sábado, 21 de febrero de 2015

145

¿Qué haces? Me acordé de ti... sólo por hacer plática, por estar conectados más allá de la imaginación...¿cómo pasas tu día?

144

Pienso en ti, en lo que harías de tus días, en lo que haces y dices, de loa chistes que inventamos y que repites esperando hacer feliz a alguien más, en la medida que funcionaron conmigo claro, pero distintos al final.

Imagino las veces que sin darte cuenta quisiste desaparecerme de tus pensamientos porque invadí tu presente, hambriento de nuevos momentos, mezclándo memorias, sensaciones y nuevas experiencias en un trago amargo y enfermizo que has tenido que pasar. Un escozor eb tus labios al besarle y una incomodidad al hacerle el amor que aún no desaparece.

viernes, 20 de febrero de 2015

143

Escríbe lo que piensas, lo que es o lo que sabes, también suponlo si no se te ocurre algo, invéntalo, crea, mueve o transforma...eventualmente saldrá tu subconsciente a dar pistas...

Me entristece la espera...tal vez no guardes nada importante para mi, pero aguardo por leerte, por conocer tus pensamientos, los que siempre limitaste.

miércoles, 18 de febrero de 2015

142

Hola morenita de mi vida, escribo desde el fondo del sillón, sin pretender mucho, sólo quiero compartir contigo un momento más de los que se han acumulado en torno a ti, a tu recuerdo que me recuerda que vivo pensando en ti, quizás sea al revés, que vivo porque pensandote encuentro el pretexto ideal para respirar un día más, manteniendo a la espera esos besos y cariños y palabras y consuelos que tengo aquí dentro de mi.

Ya en algunas ocasiones te he pedido sentarnos a hablar de nosotros, pero ahora te resulta complicado, hasta pienso que te debe causar miedo confrontarte a la realidad incluso más que a las fantasías que sirven en muchas formas a que nuestra alma se tranquilice. En fin, no estoy en condiciones de pedir de más, ni creer que lo merezco, pero tengo la impresión, insisto, en que guardas cierta preocupación de lo que pueda pasar, no te debes a nadie pero tampoco quieres quedar a deberle a tu consciencia nada, es una tregua que sostienes contigo misma, en cambio yo, me mantengo en guerra constante, callando, haciendo lo que muchas veces he sentido opuesto, pero que reflejan al mismo tiempo que debo seguir por ese camino. Quiero decir que he notado que al plasmar mis deseos sin mesura, tiendo a caer en errores que no me convienen, por eso, ahora busco lograr mantenerme estable llevando mis decisiones a una dimensión más elaborada, mejor organizada, aunque sí, generalmente opuesta a mí.

Tu eres un tanto ajena a este proceso, aunque partícipe de las circunstancias que lo envuelve, te siento cada día sobre mis pasos, te deseo ver en cada esquina y en cada rostro, te respiro porque en tu perfume mi paraíso cobra nombre y forma, tu eres una elección contraria a mi deseo, porque pensé, porque pensamos que así estaríamos mejor...no lo sé, digamos que estamos diferentes, ni mejor ni peor, sólo estamos porque todo sigue su curso, y día tras día, despertamos con la creencia de que llegaremos juntos a un mismo destino, la tierra prometida de la esperanza, de la ilusión, de la fantasía.

Te extraño y no puedo evitar, contener ni lidiar con la emoción que me causa verte, aún en sueños e imaginaciones donde estás conmigo, en todos mis sentidos, causándome dolor y felicidad simultáneamente, una dependencia física, emocional que me provocó tu cuerpo, tu tacto, tu cariño, tu amor sincero. Estando en contra de mi mismo, te llevo adentro, y no planeo dejarte ir, aunque eso me contagie de un dolor por el resto de los días, quisiera que evolucione hacia un plano más ameno, sin embargo, te siento y tal como sea, lo procuro, no me importa nada más que eso, el no olvidarte, no perder mi fe, nunca más abandonarte. En siete años que nos mantuvimos juntos, hice tanto para separarnos, errores acumulados uno sobre otro que no me puedo perdonar, pero te juro que si debo pagar con tu ausencia siete años desde hoy, aquí estaré haciéndolo. No puedo comprender a dónde se fué este año que ha pasado desde que nos separamos, pero sí sé que me haces falta, y que cada día lejos de ti, me ha acercado más al infinito de desear que esto pase rápido, tan rápido o tan lento que haga de mi penitencia un recuerdo, como tantos.

Quiero olvidarte, pero necesito amarte, quiero saber tanto de ti como yo comprender la culpa que me envuelve por ser endeble, por no saberte proteger cuando lo necesitabas, perdóname morenita de mi vida, por ser cobarde, por dejarte partir, por no ser tu hombre.


martes, 17 de febrero de 2015

141

...necesito de tu sexo, del calor que emana nuestro cuerpo al evaporar el sudor que sin notarlo escurre y empapa las sábanas, trazando las huellas de esa pasión que no se extingue con el tiempo, al contrario, se aviva la llama en el consuelo nocturno por fantasear tus manos una y otra vez hasta quedar rendido, extasiado en el paraíso de verte aunque no estés conmigo...quiero escaparme contigo, sin buscar motivos ni esperar más consecuencias que el propio placer de habernos tenido después de estar guardados en el espacio que el camino nos destinó, pero que no aceptamos, que no quisimos, siendo los culpables y no sólo testigos, del gran amor que despertamos. Necesito hacerte el amor porque me consume esa idea en la tristeza de no merecer tal acto, un calor que, se escapa de mi capacidad para entenderte, para tener tu tacto, pero que no excluye percibirlo, mantenerte viva aunque por dentro mi alma muera lentamente.

Tu silencio me lastima, tanto que invento tus respuestas, y me voy colgando de imaginar las maneras en que terminaría besándote el ombligo y escurrir mis labios hasta tus muslos, caer a tus pies y arrodillarme ante ellos para que dispongas de mi cuerpo entero.



viernes, 13 de febrero de 2015

140

Tú y yo hicimos un pacto, 
algo así como un voto jurado, 
para bien o para mal,
 en el que nos alejamos para no hacernos daño, 
y no puedo creer que esto me ha dejado mal,
me siento decaído, insomne vivo,
negándome a aceptar tu partida, 
pero la prueba está en la forma en que dueles.
 

Durante meses he tenido mis dudas,
ocultando tanta lágrima contenida en cada oración, 
¿sabes que me gustaría?
que esto se acabara ahora mismo, 
no me preguntes cómo,
pero sé que todavía te necesito aquí, 
estoy como un loco al borde del precipicio,
por creer, por tenerle fe a nuestro amor.

Fué un pacto involuntario,
algo de lo que no salimos bien librados,
ha sido triste y desolado,
el paisaje que guarda los atardeceres para después,
y las lunas pasan eclipsadas sobre el mar,
porque ya no importa tanto, sin ti a mi lado, 
el dolor es la prueba, ¡es la prueba que tenés!

El tiempo lejos de borrarte, más te estampa,
de repente los segundos crean recuerdos,
 ya no distingo, eres la fantasía en ellos, 
la realidad que alivia pero no hay cura,
bueno, quizás haya algún tipo de culpa, 
tras de ti haber vivido tantos momentos.

Esta es la canción que se lleva adentro,
la que busca un final eterno,
más sin embargo, que no te quepa duda,
al final del camino yo te espero,
si mirándote frente al espejo,
o buscando entre las sombras,
encuentras mi reflejo, mirando luna
si en las madrugadas nuestro amor renombras.








jueves, 12 de febrero de 2015

139

Ann, nada me quita la necesidad de verte, ahora mismo, siento que debo abrazarte por más tiempo del que pueda medir, hallarte en la tranquilidad de tu sonrisa, en la calma de tu mirada y en el vaivén del viento al colmarme con sus caricias.

Es extraño no saber por qué me haces tanta falta cuando he llenado de rutinas los días, y de horas la noche junto con la madrugada, acumulando sueños para no desearte al despertar, es misterioso querer tenerte cerca cuando más de ti me he alejado, es inverosímil la historia que procuro y fatídico el desenlace, nunca es bueno, siempre en mi visión todo se hace oscuro.




miércoles, 11 de febrero de 2015

138

...cuando no comprendo por qué me cuesta levantarme, por qué al llegar al trabajo quiero renunciar a la jornada para irme a nadar, o correr o dormir, hacer cualquier cosa menos hablar con los demás porque no tengo interés en saber de ellos, escucharlos se convierte en una actividad sin gracias ni motivos, en medio estás tu, y me pregunto si eres en ausencia la que me provoca esta labilidad.

...oscilante me escucho hablando con la gente, interesado en terminar la frase para guardarme nuevamente en el sigilo del silencio y la penumbra del pensamiento fatalista. No quiero escucharlos ni que ellos me escuchen.

No busco algo palpable, de figura reconocida o ubicación identificada, no sé ni qué ni cuándo ni cómo, me siento como un cascarón de la persona que suelo ser, y me siento falto de motivos, de interés, de humor, de carácter, de todo.

¿Será tu ausencia mi falta más evidente, serás tu la causa de mis sinsabores? si no lo eres, me culpo a mi mismo del flagelo con el que me miro, con el que sangro en la estampa sobre el suelo marcada por el espejismo del que soy parte, humo, neblina y brumas que aparecen con la espesura de una pared que no termina, que no principia.

Hoy quisiera morir durmiendo, para no distinguir la diferencia entre ese sueño y la vida, para que la muerte sepa a fantasía y la fantasía sobre la carente vida que llevo sean una visión amena, continua, eterna.

He tomado más café del habitual para poder avanzar conforme pasa el tiempo, aunque no siento que vaya a la misma velocidad de los segundos, todo pasa lento y lento reacciono, un doble efecto que me causa el letargo del sin ánimo. Si pudiera elegir, te elegiría a ti para estar tumbado en una playa por cama, en un cielo azulado por techo, y una brisa por caricias, mucho mezcal y mucha cerveza para relajar el alma volcánica. Si pudiera ser otro, sería tuyo en la inmensidad del mundo para dos seres que buscan acortar la distancia alquímicamente, loca y vehemente idea de cerrar los ojos y que al abrirlos, con un beso todo sea posible, zurcar paisajes con las manos y rasgar la inmortalidad con esas uñas que se aferran al infinito de extrañarte.


martes, 10 de febrero de 2015

137

Extraño tus besos de labios delgados y suave tacto, de presión esquiva y humedad paciente, a veces no puedo callarlo, aunque puedes pedirme que se lo diga al viento o al mar, para que vuele lejos de ti o se hunda en la profundidad, eso no hará que deje de existir en cada inmensidad.

Es un amargo consuelo, un necio adiós que se dijo sin querer hacerlo, un doloroso final que no encuentra razón de ser albergado en nuestros corazones que se aceleraron por correr, por huir, por ir lo más lejos posible, y ahí encontrándose agotados, se detuvieron sin lograrlo, regresando derrotados al ser, pero llenos de esperanza por saberse enamorados, por eso escribo, tratando de hallar paz, de encontrarte en ella, que me correspondas en la manera más íntima con esa pasión de tu amor que así como la mía, guardas paciente, tibia, evidente.

Ann, nunca dejaré de escribirte, de explicarte con palabras lo que con paciencia día a día forja mi destino, hablo del lugar al que con tu camino pretendo alcanzar. Puede ser en vida o quizás más cerca de la muerte, pero llévalo presente, que vives en mi y que nunca te volveré a abandonar.


136

...se sienten quemar estas palabras frente a mi, en la hoguera de tu amor y en su humo naufrago, me hundo lento, porque parece que no despierto, que no salgo a flote sin tus besos. Sueño tu piel, te sigo mirando al atardecer porque te busco en cualquier lado, el tiempo me engaña corriendo aprisa o deteniéndose sin avisar, no se me quita lo enamorado, enloqueces mi voluntad.

Te amo aunque no estés aquí, por eso quiero ahuyentar el silencio, el recuerdo que lentamente me mata por las noches que ahora son una fracción minúscula de lo que eran contigo, nunca te quise perder...




lunes, 9 de febrero de 2015

135

Hay una bruma en esta tarde que avecina la noche con rapidez, dándole a los faroles un aspecto lúgubre mientras me acerco a ellos en mi trote casi cotidiano. La luz parece extraviarse en medio de todo, haciendo una oscuridad temprana que me invita a perderme en ella.

A veces quisiera encontrarte ahí, al dar la vuelta, correr a ti y besarte sin permiso, respirando tu disgusto o inhalando tu cariño...El viento del norte seca el sudor que transpiré en mi intento por salir adelante, contigo o sin ti, pero me doy cuenta que no puedo continuar sin tu boca.

El aire es frío, por lo que me reconforto al calor del ejercicio y de tus recuerdos que me invaden anticipándose a cualquier oportunidad de verte por casualidad cruzando mi camino. Voy hacia adelante pero siento que retrocedo paso a paso, que no llego a ningún lugar, porque eventualmente no estarás presente. Tu ausencia me pesa, tu ausencia me ancla, tu ausencia me priva de la vida que trato de llevar...¡te extraño tanto Ann!

domingo, 8 de febrero de 2015

134

No hay nada que me cure, cuando triste o hueco me siento, compulsivamente pienso en ti, también puedo tomar mezcal o me sobrealimento con lo que sea, con lo que pueda, me excedo en cualquiera de mis rutinas, encuentro descontrol y pérdida de consciencia, permanezco aturdido y engañado, frágil, sin ganas de seguir remando, de nadar o de lo que sea.

Quiero morir para despertar en tus brazos, para que tu paz nos alce, me calme, silencie los sollozos, eleve los reclamos al universo que lejos nos mantuvo en vida pero amándonos en el silencio de encontrarnos.

Cuando no estás conmigo el dolor invoca el propio odio de nuestros errores, de esos humanos fracasos, por eso quiero ser polvo, quiero que seamos almas o dioses de un mundo que hallamos creado, nutrido de recuerdos y fantasías oníricas, para tener un lugar de eterno reposo, como siempre lo hemos imaginado.

sábado, 7 de febrero de 2015

133

¿Quién eres? que no me ves,
que no me sientes, que no me sabes.

¿Quién eres? que vivo en ti, de tu recuerdo, de poseerte en vida pero muriendo con cada  reencuentro.

¿Quién eres? que no me hablas, que no me cuestionas, que me faltas, que al sueño tiempo le robas.

¿Quién eres? que no te escucho, que no te atino, que no concuerdas, que me perturbas, me dañas, me hablas del destino.

¿Quién eres? ¿quién?

viernes, 6 de febrero de 2015

132

Nuevamente te soñé, como en otras ocasiones, sólo apareces dejándome un sabor extraño en la boca y un recuerdo vago de lo que nunca quiero que suceda: ¡que me olvides!

Hoy nos vimos alrededor de quince minutos en los que no dejamos brecha para el silencio, las preguntan sobraban y la charla se acomodaba segundo a segundo en un lugar cercano al centro de la felicidad de tener ese espacio en lo cotidiano. Podría verte cada día o cada noche, sólo para percibirte cercana, aunque distante, para darte un abrazo y otro beso en la frente que quizás te parezca tonto pero para mi es importante, lo que no se vé, lo que siento al tener mis brazos sobre tus hombros y mis labios gesticulando el amor que por dentro me llena y vierto sobre ti en ese instante.

Te quiero mucho y me hace feliz verte, aunque sea un poco, espero que nunca olvidemos esto, que es tanto, tanto cariño, tanto afecto. Extraño es contemplarte y decir adiós, es despedirme sin quererlo y resolver en un segundo, la inquietud al hacerlo, es blanquear la mente y comenzar a caminar en dirección opuesta, o sobre el mar a contracorriente navegar.

Despedirme de ti es recrear el miedo a no volver a verte, por eso, cada vez que nos encontramos, deseo con fuerza que no sea la última ocasión, porque te necesito, como ayer, como siempre aquí en mi corazón...

jueves, 5 de febrero de 2015

131

Ha pasado un año desde que decidimos terminar nuestra relación, aunque el verbo o la acción no encajan en la realidad de lo que he sentido desde ese día hasta hoy. Al contrario, te tengo más cerca en la lejanía física y mi cuerpo ha padecido angustia de no tenerte, calambres, dolores, calores, fríos, ansiedades y desvelos ininterrumpidos.

Creando rituales, te pienso demasiado hasta creer que nuestras almas guardan comunicación, he llorado en silencio y reído sin sentido aparente, hasta que descubro que estás detrás de cada intento de mi subconsciente de liberarte, de conservarte, de gritarme que aún sigues dentro, muy adentro de mi.

Ha pasado un año desde que quisimos no querernos, y es curioso que opuesto a ello, nos amemos más, entre cada luna y cada amanecer recuerdo, que sigues en algún lugar sin mis besos, pero anhelando uno de ellos cuando duermes, en tus sueños.

Eres una constante en mi camino, un objetivo, una luz y un final. He querido acortar la distancia, pero eso se lo dejo al destino, ahí te espero, y aunque antes podamos toparnos indistintos, nada cambiaría contra la felicidad de entendernos mutuos, llenos de cariño.

Hoy te extraño, tal vez más que ayer, y no mirarnos cada amanecer es una pena que no aceptaré en el futuro. Prefiero soñar con tus alegrías, que padecer nuestros dolores, ya no murmuro...mejor grito, más bien, platico siempre lo tuyo, en papel escribo y en brindis te dedico más palabras que tendrás que leer, porque te pertenecen, porque nos pertenecemos, porque te necesito, porque con el tiempo no pereceremos...

130

Eres el origen y final de mis impulsos más instintivos, ahí adentro te guareces. aquí dentro de mi pecho y fuera de él permaneces aferrada con uñas y dientes, con sudor y lágrimas, con dolor, con placer anclado a las caricias que tus recuerdos me sosiegan por las noches.

El calor en la dicha de aún presente en mis rincones sostenerte, con fuerza incalculada buscar quererte aunque pierda en la lejanía de tus abrazos que en el frío se perpetue.

Puedo irme y regresar si me lo pides, si emprendemos la fantasía en la misma sintonía cuando cantamos a corazón unísono, latidos que en eco, llaman y reclaman la pasión con el mismo tono, de amor padecernos.

Es un terrenal camino la diferencia entre los dos, ajenos en un lugar que no corresponde, si entonces podemos volar tomados de las manos hasta donde todo se nos otorgue, me arriesgo contigo a caer en el abismo y tornar la noche en día, y con la luz de tus ojos reanidar a tu lado, y sentir el viento de aquél paisaje azulado sobre nosotros venir, para amarnos con él corriendo y jamás aquello interrumpir.

129

Él: Ya, pasó un año...
Ella: Cuando pensamos que jamás podríamos hacerlo
Él: Quién dice que pudimos?
Ella: Seguimos en el intento...pero de vernos a diario y ahora no hacerlo...
Él: Palabras más, palabras menos. Ayer traté de organizar mis pensamientos para saber qué hacer hoy, si tomarnos un café o sólo platicar en cualquier lugar, incluso no hacer nada, pero he estado sedado de esa parte de mi que me dicta mucho de lo que te digo.
Ella: Seré sincera, no quiero hacer nada, no quiero darle significado a este dia...nunca antes lo hicimos con alguna fecha importante, por qué hacerlo ahora.
Él: Eso mismo pienso, tal vez buscando podemos hallar una mejor excusa para sentarnos a platicar sin estigmatizar nuestra amistad, o ¿piensas que tampoco es importante eso?
Ella: ¡Es importante! Tu eres importante, pero no quiero que este día signifique más...
Él: ¡De acuerdo! pero...lo que quiero decir es que.me gustaría platicar contigo.
Ella: ¿Podría ser otro día?
Él: Cualquier día está bien para mi...sólo no dejes pasar el tiempo.
Ella: Está bien.
Él: Te invito a que tu propongas cuándo y si no es tu deseo dilo de una vez
Ella: Si me gustaria...
Él: Te extraño -los ojos contenían las lágrimas, poniéndose rojos y percibiéndose una mirada extraviada, agotada- Tengo ganas de abrazarte y que me digas que todo va a estar bien, que jamás nos.dejaremos...
Ella: Todo estará bien, en la medida que aceptemos lo que pasa.
Él: ¿Crees en eso que dices o son palabras de aliento?
Ella: Creo que así es
Él:  ¿Aceptar lo que sentimos o aceptar la realidad que.nos aleja? Ambas ya las he aceptado y tu?
Ella: -guarda silencio-
Él: No te quito más el tiempo. ¡Nos vemos pronto!
Élla: El tiempo nos pertenece, no dejaremos que pasé en vano, aún te debo algo.
Él, Sí una respuesta y algunas cartas...
Élla: ¡hasta luego!

miércoles, 4 de febrero de 2015

128

Había terminado de hacer ejercicio, apenas unos kilómetros para compensar el estrago de la ansiedad por comer azúcar. Paré el ritmo del paso y decidí caminar hasta la casa para pensar, tratar de saber qué podemos hacer mañana, si es bueno para ambos citarnos en algún lugar neutral o si deberíamos rendirnos un tributo por las palabras que no hemos pronunciado uno frente al otro. Me subí a la escollera para mirar el mar chocar contra las rocas, el viento arrecia y se nota en la espuma que al romper con el oleaje blanquea el paisaje. Escuchaba alguna canción de esas que me recuerdan a ti cuando aprecié un sonido extraño y fuerte, como si alguien gritara mi nombre, inmediatamente me quité los audífonos y giré la cabeza hacia donde creí provenía tal sonido...no hallé a nadie, sin embargo la luna llena estaba presente, aunque entre nubes deja verse iluminando un poco el cielo oscuro de febrero. A veces pienso que son señales, y también creo que la mayoría de las veces no alcanzo a dilucidar el significado, la simbología implícita. Puedes ser tu misma en ellos o así ser lo opuesto...
El faro, la luna, la espuma del mar, el aire frío que me eriza la piel, la música que escucho, el ejercicio que realizo, todo se une y te lo ofrezco en tributo por tenerme cerca cada vez que te pienso, cada vez que beso tu recuerdo...te amo.

martes, 3 de febrero de 2015

127

...ha pasado casi un año desde entonces...tantas veces por sorpresa me has tomado que me he involucrado en una historia que suplica perdón, que irradia amor, que exige odio y que en su lugar, paz obtiene, tan deseoso de todo, tan culpable de la nada.

...te he visto por las calles y escuchado durante las madrugadas, a tus recuerdos le han crecido raices y la flor que de ellas emana, al tiempo cae, pétalo a pétalo sobre mi almohada. Te he soñado despierto, inventado un mundo completamente nuevo y te has vuelto fantasías mientras duermo.

No hay resumen en esta historia, ni comienzos ni finales, sólo hay versos acumulados que tontamente han querido romper las presas, para liberar el caudaloso río que me provocas, con tu luna, en nuestras mareas. Es luna llena, ¿habías notado eso en el cielo nocturno que nos alberga? ¿has sentido cuando te pienso de más, cuando te invoco, cuando te imploro, cuando he gritado tu nombre o susurrado en el vacio tu auxilio? cada oportunidad quise que lo supieras, y en ciento veintisiete cartas, no encuentro el consuelo de saberte mía...

126

Hasta hoy que te vi, recordé que algún tiempo atrás te había pedido salir a tomar un café el cinco de febrero, no cargaba con esa fecha, aunque estando tan presente es difíl diferenciar qué es y qué no importante en mis días. Este jueves te citaré, sin embargo, me hiciste también recordar que entre mis peticiones había extendido mi deseo por que te esforzaras en decirme las palabras prohibidas que se guardan en los versos de tus deseos incompredidos, ocultos, mudos, sigilosos.

Ya en otras ocasiones he sentido ese exceso de honestidad en lo que dices en relación a nosotros, hallándolo como algo que nutre lo que ya sabes, que ilumina, que perfuma, que pertenece a nuestra dimensión más romántica, más erótica, y puedo extenderte la invitación con los brazos abiertos y la mente en claro para que de ti surja ese consuelo mutuo.

Es una fecha que no debe conmemorarse, más bien, deberíamos borrarla del recuerdo, no como una recreación del castigo que significó darnos una tregua física, un adiós parcial, un murmullo silenciado del amor que en su flama no se extingue, sino como una respuesta a nuestra pregunta, nuestro errar pasado.

Nunca tuvimos fechas especiales, cada vez celebramos sin motivos, sin afectos el estar juntos, el sostener lo insostenible bajo las reglas autoinfligidas de lo tuyo y lo mío en simple pero compleja mancomunión. Yo recuerdo muy bien el día que nos conocimos, la noche que te cargué bajo la lluvia y el día que hicimos el amor por vez primera...esos momentos los festejo cada vez que te recuerdo en ellos, aunque no estés, destapo la botella y brindo, porque son fracciones de la memoria que aferro a mi piel, que memorizo a través del tiempo y del dolor. Ahora que no estás, como la luna en cada fase, regresarás, con demora, pero mi amor te esperará en el ciclo intermitente de olvidarte y traerte a mi mente, sobre tu viento giro en espiral hasta desaparecer en un vuelo infinito, permanente. Es tortura pensarte en el amor que guardo paciente, es delirio viviente, y lágrimas que el sol no seca, el deseo que ya no peca, que no consigue alcanzarte.

Tus pasos hacen eco y tus abrazos vibran en mi pecho porque sigues aquí...









lunes, 2 de febrero de 2015

125

Me desperté a las seis a.m. ya hace una semana que decidí cambiar mis hábitos de sueño en combinación con el nuevo medicamento. Es lo suficientemente temprano para notar cómo el silencio de la ciudad dormida es removido por el canto de al menos dos aves diferentes, y el claxon del tren que de lejos avisa su paso, resuena en eco. El sol ya ilumina la cortina y su silueta aparece dibujada tras de ella. Tengo hambre y mi día comienza ya, extráñamente pensarte y la ansiedad aunada a ello, se ha mantenido oculta o entumida, definitivamente las pastillas tienen la culpa, me he mantenido sedado, tranquilo, positivo.

Sigues pero te siento estática, calmada, te miro en lejanía consiguiendo acercarme a tu recuerdo austeramente, incapáz de revivirlo, de sentirte...sigo siendo el mismo, y tu amor lejos de evaporarse o diluírse, está impregnado en mi, así que sólo veo adormitado el desvelo y en oscuridad la luz de tu mirada, el brillo de tu pelo, tu sonrisa, tu alma. Estando tan dentro, te alejas de mi consciencia, y cuando me acerco, más y más me encuentro amándote hasta el mínimo intento, toda, hasta siempre...