gustaria tenerte cerca y atenderte con todos mis sentidos, con todas mis caricias y calentar tu cuello con mis palabras y frases que terminen con un beso y no un punto final, sólo puntos suspensivos que se suspendan como aretes en tus oídos, como tatuajes sobre tu cadera, como cosquillas en tus muslos y rodillas, como de tus pies suban hasta tucabello como enredadera.
lunes, 15 de diciembre de 2014
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viernes, 12 de diciembre de 2014
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Creí verte de nuevo, esta vez después de suponer que podías ser, me levanté y fuí tras de esa mujer. En clases de dibujo aprendí que la mente traslapa en la realidad lo que observas y es curioso ver plasmado en lo que hiciste algo que de hecho no existe... eso mismo me está pasando. A menos que tengas un perro y que hayas perdido estatura y ganado lonjas, entonces, de nuevo verte creí. Mi corazón se aceleró y me preparé para decir algo coherente, algo así como un saludo que guardo en mi para ti latente. Desistí de alcanzarla; iba con su novio y tal vez la idea de que fueras con alguien me enfermó con una náusea instantánea, de esas que terminan en vómito, emociones arrojadas salvajemente hacia fuera de uno mismo, sin preparación o consentimiento. Pasaron 10 minutos mientras continuaba con el ejercicio al pie del mar cuando esa mujer de la que hablo pasó cerca nuevamente, lo suficiente para verificar que no eras tu...¡vaya alivio!
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miércoles, 10 de diciembre de 2014
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Tan difícil es como estirar las lágrimas para dibujar una sonrisa y coserla con cuidado para no desgarrar el alma, como frenar avalanchas en estrepitosa bajada por la montaña, o surcar el cielo negro y estrellado sin alas, sin horizonte ni mañana. Es difícil pretender que me leas, cuando en realidad deseo que me beses, e intentar que me escuches cuando sabes que deseo, que muero por que me entiendas, que te necesito cerca, que lo intentes.
Es tu física ausencia la que me ha vuelto un ser impaciente, y es la inquietud mujer por retenerte, la que se ha robado mi presencia: ya no soy alguien por fuera, pero sigo siendo tuyo, tuyo en mi mente.
Cada noche debo privarme del placer de recordarte, porque en la necedad de hacerte presente, mi cuerpo platica con la madrugada, me deja exausto desearte y no poseerte. Tratar de alzar a mano desnuda la llama de la fantasía e incendiar la piel con recuerdos me cansa y duele, pero aún con el alma cansada y remendada, y el intenso dolor creciente, te prefiero así que por dentro de mi ausente.
Sigues en mi...tan impregnada, tan evidente. Sigues en mi...tan inminente, tan evitada.
martes, 9 de diciembre de 2014
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Hoy recordé nuestros inicios, cuando vivías en un cuarto pequeño. Recuerdo los edredones antiguos y pesados, pero suficientemente cálidos como para mantenernos protegidos del frío invernal. En esa cama, en ese cuarto, nos descubrimos las primeras veces, cuando las sensaciones eran otras, pero siempre mejores, no me gusta escribir en altisonancia situaciones que merecer relajar el lenguaje, aunque espero que traigas a ti lo mismo que yo. En esos días, donde manchábamos las sábanas de nuestras pasión callada al no querer ser descubiertos, esos días en los que permanecíamos acostados para que nuestras sombras no se proyectaran en la cortina. Hacíamos el amor y cada sensación era nueva, quiero que sepas que las recuerdo todas, los aromas, los colores, las formas, todo. Una madrugada nos tumbamos en el estrecho corredor de acceso, un camino angosto entre la entrada y las escaleras que daban al cuarto donde viviste. Había llovido por lo que el piso tenía algo de lodo que terminó en nuestra ropa, hicimos el amor en el piso, con miedo a que nos descubrieran...me encantó. No fué la única ocasión que pasó algo similar.
Una vez en el bosque, perdidos entre los árboles, o ¿recuerdas esa mañana en la playa desierta? tengo una foto tuya sentada sobre un tronco seco que estaba a orilla del mar. ¿Recuerdas cuando nos hicimos el amor detrás de un salón antiguo que está cerca de la casa de tus padres? Cada oportunidad es una historia que contarte, en fin, hoy se me vino todo esto a la mente.
Te extraño y quisiera hacerte el amor como antes, pero como siempre, sé que mañana será mejor.
lunes, 8 de diciembre de 2014
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El sábado pensé de más en ti, por casualidad habíamos terminado en el centro de la ciudad, donde estaba un festival en el que se desarrollarían actividades artísticas y cosas así. Esa tarde estuvimos caminando para buscar las exposiciones y sin rumbo aparente, cuando de repente al voltear a mi derecha, justo cuando terminan los portales recién edificados, me topé con el pequeño pero bien diseñado teatro y me interesé en saber qué obra se montaba ya que las personas aún hacían fila.
Entraban poco a poco, así que decidí preguntar si teníamos oportunidad de acceder sin boletos, a lo que respondieron con cierta esperanza que se definiría en treinta minutos. Preferí como en pocas ocasiones quedarme cerca de la entrada para hallar la oportunidad esperada, en realidad no estaba interesado en continuar caminando, comer cualquier cosa, tomar una cerveza y regresar a casa. También la oferta de ver la luna llena que por cierto se veía gigante estaba en pie, pero desistí y me quedé parado con expectación y ansia. Al fin, alguien del staff alzó la voz para preguntar por dos personas que quisieran entrar, las personas formadas se comenzaron a ver entre sí y afortunadamente todas formaban parte de un grupo mayor, así que sin dudarlo, alcé la mano y le pedí entrar, en voz baja y con cara de tristeza le afirmé que no teníamos boletos, lo pensó cinco segundos y nos dejó pasar. Me emocioné y aguardé una hora más para escuchar al artista que llegó esa noche, aunque no llegó solo, un pianista y cantante del cual subí un video en el post anterior (59) lo acompañó durante el pequeño concierto. Un concierto que me vino bien, inesperado y necesario. Ya tiempo atrás quise ir a sus presentaciones pero no me parecía adecuado, una impresión demasiado fuerte para vivirla solo. Ese sábado era yo, eras tu y la música que aterriza en nuestros recuerdos:
"...Nunca pude acostumbrarme a tu forma de ser, cada vez que lo he intentado acabo por correr...aunque no te quiero sigo amándote ya vez, me tienes la mano apretando en el arnés me tienes de espalda en la pared, me tienes colgado del alambre y no pusiste red, aunque no lo quiera sigo amándote ya vez, quiero darle vuelta a la película de ayer, aceptar que yo no encajo con tu timidez, luego te apareces y muerdo mis labios una y otra vez, a pesar de todo sigo amándote ya vez..."
"...Te doy la espalda empiezo a andar, pero no dejo de pensar, prendo un recuerdo para evaporar tu amor y más se inflama el corazón...juro que no vuelves a escuchar mi voz, no importa que estalle todo en mi interior, aunque yo no entienda ya esta situación, esta historia acaba porque nunca comenzó..."
Estas dos canciones bajé a grabarlas cerca del escenario, las dos últimas, las que regalan los artistas al final del musical. Me senté sobre el pasillo central apenas tres metros separado de EO y me concentré en no mover la cámara para obtener una buena toma. Me aisle de lo demás y me concentré en la letra, en cantarla, en dedicártela, un calor me subió por la espalda hasta la cabeza, como un abrazo y mientras escuchaba lo que pronunciaba, sentí como mis ojos se enrojecían, era tristreza, el acierto de un par de letras que se aproximan a la nostalgia y al mismo tiempo, enmudecen la alegría de tenerte entre mis manos, en mis pensamientos, en mi boca, en mis días y noches en lejanía tuya.
El sábado pensé de más en ti, el sábado, mi tristeza y la luna se veían igual de gigantes. Sé que pensaste en mi, porque al alzar la mirada, también me miraste en la luna y me escuchaste cantar de dolor.
Desde que nos escribimos, han llegado a mi fantasías sobre lo que te puedo expresar, también cuando vibra mi teléfono pienso que eres tu...me gustaría que así fuera pues en un sentido lato, eres una parte agradable de mi pensamiento, estás presente en buena parte de ellos, a veces están ocultos en la arena o impregnando el aire que respiro, en los sabores que pruebo y en los paisajes que surco con la mirada, y sentir que estás en contacto conmigo, porque piensas en mi, me acerca a ti...trato de que esta experiencia camine en medio del desierto sin que se deshidrate, porque he sentido esa sed de ti, y no me gusta a dónde me lleva, a delirios e impresiones de algo que no sucederá, hacerte propuestas descabelladas, sin sentido, al menos para los demás y no para mi. Quiero que existas en mi vida hasta el final y desde ahi cualquier evento que lo permita se mezcla en la imaginación y trabaja para estirar la realidad. Quiero que tengamos un hijo. Quiero que tengas un tatuaje como el mío. Quiero saber de ti, de tu toda...
jueves, 4 de diciembre de 2014
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"...yo te pido que me entiendas, no se puede engañar al corazón, sabes, no siempre están de acuerdo la razón y la pasión, para vivir bebo de tu sangre, así no puedo sacrificarte sin que duela el corazón de sed..."
" eres de un túnel la salida, de una frase la caricia, el final sin un adiós..."
"...no me guardes rencor...fuí un ave que no supo volar...¡lucharé por la ilusión y cantaré esta canción de despedida pero sé, sabemos que no se puede engañar al corazón...
miércoles, 3 de diciembre de 2014
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Estaba llegando al banco y al ubicar cajeros disponibles, miré hacia el mostrador. Automáticamente se me aceleró el pulso y me sobrevino una sensación intensa de miedo y sorpresa. Me acordé que cuando nos topamos, me dijiste que cambiaste de trabajo, así que supuse en una fracción de segundos que la persona detrás del mostrador con la cabeza agachada y concentrada en su trabajo, eras tu. Mantuve la mirada sobre su cabeza y mis dedos sobre la arteria, ya que el pulso extrañamente se frenó e intensifico mi flujo sanguíneo abruptamente. Al notar que no eras tu, lo lamenté y espere a calmarme, sonreí y seguí mi camino.
Creí que eras tu, quise que así lo fuera...
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Anoche desperté con la sensación de tenerte así, de hecho la explicación que le doy es que desperté algo entumido de mis dolores habituales pero curiosamente, y entre sueños, pude sentir presión o apoyo en varias partes de mi cuerpo simultáneamente, como si un cuerpo me abrazara, tal como arriba te describo, como antes tu lo hacías. Antes de moverme, mantuve cerrados los ojos y me concentré en percibir el abrazo, te sentí en mis pies, en mis muslos, tras de mi espalda alta y en los brazos, especialmente sobre mi mano izquierda que reposaba cerca del pecho. Un cobijo completo, pleno, amoroso.
¿Fuiste tu? ¿me visitaste?
martes, 2 de diciembre de 2014
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Hoy en mi pecho la misma sensación, como cuando pensaba que por la noche te vería, es curioso sentir lo mismo de pensar que "tal vez" te pueda encontrar como hace poco, sin esperarlo en medio de cualquier lugar. Antes era una certeza vernos y la emoción era acertada, hoy sentí la emoción de esperar verte pronto aunque ya es incierta. El sólo imaginar que te veré me alteró, y no logro comprender cómo puedes aparecerte en medio de mis horas, sin aviso ni predicción futura. Te extraño.
lunes, 1 de diciembre de 2014
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"...Hay ocasiones en las que me gustaría poder mirarte a los ojos y decirte tantas cosas, lo que siento por ti, lo que me haces sentir con tan solo verte, saber que estas conmigo… pero me detengo por el miedo que me da pensar en tu reacción, lo que me dirás, quizás es tonto porque me estoy adelantando a todo eso y estoy creándome una historia en la cabeza que tal vez no suceda.
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Esa noche, al llegar a mi casa con ella, después de dos botellas de vino, continuamos discutiendo y en alguna hora de la madrugada, la corrí, alterado de más por el alcohol y la frustración de no entendernos, quizás de sus reclamos válidos o mi estupidéz para continuar esos argumentos fallidos. Recuerdo que al ver que se iba la jalé para que no se fuera, se lo rogué y al final aceptó, hicimos el amor, nos hicimos el amor tan fuerte, tan desesperadamente como pocas veces antes, mezclando sentimientos y sensaciones ahora desentumidas del licor y sedientas de sudor. Hicimos el amor de otra forma...encontré lo que escribí al otro día y que le compartí, y que ella respondió, abajo dejo también sus palabras:
Mis percepciones y recuerdos: