jueves, 28 de enero de 2016

193

¡Conociste a mi hijo al fin! Pensaba yo orgulloso mientras te miraba fijamente, estábamos en la calle, cerca de familiares míos, y desconozco por qué concordábamos ahi.

Te observé con sumo cuidado de no olvidar los detalles de tu piel morena y sus nuevas formas que sabes, extraño tanto...

Hablábamos de ti y lo tuyo, recuerdo haber sentido celos por haberme dicho que habías vivido con alguien menor que tu al que ayudaste con su tesis, justificándote con cierta ironía en que en esa casa fría necesitabas compañía.

En algún momento, caminamos hacia una parada de autobuses y te observaba nuevamente inquisidor, noté que te habías dejado crecer el vello en donde debería salirle a una mujer, vestías short y blusa de tirantes por lo que fue instantánea mi sorpresa, no recuerdo tu justificación,  pero entendí que tus hábitos de vanidad ya no eran tan comunes, y recordé cuando en aquellos nuestros tiempos te insistía para que te arreglaras más...

Te preguntaba sobre tu pareja, con cierta incertidumbre o espectativa por si seguías o no con él, me dijiste que sí, e inmediatamente ese deseo por invitarte a salir lo oculté por debajo de la siguiente cuestión: ¿cómo va la organización de la boda?
Me decías que todo bien, y yo me conformaba con esa respuesta.

Éramos dos amigos que en la casualidad de la vida nos mirábamos de frente y con toda la inocencia que se puede rescatar de un pasado que nos acecha y deconstruye sentimientos incorrectos, se dejaron relajar por el gusto instantáneo de verse juntos, aún por un breve momento, y con la fugacidad del sueño y la inmortalidad del deseo perfumando el ambiente.

Me encanta soñarte como sea, pero una madrugada, noche o día, desearía al menos que nos hiciéramos el amor en ese espacio oculto de todos. La mente ha liberado muchos sentimientos atorados a través de estas vivencias oníricas, pero rara vez me ha obsequiado la paz que sentíamos al unir nuestros desnudos cuerpos en sincronía, calor y besos fundidos con pasión perpetua.

Deseo hacerte el amor y mirarte a los ojos nuevamente...

martes, 26 de enero de 2016

192

Ayer mientras iba en el taxi, me acordé de ti, como todos los dias, pero fue tal mi convicción por mirarte más allá de la imaginación que abrí un antiguo álbum de fotos que tengo oculto en facebook, no pienso borrarlo, pero es raro que lo abra, así que no me incomoda tanto saber que está ahi, esperando a mi debilidad salir de su guarida. Si me afecta a largo plazo o no, ya no importa, han trascurrido años y el corto y mediano plazo se han quedado cortos, se desmayaron hace tiempo y en el trayecto ahi se quedaron, haciendo nido en ese lugar, estáticos pero vivos...

Las fotos trajeron emociones, recuerdos y experiencias que extrañé como un abrazo tuyo, una caricia nuestra. Quisiera oler tu cuello y besarlo hasta impregnarme de ti todo, y escalar hasta tus mejillas, anclarme a tu boca y desprenderme para caer libremente en tus deseos, que si ya no son los míos, al menos sé, que te niegas a descubrirlos...

miércoles, 20 de enero de 2016

191

Me costó conciliar el sueño, alrededor de las 2:30 am logré sentirme con la suficiente tranquilidad para olvidar que de noche la ansiedad toma fuerza y el miedo a dormir se mantiene latente.

No pude despertar por mi mismo y tampoco quise continuar con la rutina, así que continué durmiendo por un par de horas más, me parece que en ese lapso extra, soñé contigo.

Soñé que nos mirábamos de frente, tal vez en una calle, o un lugar semi abierto, no era de día pero tampoco de noche, recuerdo que el tema era sobre seguir viéndonos. No era algo nuevo, tiempo atrás en persona hemos tenido fricciones por esta cuestión. Y digo fricción porque tu manera de decir que no te interesaba era fuerte para mi, independientemente de la obvia razón de que tu estás con alguien más y que yo lo estoy (que en el fondo, las reglas sociales y morales son igual a 0, no me importan como valor, pero si como herramienta de subsistencia egoísta). En fin, me repetiste que mi modo de sobrellevar las cosas era incorrecto y que me funcionaba a mi, pero que tu ya lo habías superado y que no querías nada más de mi, que podía tener tu contacto en el teléfono por si me interesaba tu amistad, pero nada más...

Es todo lo que recuerdo, la frustración fué un sentimiento que aún durmiendo se apoderó de mi, tristeza, lamento, fracaso, no poder retenerte por más tiempo...

Muchas veces creí firmemente que alimentar tu amor con migajas de la pútrida hogaza que guardaba para nosotros dos, era tan perjudicial que finalmente no quedaría nada que rescatar, y el lodo no se quitaría en años, lo creí y por eso, busqué que te alejaras de mi, y yo dejé de buscarte aún mordiendome los labios por besarte y las ganas por estar cerca de ti.

Entonces, es justa la culpa que siento de haber tomado esa decisión, por los dos, por lo malo, por el futuro que ahora es pasado, y en este nuevo presente, ¿qué me queda? sigo pensando en todo eso, arrepentido, adolorido, entumecido de los demás. No estuve listo para tu amor, es mi pena...




martes, 19 de enero de 2016

190

Reiteradamente mi vida es un pasado presente que contempla como  protagonistas los espacios oníricos que me impiden ausente, vivir conforme, subsistes en mi mente, en sus recuerdos e imaginaciones... sigues donde fuiste alguien, ahora, eres aire, deseo y fantasía, donde mi carne condensa la humedad atrapada en cada poro, donde con saliva y sangre, tinto mis ropas salvaje, sin miedo a que amanezca, tarde...

viernes, 15 de enero de 2016

189

Soñé contigo, pero no tan sola, incluso fué algo nuevo, que no había experimentado...

Estaba en una reunión, en una casa donde no conocía a la gente, salvo a mi amigo Luis, regresábamos de haber dado la vuelta cerca del lugar montados en una camioneta vieja que le habían prestado, recuerdo aspectos vagos de lo que hicimos y el motivo, pero no son importantes.

Ya estando de regreso en la reunión, recuerdo haber visto que llegabas e intenté disimular para que tu me "descubrieras primero", al final giré hacia tu dirección y te saludé con emoción, y casi de manera inmediata apareció detrás de ti, tu novio, quien me saludó afectuosamente, al igual que yo a él, sin remordimiento o culpa, o enojo alguno...eso fué curioso. También llevaban un bebé en brazos, el cual no detallo pues en sí, un recién nacido arropado es un muñeco del que no se pueden desprender muchas observaciones...

Te miré completa con tu familia, feliz y transparente. Luis me preguntaba si me sentía bien, sólo asentí sabiendo que lo peor había quedado atrás, que las emociones tristes y sentimientos frustrados se volvieron aves y volaron lejos con la llegada del invierno...han pasado casi dos años desde que nos dejamos para seguir con nuestras vidas, pese a todo, te sigo extrañando, aunque no sé si es como antes, si mejor o peor considerando el tiempo que consigo pensar en ti cada día, cada noche en vela o madrugada soñándote.

Me alegra verte feliz, yo no lo soy mucho, pero como sabrás, esa sensación de bienestar nunca la alcanzaré porque no he aprendido a conformarme con lo que tengo, quiero más o quiero menos, frío que me cale el hueso y tan caliente que arda el corazón, nunca tibio, nunca. Trato de mostrar mi mejor cara cuando mi hijo me observa, y tanto me esmero en hacerlo feliz que me contagia su alegría...y al fin del día cuando se ha ido a dormir, o cuando lo duermo entre mis brazos, la paz me inunda y al mismo tiempo, la pesadumbre comienza a escurrir hasta que me vence el sueño...y así quedo, dormido en la sala, solo, esperando que se agoten mis energías para caer rendido ante la rutina y la obligación de estar ahí.

¿Te extraño igual? ¡si!, sólo que no sé si mejor o peor.

jueves, 14 de enero de 2016

188

A veces me pregunto si mis sucios presentes pensamientos y esas pasadas fantasías alimentadas de un deseado futuro bastante creativo y racionalmente complicado, valen en suma describirse en el sin orden que nacen, y sin crecer se reproducen y multiplican hasta secarme en el consuelo del autoplacer...

He llevado tus recuerdos hasta esas fotos donde te guardo desnuda y provocativa, y me lastima no tener más de esa carne achocolatada, caliente y sutilmente amarga.

Las he vuelto a mirar con desdén y reproche ante mis culpas e incapacidad de hacerte a otro lado, loque es igual a lanzarme contra y lejos de ti. Pero aqui estoy, masturbándome en tus carnes y memorias apretando y acariciandome tal como tu lo hacías, porque te memoricé completa, tu olor y el tacto emanado de tus pies sobre los míos, y tus manos ásperas jalando mi carne hasta hacerla mojar...

Recuerdo que te gustaba verme retorcer, y sentirme mojar tus palmas con tu destreza para interpretarme, gemidos incitantándote a sentarte sobre mi, a pedirme entrarte completo...

Mutua y desesperada sincronía que en la pasión de un beso aprisionaba caos y saliva, saliva y sudor sellante del cuerpo a cuerpo, desnudez encubierta con la noche o avanzada madrugada brumosa, coger hasta dormir, durmiendo piel con piel hasta que la frialdad de la mañana nos lanzara al mundo de los demás, al que íbamos de día, aguardando las sombras de la noche para reencontrarnos...tibios y desenfrenados nuevamente...

Sigo pensando en ti, no me he vuelto tan loco como creímos al año de separarnos, sigo deseando tu cuerpo locamente, en fin, solo como locos pudimos amarnos juntos, de lejos es igual...estábamos equivocados, locos ya éramos, y al recordarnos, locos seremos...

sábado, 9 de enero de 2016

187

La interpretación más frecuente de soñar con sexo es la de que tenemos alguna carencia afectiva. Nos falta cariño, nos falta  amor y pretendemos suplir ese vacío a base de experiencias sexuales que no terminarán de satisfacernos. En esta misma línea de frustración vital encontramos un significado de necesidad de incorporar a nuestra vida nuevos alicientes o intereses.

Los sueños de sexo pueden actuar a modo de advertencia, para que no nos precipitemos y reflexionemos sobre el momento que estamos viviendo.

En el caso de soñar con una ex pareja, significa que no estamos tan preparadas como creemos para volver a tener una nueva...

 

Fuente noticias365

jueves, 7 de enero de 2016

186

Anoche fuí a la casa donde crecí a hacer unos pendientes. Mientras esperaba para irme, me puse a buscar si había llegado mensajería para mi en los últimos meses. Abrí un baúl que hace años compré a un vendedor ambulante sólo por el gusto de tener una artesanía y sin saber cómo lo ocuparía...al tiempo se llenó de toda clase de papeles y triques. No encontré nada a mi nombre, salvo una bolsa con fotos y papeles. Al verla recordé que hacía más de un año, la puse ahí temporalmente y con la intención de darle un lugar en el que no se perdería. La abrí sintiendo curiosidad de recordar los momentos impresos y revivir emociones, pues en el fondo sabía que dentro de ese paquetito, había fotos de nosotros...

Ví algunas de mi titulación, de un viaje a Puerto Escondido y de otro al Distrito Federal, en esta última, aparecemos con una prima. Entre todas esas, me topé con una cartita que te escribí en algún momento, que por más que trato, no ubico... por lo que dice, ya no vivíamos juntos y empezaba a reconocer tu ausencia como un dolor que apenas amainaba vernos de vez en cuando. La transcribo abajo:

-"Perdí la cuenta, no sé cuántos días han pasado, no quiero contarlos, contigo y lo tuyo suele ser así,   dejo que caigan por su propio peso estas emociones que conoces tan bien, ausentes a veces, instintivas por ratos, frías y a su vez creadoras de pasión...de momento también un tanto destructivas.

   Contigo, nunca quiero darme cuenta, siempre tardo en reconocer, aceptarte o aceptarme yo en ti. Sé que algún día será pasado y lo único que deseo es que cuando llegue ese futuro, no sienta lo que hoy existe en mi por ti, porque así como hoy no podría soportar la idea de tenerte lejos...

   Extrañarte es recordar que a mi lado haces todo más fácil, es sonreir por tantos momentos compartidos, que la cama ya no es un buen lugar para dormir si no estás aquí, haciéndome especial, haciéndome feliz...

   Mis desvelos son aburridos, ¿quién me entiende más que tú? Sabes lo que digo, a pesar que no estamos tan bien sintonizados, y lo puedes hacer porque sé que entiendes todos mis gestos, mis actitudes, mis vicios, defectos y costumbres...sé que así te gusto y eso me hace sentir cómodo, protegido y consentido.

   Espero que te guste mi regalo (y que te queden), de todos modos, se pueden cambiar, te lo doy con mucho cariño..."-