martes, 30 de diciembre de 2014

87

"...tu corazón tiene un ritmo suave, sin soplos..." eso dijo el cardiólogo, una consulta que necesité de urgencia debido al sobresalto de ayer y la acumulación de lo demás. No fuí con él para el diagnóstico de un fallo coronario o arritmia que haya notado, decidí que los síntomas físicos de náuseas, mareos, dolor de cabeza, falta de apetito, insomnio, y emocionales como desesperación, ansiedad, pensamientos delirantes, pánico y sentimientos de culpa exacerbados, fatalistas, eran la manifestación de alejarme de ti de la manera más insignificante pero incómoda. Mientras platicábamos, él miraba por tiempos el monitor de la computadora, buscando información de los medicamentos que he tomado en el curso de mis crisis, litio, fluoxetina, quetiapina, con la finalidad de recomendarme una alternativa, ya que por la experiencia negativa de consumirlas, le pedí una receta distinta. Así mismo, cuando no me miraba, yo leía los diplomas y constancias que colgaban enmarcadas en la pared beige junto a dibujos y pinturas de corte médico, recortes de periódico y publicidad de los laboratorios adornaban el resto del despacho. Después de responder algunas preguntas, me pidió que lo siguiera, fuimos a un cuarto aledaño a donde ofrece su consulta, un cuarto pequeño donde guardaba algunos aparatos. Me pidió que me recostara y al mismo tiempo comenzó a desenrollar unos cables que en su extremo tenían electrodos para medir la frecuencia cardiaca. Después de un minuto, tomó el papel de la impresora y leyó el resultado: -estás bien-, dijo, -el ejercicio ha ayudado a tu cuerpo-. Me sentí como un mono en el laboratorio, pensando que me electrocutaría para calmar la crisis, aún sabiendo que no tiene el suficiente voltaje para hacerlo, quise creer que incluso después de quemarme el corazón, ese aparato nos diría que algo más en mi estaba fallando, cualquier otra parte, el cerebro en sus funciones, pero qué ilógico creerlo ahora me doy cuenta, ningún electrodo conectado en la sien.

Salí aprisa del consultorio para llegar a la farmacia, y aunque el doctor me advirtió que era un medicamento costoso, no reparé mucho en ello, como en otras ocasiones, sólo pensaba en quitarme este malestar. Regresé de nuevo para pedir un poco de agua y pasarme el remedio, que con ánimo de que funcionara instantáneamente, ritualicé el paso por la garganta, repitiéndome que te queria sacar de mi. Recogí mis cosas que traía en una pequeña mochila y abrí la puerta que daba a un pasillo largo y algo oscuro, sentí un rocío que atribuí al desecho del aire acondicionado pero puse más atención y noté que era agua de lluvia, ligera, del tipo de gota que no moja y que parece suspenderse en el aire esperando a que al pasar las lleves contigo. Instantáneamente comencé a llorar, sin comprender por qué, sin tener un antecedente claro simplemente me brotaron unas lágrimas más grandes que la lluvia misma. Apuré el paso, lo que me dejó liberar un solloso en soledad, cuando llevaba media cuadra recorrida paró la llovizna y paré de llorar, simultáneo, extraño.

Recordaba que en algunas pláticas que mantuvimos noté que tu desconfianza hacia mis palabras era tan grande que tus respuestas sonaban ajenas al diálogo, como si no entendieras, como si no te importara, como si no hubiéramos pasado todo ese tiempo juntos, como enajenada en no querer saber más. Así como ayer que te pedí quitaras esa foto de mi vista y no lo hiciste increpándome por no hacer lo mismo respecto a la rutina que me lleva a mostrarte cómo vivo, con quien y las noticias que creamos en torno a mi presente. Algo justo, algo difícil de sobrellevar, por eso no reclamo más, no exijo nada, no vuelvo más al diálogo. Hoy callaré, y mañana haré lo mismo porque no me gusta, no lo tolero, mirar lo nuestro como una amistad cuando mis días se componen de sed, de calor, de odio y amor hacia ti, no puedo sentir tanto por una amiga, y la soledad que en el tiempo no tiene lugar, se aferra cuando estoy acompañado de los demás. 

LLegué a la casa tras caminar por diez minutos, fuí directo al cuarto para tomar la pastilla inductora del sueño, sabía que al combinarlas el efecto se potenciaría y podría dormir fácilmente...Antes de quedar dormido, bajé a la cocina para tomar algo de cenar, encontré jamón de la cena navideña, lo preparé y acompañé con pan duro. No quería convivir con nadie y subí a comérmelo sobre la cama. Recuerdo que terminé rápido, apagué la luz dejando la televisión prendida en cualquier canal. No recuerdo nada más, eran las nueve de la noche aproximadamente, así que dormí once horas como hacía mucho no lo hacía. Sigo aletargado y no esperaba menos, los medicamentos de este tipo (antipsicóticos, antidepresivos e inductores de sueño) causan a veces, contratiempos por decirles de alguna manera.

Quiero dejar de pensarte, quiero sacarte de mi, dueles demasiado y no tienes cura.

86

5:50 am, casi dos horas antes de despertar...dormí bien con la pastilla pero el efecto se detuvo ahora mismo. Tomé el comprimido nuevamte para tener calma y sueño.

Siento que se aproxima mal tiempo, prefiero agarrar las velas y no salir volando mi barcaza zarpa ahora...adiós

lunes, 29 de diciembre de 2014

85

Hice algo de ejercicio, menos del habitual, me aburrió la rutina supongo pero aún así me viene peor llegar a una casa que no es la mía a intentar conciliar el sueño. Hoy me sedaré con zolpidem -unas pastillas que mi madre me proporcionó de uso restringido porque seguramente tiene miedo de mis síntomas pre-esquizofrénicos- ya que no deseo sufrir la transición del insomnio pesado al desmayo ligero.

Estoy tumbado en una banca semi oscura, el clima es fresco y mis articulaciones me incomodan un poco, creo que los tenis nuevos tienen algo de culpa, mañana descansaré de ejercitar e iré mientras a pintar la nueva parte de la casa que sigue en gris.

Tengo ganas de quedarme aqui o irme lejos, he pensado fuertemente en mudarme de trabajo y cambiar el rumbo de mi vida. Algo que me distraiga y me ponga en enfoque de nuevo.

Pese a tener un historial de impulsividad incrementada con el alocohol, en este tipo de decisiones me he censurado mucho, es un miedo profundo a perder la "tranquilidad" en mi vida. Debo arriesgarme, no estoy cómodo y si desubicado, esto de la paternidad me pone mal, e imaginarme viviendo con alguien como mi pareja no me parece sensato, no la quiero lo suficiente, no quiero sacrificar...

84

Ninguna herida es un destino, es un camino, un error del que no siempre se aprende, duele y no sana si la cubres, si quieres olvidarla y pretendes que está ahí.

Una herida es, algo que sana desde adentro, ninguna sal o miel alivia más de cierto tiempo...

Te extraño más de lo normal pero no puedo hacer más dolorosa esta curación, aunque sigo esperando tus manos en mi recuperación. Cuando venga el día que afronte mi desesperación, deseo que me aceptes tal y como yo te acepto en mi.

83

No puedo ser tu amigo, ni permito que me hables como tal, puedes fingir o no decirme la verdad, puedes sobrellevar esto a tu modo, pero en el mío, en mi explicación y respuestas, no puedo ofuscar las palabras para que te sientas mejor, va en contra de lo que siento y no es mi deseo bloquearlo, he intentado mucho, demasiado para sentirme mejor con esta decisión y no hay luz a donde he llegado.

Puedo ser lo que soy, lo que conoces y si gustas, saber lo que desconoces de mi, puedo ser tus besos y algunos rasguños, pero tu amigo no, perdóname que estoy confundido y acorralado, que muerdo, que grito, que ladro, te quiero en una forma que no quieres, te tengo en un espacio tan alto que cuando el sol está a tu lado, la sombra que proyectas me oculta, y la luna que enciendes por las noches, altera mis mareas, me haces naufragar sin rumbo, todo inundado.

Quieres algo que no tengo, que no puedo, que no existe, y suponerlo sería pretender que está ahí, que es posible o que soy su dueño, ya no sé pretender, ni fingir, ni obstaculizar. Prefiero sentir tu viento suave y dejarme soplar, a donde vaya, en donde te encuentre, ahí debo encallar. Hazle como quieras, lo que siento, el amor o como le quieras llamar, no lo pienso ocultar, decisiones malas he tomado ya, así que al menos, negarte no será la opción esta vez, tu serás de mi vida el calor.

¿Te puedo forzar a darme una respuesta?  ahora ¿a qué puedes temerle? Necesito que me hables sin miramientos, que me termines de ahogar o me des fuerzas para cambiar el rumbo...te necesito y no puedo decirlo sin antes demostrarte que debo hacer cambios en mi vida, ojalá te encuentre en ese lugar al que deseo llegar ahora.


82

Tomo agua para aliviar las náuseas de ver tu foto junto a alguien más, es una impresión que no esperaba recibir, es odiosa y no puedo tolerarla, no significa que me engañe pero asumir algo como real, así como uno cree que el fuego quema, no significa que quiera meter mi mano a la chimenea sólo para probar la naturaleza de la llama.

He terminado una jarra completa de agua y quisiera que fuera un remedio para dormir, para olvidar, para quitar la ansiedad, me tomaré la tarde libre, no me siento bien físicamente y me angustia no sanar tu amor...me angustia que te guste saber de mi y que no quieras besarme como yo lo deseo. No me importan muchas cosas ahora mismo sólo quiero paz y la creencia de que sólo tu me la puedes dar se aferra a la existencia misma de la cordura que aún me queda. 

No somos amigos ni desconocidos, somos amantes que no se olvidan, heridas que no sanan en otros brazos y placeres que el agua no diluye. Somos hoy, presente y eternidad. Malinterprétame si te place eso, pero debes aceptar que no puedes hallar así como yo algún indicio que explique lo indescifrable de su origen, pero que a la vez se vuelve legible, con tal vividez que nos afecta, nos impulsa, nos conmueve a seguir escribiendo, a continuar leyendo en voz alta la historia de lo nuestro.

Tienes una peculiar manera de silenciarte que me desbarata, nunca pudiste pronunciar con prontitud las emociones que nos impedían lograr mantenernos cohesionados, ni yo pude decidir con el miedo a equivocarme ignorado más que el propio de fallarme a mi mismo. 

Ahora la perspectiva se movió, el ángulo de la caída es menor, pero sigo cayendo. Siempre esperé de ti un grito de guerra, de amor, de compasión, de ira, de fortaleza, de pasión, pero tu siempre lo tuviste de mi y eso era suficiente...decías que tenías miedo de mi alejamiento, tu inseguridad y mi temeridad juntas vacilaban e hicieron de lo nuestro una dinámica que nos cansó. Éramos perfectos como seres de amor y como humanos, destructores de si mismos. No te puedo perdonar hacerme sentir tanto por ti, y me odio por no abrir tu imaginación al mundo que nos esperaba compartir. Nunca pude hacerte volar a mi lado, nunca pudiste hacerme confiar en tus manos...

Tan fácil que puede ser quererte, tan complejo que es nuestro amor...tan difícil que es saber que no te olvido, tan simple que parece tenerte a mi lado y no poder, me mata la ilusión.

Vuelvo al mismo sitio. Vuelvo a ti y no como un amigo, sino como tu verdadero amor. Y no hablo de esto en pasado, tan vigente e imperecedero, aún te amo, cierto, tan cerca del odio por nuestra descuidada manera de llevarnos que confundo todo y me deja nada, me deja incierto. Escribirte no es una manera de aflojar la válvula de mis emociones, es la manera en que te hago saber que sigo en ti, porque en mi eres aire, el aire que me permite vivir...

81

He deseado hacerte el amor como una idea romántica que se hace erótica conforme avanza la madrugada, he querido tener tus palabras en mi oído y acariciarte con las mías hasta que me pidas lo mismo que yo te pido a ti. He sentido un calor que incedia mi piel y un deseo que hierve desde el fondo, vapor que deja húmedo el ambiente y condensado moja la cama, el piso y las paredes todas. Gotas de mi deseo que no calman la sed de amarte, quiero hacernos el amor con las palabras, que me enamores con ellas y me lleves flotando por las nubes de esa pasión inextinguible. Sólo por hoy no cuides lo que dices o callas, cuida entre tus manos este calor que nos enciende e inflama. Digamos lo que vamos a hacer y hagamos realidad esos sueños que sé, te acompañan a donde vayas. Lo imploro con miedo a morir y tu consuelo es el último remedio antes de ese trágico fin. Es divino y oscuro el lugar donde te miro, no necesito luz ciertamente y tampoco un claro destino, te pido a ti mi amor junto al sendero que con dolor hemos construído, para aprender a volar sin alas y caer unidos siempre que sea eterno. Te he querido haciéndome el amor con tus palabras, y con tu cuerpo y con tu alma, porque nada explica más de lo que guardo, ni mejor de lo que entiendo, que este deseo inmenso por fundirnos como uno y renacer como un nuestro.

80

Hoy desperté con poca dificultad, han pasado dos noches que duermo más tiempo ya que a veces me resulta útil gastar la mayor parte de mi energía en actividades que me distraigan de los pensamientos poco redituables que genero en torno a mis problemas usuales.

Hoy desperté, y me senté al filo de la cama, poniendo los pies sobre el piso poco tibio, en la madrugada entró el norte a la ciudad y por la ventana, la cortina se veía empujada por la corriente hacia afuera, ondulante como bandera. Estaba nublado y tras evaluar mi descanso, pensé en ti, ninguna idea en especial, se me ha hecho costumbre decirte ¡buenos días! junto con cualquier pensamiento que me llega contigo o de ti.

Ya en el trabajo, continuaste conmigo y tras beber el café, que por cierto aún por la gripa no logro hallarle un buen sabor, quise abrazarte, darte un fuerte apretón y un cálido beso...lo explico así aunque no en el orden mismo, quizás te daría primero el beso, pero pocas cosas sobre ti tienen orden o coherencia, es en esas fantasías lo que menos impera, no así el caos en el azaroso pensamiento que figura más a un crucigrama sin pistas que a un libro, que simula más ser una corriente de aire que piedras apiladas contra la puerta.

Recordé la manera en que de vez en cuando soltabas un suspiro, un solloso que sonaba como si te faltara el aire, parecía que inhalabas más que lo contrario, era un reflejo que sonaba a cuando se sale del agua con apuros después de bucear y tomar todo el aire posible de una sola tajada.

He pensado mucho en nosotros y en como las decisiones se fueron haciendo un pasado mesurado, latente, recubierto por capas de arena que el viento expone, que en aire hacen remolino y enturbian la visión, lastiman los ojos que ya secos de llorar se rallan y ciegan. Ante tal sensación, han llegado a mi, como cuando nos despedimos en febrero, maneras, planes, ideas, decisiones que reviertan los errores para mejorar el futuro mutuo. Tu amistad me duele, tu amor me hace falta y mi presente es incómodo, hay mucho que no quiero en él, tu lejanía es lo principal.

Comienzo a ver que mi situación es en gran medida el resultado de cambiar mi rumbo para olvidarme de ti, que en cada decisión tomada, estabas tú recordándome el dolor de no tenerte y avancé, si es que no he retrocedido, hacia un lugar distinto al que imaginé, al que quise llegar, aquí no tengo paz, no me siento cómodo y vivir así me tiene al borde de una locura emocional. Es una pila altísima de pensamientos que se desmoran ante mi y aunque estoy sosteniendola con manos firmes y mi corazón desnudo, siento que poco a poco se vendrá sobre mi. Suspiro como tu ahora, ahogado, sepultado, desesperado por cambiar mi vida y su rumbo, por mi, por ti, por todo, quiero paz...

sábado, 27 de diciembre de 2014

79

En medio de un suspiro busco dónde sentarme, lo hago y exclamo ¡ay! cómo te extraño... una pronunciación que exhala y vuelve como aire frío a mi. Hoy te dí los buenos días cuando el sol me iluminaba mientras permanecía apoyado en el espejo que se inclina en la ventana. Planeaba hacer algo, irme de ahí, olvidarme de la tristeza, borrar la ansiedad y la pesadumbre que dormir poco me dejó esa madrugada, pero a las horas se acerca la noche y busco un equilibrio, algo que calme esto y no he podido, quise llamarte y lo contuve, quise escribirte y me inhibí, más si puede funcionar, que sirva o que repare lo dudo, ha sido algo contraproducente hasta ahora, así que tengo miedo al insomnio y una tarde a punto de concluir sin ser trascendente, sin lograr su objetivo.

78

Dormí de nueve a once pm, creo que me despertó el calor. Intenté retomar el reposo y no pude, y después de dar algunas vueltas a las almohadas y jalar la sábana para despegarla de mi cuerpo, olvidé cómo se puede conciliar el sueño. Respiraba hondo pero mis pensamientos eran ruidosos y cierta ansiedad me mantenía intranquilo, sin ganas de seguir intentando. Han pasado seis horas y media y el dolor de cabeza me insiste que debo dormir, me siento con energía...que debo hacer algo.

El insomnio ha crecido, el círculo ha comenzado a rodar...

viernes, 26 de diciembre de 2014

77

Ensayo y error, y lo único que aprendo es que no puedo sentirme mejor sabiendo de ti. Hoy te pedí que me mandaras fotos tuyas, intentando disfrazar mi verdadero interés en la broma de tu sobrepeso, un interés desmedido y peligroso. Al verlas, se me revolvió el estómago, casi vomito y la ansiedad paulatinamente en incremento me puso a temblar, me falta coordinación en los brazos y todo alrededor dejó de existir como tal. No puedo con esta sensación, es muy fuerte, no puedo contenerla y la inquietud me deja desolado, inmundo, infeliz.

Te extraño desmedidamente, te necesito, pronunciar tu nombre es remedio y es veneno, mirarte aunque sea en fotografías es volver a enamorarme o recordar lo que sin comprender me hacías sentir. Tu ausencia me duele, me carcome y supuro lágrimas que no se reabsorben. Mirarte es perder el control de mi mismo, caer en picada y no morir, hay días que quisiera hacerlo...

¿Dejarnos? es la peor decisión pero la más conveniente,  es mejor en algunos y peor en otros ratos, cuando lo medito, concluyo que hay un balance entre el beneficio y el perjuicio de amarnos y no tenernos. Pero ¿es posible que el amor pueda ser falso y verdadero a la vez? Llevo la respuesta clavada en la herida que dejó nuestra partida y que no cierra, que el miedo dejó abierta. La dicotomía en acción no representa una propiedad del sentimiento, una decisión o mucho menos un destino.

Perdóname por lanzarte mis pensamientos como piedras, yo mismo he escalado la montaña para ver el amanecer y respirar tranquilo en la frescura de cualquier mañana, pero me he caído, y el derrumbado espíritu pesa sobre mi, desde mi lecho inerte aviento esas piedras a tu vacío esperando alcanzarte, que vengas a mi rescate, cubrirme en tu halo y evitar que me degrade.

Te has convertido en la metáfora que impulsa la poesía disfrazada de rutina, en el viento que me lleva y trae de vuelta y en la música que calla el ruido de la ciudad. Eres el noventa por cierto de mis pensamientos y el diez por miles de mis alegrias o de mis dolores, a veces no distingo. Oculta estás detrás de un árbol y por debajo de las hojas que el otoño le tumbó, en medio de su sombra y de mi calor.

Estamos iguales creyédonos distintos, somos dos enamorados fingiendo no amarse, mirando hacia otro lado,  buscando calma, que nos colme hasta mutuamente olvidarse. No como un deseo imperante, sino como una senda hecha por nuestros pasos, como un surco trazado entre las nubes, moviéndonos juntos al mismo lugar. No como un deseo o necesidad de cambiar dónde vivimos, sino por la desesperada búsqueda de la respuesta a la pregunta que nunca hicimos.

¿Qué?, ¿si te amo? | Si, ¡que te amo!. | Que te amo, ¡sí! un simple cambio en las palabras que ya existían en nosotros, que ya sabíamos, exclamadas por nuestras dudas más profundas, tanto que no observamos tal descuido. La respuesta está en la pregunta porque la pregunta compone la respuesta, como nosotros conocemos nuestro destino.

--Algunas de estas palabras son extractos repensados de la conversación que tuvimos hoy por la mañana--

miércoles, 24 de diciembre de 2014

76

Caminábamos, ibamos en grupo sin rumbo conocido, iba a lado platicando, gustosos ambos, entramos a un restaurante de comida rapida donde probamos unas enfrojoladas hechas con tortillas de maíz amarillo, muy ricas, los frijoles eran licuados y sazonados. El que las sirvió al parecer quería contigo, por la manera en que buscaba tu mirada. 

Después no recuerdo como llegamos a otro lugar, estabamos en una cama, creo que era tuya...ya olvidé el tema e intencón de estar ahí. Platicábamos, tranquilos y pausados, disfrutando.

No quiero pensar que esos lapsos de sueño breve quedan incompletos, sino que forman parte de un rompecabezas que poco a poco iré armando, dándole forma a mis deseos y materializando la felicidad de tenerte en mi para siempre.

martes, 23 de diciembre de 2014

75

Hoy me vió de lejos, no me saludó pero después me escribió...me gusta que lo haga, materializa en parte mi deseo de platicarle de mi y de cómo ella vive en todo lo mío. Al rato de trivializar la charla me pidió que me azomara por el ventanal del edificio porque ella desde el suyo haría lo mismo. Decidí subir al helipuerto situado en un piso 10 y desde ahí hacerle señas...dice que apuradamente divisó algo que parecía ser yo, aunque la imaginación también juega un rol importante, no pude apreciar alguna forma humana en el edificio en el que se encontraba, a unos quinientos metros aproximadamente. Jugamos a los amigos,  con la distancia de juguete y los celulares como su control remoto. Jugamos a estar lejos estando cerca...a escucharnos sin podernos ver y a la lejanía, darle su espacio para brindarnos algo de paz. Hablé poco con ella, pero me siento seguro de ir a visitarla en estos días, quiero darle un regalo, aunque sé que de fondo verla es en sí un premio, una recompensa, y ¿por qué no? Un regalo de vuelta para mi.

lunes, 22 de diciembre de 2014

74

Me levantó el malestar estomacal, aún no doy con la comida que me "cayó pesada", no quiero creer que fué el mole que mandé traer, el que hace mi abuela y que presume de no ser agresivo con el estómago...eran las cinco de la madrugada pero mi cuerpo reaccionó como si fueran las siete más treinta, ya que al volver del baño e intentar conciliar el sueño por dos horas más, simplemente no podía. Inevitablemente pensé en ti. Antes de caer dormido esa noche, miraba algo de porno en mi celular, pues en la televisión no había algo más interesante en qué perder el tiempo, y me topé con un video casero en el que pude percibir similitud contigo de la protagonista. El novio graba mientras se encuentran en la cama, ella de espaldas y el acariciándola mientras da sentones a un ritmo lento y placentero. Sentí como los recuerdos eróticos llegaban a mi cabeza pero rápidamente se bajaron al resto del cuerpo...te toqué recordándote y la ansiedad se combinó con el placer, terminó todo rápido, no necesité de mucha energía, como cuando tu me acariciabas, tan exactas caricias, tan perfecto placer...

sábado, 20 de diciembre de 2014

73

Llego al mar para olvidarte y recordarte detrás del rumor, en el oleaje que te nombra y huye. No soy el que cobarde en la arena se te esconde, más bien el que en el cielo es invensible. Me fuí de ti para enamorarme, para creer una vez más en lo invisible, eso que nace en el misterio inextinguible y que me hace uno con la luz y con la sombra, desapareciendo entre ambos. El éxito y el fracaso me recuerdan que la vida no es indivisible, y que el amor en suma de sus partes, es igual a ella como un todo, pero nunca individualmente. Tú eres yo, y nosotros somos todo, pero nada también.

Dejo que el asombro despierte en la simplesa de las cosas y con suerte espero que alguna de esas olas borre este dolor que arde con la sal que erige esculturas en tu honor, me voy al mar a ver el tiempo que se mueve con la espuma y esculpe tu figura, me voy porque ahí escuentro todas mis preguntas, ahi donde tu eres todas las respuestas.

Me corté las alas para no seguirte y al caer sobre esa arena dejé pasar tus huellas para no mirarlas junto a las mías, mi vida, aunque morena linda, el mundo es inmenso y cada kilómetro que me aleje de tus brazos en realidad me acercará a tus pies, porque en cada paso que des estaré yo, y siempre, siempre, en mi estarás tu...

viernes, 19 de diciembre de 2014

72

Me desperté con tu nombre en mi boca, fué un pensamiento fuerte o una pronunciación poco audible...no lo sé, seguía adormitado. 

Ayer por la noche llegué cansado, un cansancio que viene no del cuerpo, un agotamiento mental tras haber recorrido cincuenta kilómetros de pensamientos y nadado otros veinte en el mar de tus fantasías. Llegué directo a la cama, y como en raras ocasiones, el sueño me desmayó pero justo antes de perder la consciencia, ya con los párpados cerrados se proyectaban sobre mis ojos imágenes tuyas, como si pudiera verte dentro de un espejismo, te veía como si estuviera detrás de un cristal empañado sin que tu lo supieras, como invisible. Me tomó por sorpresa esta experiencia que ya no distingo dónde fué creada, ya no comprendo cómo puede pasarme esto, una alucinación vívida, un sueño lúcido. Me gustó pero me dejó intrigado, sospechando que el síntoma de tu lejanía se manifiesta polimorfa, atemporal y sin control.

Una hora antes de esto, estaba realizando una llamada y dije tu nombre, te mencioné en esa ocasión, aunque ya me ha sucedido pensarlo tan fuerte que me confunde no pronunciarlo. Una palabra automática que debo expulsar, gritar tu nombre. Cuando pienso en ti, la materia se transforma en formas insospechadas, en aire, en suspiros, en energía que me hace temblar, en acústica, en una melodía, de ti la música viva, encarnada, en polvo, agua, lágrimas, en química y metafísica.

jueves, 18 de diciembre de 2014

71

Desperté sintiéndome tranquilo, una madrugada reparadora a decir verdad, como pocas ya que generalmente me levanto con deseos de no hacerlo a consecuencia del insomnio que por las noches al tratar de cerrar los ojos me lo impide, me toma de los párpados y los mantiene en vigilia hasta que me desmaya tanto castigo, tanta ansiedad. Soñé contigo, que sentados en la banca de algún parque nos invitábamos a visitar un lugar que ya conocías. La atmósfera onírica se respiraba alegre, relajada y amigable. Apareciste en otra ocasión más pero no recuerdo qué sucedió...

Comienzo a pensar que esas madrugadas cuando te apareces tan de buena forma (porque a veces puede ser lo opuesto) algo en mi consciencia se activa o se calma, un cambio desde adentro me tranquiliza. Deseo soñar contigo cada noche...muchas veces lo he intentado y no encuentro la llave de esa habitación que me permita entrar a placer, sin embargo, en las noches guardo la esperanza de verte y juntos sonreír, andar y concluir esas caricias pendientes, distantes. Te necesito, te necesito.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

70

¡Buenos días!, sin un particular mensaje adicional, aunque como un café expresso, el sorbo de desearte un buen día, sabe amargo, pero es la peculiar sensación en boca la que distingue y gusta. Como todas las mañanas, bebo un café para despertar, para evadir el sueño del desvelo anterior, y claro, para saludarte sin motivos aparentes, porque prefiero sorber tu sabor y tomar a bocanadas tu aroma oscuro, tibio, delicioso, que mantenerte guardada en algún lugar mientras mi jornada llega a término.

martes, 16 de diciembre de 2014

69

Engañar al mundo entero es una idea loca cuando dos locos intentan vivir cuerdamente engañados, es más fácil mentir que ceder para no romper las cadenas de las convenciones que nos frenan. Pero recuerda: mentirnos primero que a los demás es asesinar con acero y filo la carne, con fuego quemar al espíritu y con lágrimas y cenizas manchar el piso de la indiferencia, imborrable.

Añoro tus besos, tus ojos, tu aroma y tus recuerdos lejos de evaporarse, llueven sobre mi cuerpo incesantemente, aunque parte del mismo ciclo: ayer lloviste, hoy te evaporas y mañana correrás por mi rivera hasta congelarte en invierno y derretirte en primavera. Somos tu agua de río, misteriosa, llena de vida, dulce y turbia, y yo de mar, fría, oscura en el fondo y tibia y rompiente a orilla de la playa, cerca de tu desembocadura, donde mi sal nos mezcla heterogéneos. Pienso mucho en ti, demasiado si quieres, o poco guardando austeridad, aunque en cada día que paso lejos, la efímera luz con que alumbras mi oscuridad me acerca a donde estás, pero no encontrarte ahí me hace fantasearte más, pensarte, olerte y besar tu cuerpo hecho de sombra, frío cuerpo lleno de sentimientos y vaciado con miedos a la vez, ahogados murmullos de historias que no escribiremos, estoy cansado de decirte tantas veces adiós que he preferido sanarme poco a poco en ese mundo de esa dimensión paralela que se calienta con tu sol y tus constelaciones dan remedio a mi dolor.

Me gustaria tenerte cerca y atenderte con todos mis sentidos, con todas mis caricias y calentar tu cuello con mis palabras y frases que terminen con un beso y no un punto final, sólo puntos suspensivos que se suspendan como aretes en tus oídos, como tatuajes sobre tu cadera, como cosquillas en tus muslos y rodillas, como de tus pies suban hasta tucabello como enredadera.

lunes, 15 de diciembre de 2014

68

Soñé contigo, para variar a los anteriores en lo que había desconcierto y rechazo, esta vez, llegaba a un departamento donde vivías, en el cual había una persona de edad avanzada a la que tuve que mentir para entrar y verte. Ya en tu habitación, te demostraba mi excitación y te invitaba con palabras sutiles a que hicieramos el amor. Te decía que quería estar en el fondo de ti, como aquellas ocasiones que al hacerlo, sentíamos ese tope. Sé que empezamos pero no recuerdo que hallamos concluído, algo nos interrumpió, me parece que un temblor...

viernes, 12 de diciembre de 2014

67

Recuerdas cuando nuestros cuerpos chocaban tan fuerte...el sonido que soltaban en el placer a golpe de piel. Yo encima alzándome más lento de lo que caía sobre ti y adentro. Esos golpes de pasión no los olvido, me excita recordarlos. Una manera de castigarnos y amarnos al mismo tiempo donde las caricias se llamaban embestidas y el toro de esa pasión desinihibida nos cogía. En geografía, el choque continental de montaña y llano, con terremotos que sacudían, que vibraban nuestras tierras hasta la muerte, hasta la calma, llevando a la extinción nuestro delirio y dando a luz nuevas eras.

66

Creí verte de nuevo, esta vez después de suponer que podías ser, me levanté y fuí tras de esa mujer. En clases de dibujo aprendí que la mente traslapa en la realidad lo que observas y es curioso ver plasmado en lo que hiciste algo que de hecho no existe... eso mismo me está pasando. A menos que tengas un perro y que hayas perdido estatura y ganado lonjas, entonces, de nuevo verte creí. Mi corazón se aceleró y me preparé para decir algo coherente, algo así como un saludo que guardo en mi para ti latente. Desistí de alcanzarla; iba con su novio y tal vez la idea de que fueras con alguien me enfermó con una náusea instantánea, de esas que terminan en vómito, emociones arrojadas salvajemente hacia fuera de uno mismo, sin preparación o consentimiento. Pasaron 10 minutos mientras continuaba con el ejercicio al pie del mar cuando esa mujer de la que hablo pasó cerca nuevamente, lo suficiente para verificar que no eras tu...¡vaya alivio!

65

Cuando presiento una inminente cercanía, aún en esta distacia, te enredas en mis palabras y haces de un nudo mi garganta. A veces tanta realidad me espanta, y me congela, te aparece pero al rato te mata, por eso navego en el mar de nuestros sueños, a la deriva y con poca ración, esperando no tocar tierra aunque siempre alcanzar tu constelación. Respiro tu perfume con afán y delirio, intentando trazar tu figura en el infinito vespertino, buscando con desesperación el hermoso final que veo en nuestro destino. A veces ciego termino mirando de frente a tu sol, y es  a ciegas cuando te descubro mejor...un dolor que no se ve, es igual al amor que te profeso sin tenerte.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

64

Deseo tu cuerpo y cómo se dibujaba tu silueta sobre el mío. De cómo te aferrabas a las sábanas asfixiándolas entre tus puños cerrados que miraba por encima de tus hombros y me alejabas de este universo. Extraño el aroma de tus caricias y cómo sabían en dónde hospedarse sin rumbo previsto, el sabor de tus abrazos tibios y la pasión que nos arrebataba la vida cada madrugada y en la mañana siguiente nos la devolvía, sólo para llegar hasta la siguiente noche. Deseo morderte, rasguñarte, romperte y luego unirte con mi sangre, mi sudor y mi saliva.

Te amo tanto como mi cuerpo desea evaporar estos recuerdos nuestros y hacer una lluvia sobre ti, mojarnos en ellos y calmar el calor. Te amo tanto que he deseado ser agua y derramarme en ti, embriagarnos hasta morir.

Estoy ansioso por que me escribas, estoy a la espera de estar en contacto contigo, y sólo pensar en ello hace que mi estómago me recuerde que la emoción viene desde adentro, mi cuerpo se prepara para lo que no sucederá y mi mente se programa para recibirte, ambos desfallecen engañados en la soledad y todo se esfuma, todo menos el dolor, la necesidad, el deseo...

Es difícil contenerme donde el miedo mis deseos acalla, y en el vacío de la ignorancia, el más grande de los silencios extravía el eco de mi pasión, de la añoranza, ahí donde la muralla tras la guerra acaba. La mordaza de no saber qué sientes y que enmudece la voluntad de hablarte para saber lo que en tu interior guardas, se entrelazan, verdugo y castigo, develando dos castigados, un par de testigos mudos e ignorados, maltratados ya entonces por temor a un final aletargado.

Tan difícil es como estirar las lágrimas para dibujar una sonrisa y coserla con cuidado para no desgarrar el alma, como frenar avalanchas en estrepitosa bajada por la montaña, o surcar el cielo negro y estrellado sin alas, sin horizonte ni mañana. Es difícil pretender que me leas, cuando en realidad deseo que me beses, e intentar que me escuches cuando sabes que deseo, que muero por que me entiendas, que te necesito cerca, que lo intentes.

Es tu física ausencia la que me ha vuelto un ser impaciente, y es la inquietud mujer por retenerte, la que se ha robado mi presencia: ya no soy alguien por fuera, pero sigo siendo tuyo, tuyo en mi mente.

 Cada noche debo privarme del placer de recordarte, porque en la necedad de hacerte presente, mi cuerpo platica con la madrugada, me deja exausto desearte y no poseerte. Tratar de alzar a mano desnuda la llama de la fantasía e incendiar la piel con recuerdos me cansa y duele, pero aún con el alma cansada y remendada, y el intenso dolor creciente, te prefiero así que por dentro de mi ausente.

Sigues en mi...tan impregnada, tan evidente. Sigues en mi...tan inminente, tan evitada.

martes, 9 de diciembre de 2014

63

Hoy no me siento bien, en general me he vuelto pesimista y eso me inquieta, es un síntoma depresivo que perjudica mis pensamientos y obtaculiza mis planes. He estado sumamente preocupado por la falta de liquidez y lo que conlleva, puede ser el cambio de rutina un tanto drástico y los planes a futuro que no se pueden postergar.

Hace ya tres semanas he tenido un dolor en el cuello que no logro quitar y el insomnio se ha mantenido en su lugar, acrecentando el malestar que no me deja estar tranquilo. Me invade el deseo de huir, de simplificar mi vida, de buscar otro camino, pero a la vez la impotencia de no entender cómo lograrlo me enferma.

Son presiones a las que no me había expuesto antes y frente a ellas me quiebro desde adentro, de un modo que no puedo controlar, como un fóbico.

Ayer comencé a escribirte lo que no dije mientras hablábamos, pero se borró. Me parece fácil repetir las palabras porque tuve impresiones bastante fuertes que recuerdo y recordaré. Cuando te escribí por mensaje que tengo ganas de ir a casa de tus padres y me respondiste que te avisara para que estuvieras me emocioné y sentí necesario hablarte, expresar de alguna manera que estaba de acuerdo y poco tranquilo con escuchar tu voz, abrir el contacto de esta manera en la que me sentía incapaz algún tiempo atrás. Cuando proyectaba la visión sobre hacerlo, surgían impresiciones y argumentos rumiativos con deseos ocultos y dolorosos. Me dueles, y hablarte o saber de ti me cuesta aceptarlo como algo que haga sentirme tranquilo, quizás alegre, ver el sol en un día nublado y con llovizna, pero esa misma sensación fresca en la piel del rocío se parecía a un abrazo tibio, melancólico, de unos brazos que no te tienen y se entrelazan atrás de mi espalda al cruzarse sin hallarte.

Mi voz estaba quebrada, sin saber si eran mis pensamientos los que se resquebrajaban y me impedian hilar una charla de apariencia normal y tersura palpable. Esos mismos pensamientos de tantas cosas que no te he dicho, que no debo decirte, que muero por expresar...Al hablar contigo sentí cómo se enrojecían mis ojos, me faltaba el aire e inhalaba hondo para controlar la voz, para contener palabras inadecuadas, prohibidas. Tener contacto contigo no me hace bien, pero no saber nada de ti me pone peor. Es tanto que no lo controlo, siempre al revés, me controlas.

62

No dejo de pensar en ti y mis manos están dispuestas a explicarte mis pensamientos necios. Porque las palabras son testigos de cómo se entrecorta la voz, y es quizás el grito más callado el que me hace perderla, el que enmudece mis emociones y las amarra a tu alrededor,  Necesito que las escuches de una u otra manera ya que nuestra lejanía las maltrata y me aterra que nunca lo sepas.

Hoy recordé nuestros inicios, cuando vivías en un cuarto pequeño. Recuerdo los edredones antiguos y pesados, pero suficientemente cálidos como para mantenernos protegidos del frío invernal. En esa cama, en ese cuarto, nos descubrimos las primeras veces, cuando las sensaciones eran otras, pero siempre mejores, no me gusta escribir en altisonancia situaciones que merecer relajar el lenguaje, aunque espero que traigas a ti lo mismo que yo. En esos días, donde manchábamos las sábanas de nuestras pasión callada al no querer ser descubiertos, esos días en los que permanecíamos acostados para que nuestras sombras no se proyectaran en la cortina. Hacíamos el amor y cada sensación era nueva, quiero que sepas que las recuerdo todas, los aromas, los colores, las formas, todo. Una madrugada nos tumbamos en el estrecho corredor de acceso, un camino angosto entre la entrada y las escaleras que daban al cuarto donde viviste. Había llovido por lo que el piso tenía algo de lodo que terminó en nuestra ropa, hicimos el amor en el piso, con miedo a que nos descubrieran...me encantó. No fué la única ocasión que pasó algo similar.

Una vez en el bosque, perdidos entre los árboles, o ¿recuerdas esa mañana en la playa desierta? tengo una foto tuya sentada sobre un tronco seco que estaba a orilla del mar. ¿Recuerdas cuando nos hicimos el amor detrás de un salón antiguo que está cerca de la casa de tus padres? Cada oportunidad es una historia que contarte, en fin, hoy se me vino todo esto a la mente.

Te extraño y quisiera hacerte el amor como antes, pero como siempre, sé que mañana será mejor.

lunes, 8 de diciembre de 2014

61

Ubicando el lugar donde haces ejercicio, y que posteriormente me dijiste que era el mismo edificio donde trabajas actualmente, me di cuenta que desde los ventanales de donde trabajo, puedo verte, un día me gustaría que con una luz me hagas señas, y yo haré lo mismo. Estamos tan cerca, que me dan ganas de caminar cerca de ahí y toparnos casi accidentalmente...

60

Desperté creyendo que había soñado contigo, un sabor de boca que no pude encontrarle dulzura o amargor, sé que te probé pero no recuerdo a que me supiste.

El sábado pensé de más en ti, por casualidad habíamos terminado en el centro de la ciudad, donde estaba un festival en el que se desarrollarían actividades artísticas y cosas así. Esa tarde estuvimos caminando para buscar las exposiciones y sin rumbo aparente, cuando de repente al voltear a mi derecha, justo cuando terminan los portales recién edificados, me topé con el pequeño pero bien diseñado teatro y me interesé en saber qué obra se montaba ya que las personas aún hacían fila.

Entraban poco a poco, así que decidí preguntar si teníamos oportunidad de acceder sin boletos, a lo que respondieron con cierta esperanza que se definiría en treinta minutos. Preferí como en pocas ocasiones quedarme cerca de la entrada para hallar la oportunidad esperada, en realidad no estaba interesado en continuar caminando, comer cualquier cosa, tomar una cerveza y regresar a casa. También la oferta de ver la luna llena que por cierto se veía gigante estaba en pie, pero desistí y me quedé parado con expectación y ansia. Al fin, alguien del staff alzó la voz para preguntar por dos personas que quisieran entrar, las personas formadas se comenzaron a ver entre sí y afortunadamente todas formaban parte de un grupo mayor, así que sin dudarlo, alcé la mano y le pedí entrar, en voz baja y con cara de tristeza le afirmé que no teníamos boletos, lo pensó cinco segundos y nos dejó pasar. Me emocioné y aguardé una hora más para escuchar al artista que llegó esa noche, aunque no llegó solo, un pianista y cantante del cual subí un video en el post anterior (59) lo acompañó durante el pequeño concierto. Un concierto que me vino bien, inesperado y necesario. Ya tiempo atrás quise ir a sus presentaciones pero no me parecía adecuado, una impresión demasiado fuerte para vivirla solo. Ese sábado era yo, eras tu y la música que aterriza en nuestros recuerdos:


                                    

"...Nunca pude acostumbrarme a tu forma de ser, cada vez que lo he intentado acabo por correr...aunque no te quiero sigo amándote ya vez, me tienes la mano apretando en el arnés me tienes de espalda en la pared, me tienes colgado del alambre y no pusiste red, aunque no lo quiera sigo amándote ya vez, quiero darle vuelta a la película de ayer, aceptar que yo no encajo con tu timidez, luego te apareces y muerdo mis labios una y otra vez, a pesar de todo sigo amándote ya vez..."


                                                                   
"...Te doy la espalda empiezo a andar, pero no dejo de pensar, prendo un recuerdo para evaporar tu amor y más se inflama el corazón...juro que no vuelves a escuchar mi voz, no importa que estalle todo en mi interior, aunque yo no entienda ya esta situación, esta historia acaba porque nunca comenzó..."

Estas dos canciones bajé a grabarlas cerca del escenario, las dos últimas, las que regalan los artistas al final del musical. Me senté sobre el pasillo central apenas tres metros separado de EO y me concentré en no mover la cámara para obtener una buena toma. Me aisle de lo demás y me concentré en la letra, en cantarla, en dedicártela, un calor me subió por la espalda hasta la cabeza, como un abrazo y mientras escuchaba lo que pronunciaba, sentí como mis ojos se enrojecían, era tristreza, el acierto de un par de letras que se aproximan a la nostalgia y al mismo tiempo, enmudecen la alegría de tenerte entre mis manos, en mis pensamientos, en mi boca, en mis días y noches en lejanía tuya.

El sábado pensé de más en ti, el sábado, mi tristeza y la luna se veían igual de gigantes. Sé que pensaste en mi, porque al alzar la mirada, también me miraste en la luna y me escuchaste cantar de dolor.

Desde que nos escribimos, han llegado a mi fantasías sobre lo que te puedo expresar, también cuando vibra mi teléfono pienso que eres tu...me gustaría que así fuera pues en un sentido lato, eres una parte agradable de mi pensamiento, estás presente en buena parte de ellos, a veces están ocultos en la arena o impregnando el aire que respiro, en los sabores que pruebo y en los paisajes que surco con la mirada, y sentir que estás en contacto conmigo, porque piensas en mi, me acerca a ti...trato de que esta experiencia camine en medio del desierto sin que se deshidrate, porque he sentido esa sed de ti, y no me gusta a dónde me lleva, a delirios e impresiones de algo que no sucederá, hacerte propuestas descabelladas, sin sentido, al menos para los demás y no para mi. Quiero que existas en mi vida hasta el final y desde ahi cualquier evento que lo permita se mezcla en la imaginación y trabaja para estirar la realidad. Quiero que tengamos un hijo. Quiero que tengas un tatuaje como el mío. Quiero saber de ti, de tu toda...

jueves, 4 de diciembre de 2014

59


"...yo te pido que me entiendas, no se puede engañar al corazón, sabes, no siempre están de acuerdo la razón y la pasión, para vivir bebo de tu sangre, así no puedo sacrificarte sin que duela el corazón de sed..."

" eres de un túnel la salida, de una frase la caricia, el final sin un adiós..."

"...no me guardes rencor...fuí un ave que no supo volar...¡lucharé por la ilusión y cantaré esta canción de despedida pero sé, sabemos que no se puede engañar al corazón...


miércoles, 3 de diciembre de 2014

58

Estaba llegando al banco y al ubicar cajeros disponibles, miré hacia el mostrador. Automáticamente se me aceleró el pulso y me sobrevino una sensación intensa de miedo y sorpresa. Me acordé que cuando nos topamos, me dijiste que cambiaste de trabajo, así que supuse en una fracción de segundos que la persona detrás del mostrador con la cabeza agachada y concentrada en su trabajo, eras tu. Mantuve la mirada sobre su cabeza y mis dedos sobre la arteria, ya que el pulso extrañamente se frenó e intensifico mi flujo sanguíneo abruptamente. Al notar que no eras tu, lo lamenté y espere a calmarme, sonreí y seguí mi camino.

Creí que eras tu, quise que así lo fuera...

57

¿Recuerdas que te decía que al dormir no te daba la espalda, y que hacerlo significaba que necesitaba que me abrazaras por detrás? Sentir tu cobijo, tu protección, tu consuelo, tu amor tras de mi...

Anoche desperté con la sensación de tenerte así, de hecho la explicación que le doy es que desperté algo entumido de mis dolores habituales pero curiosamente, y entre sueños, pude sentir presión o apoyo en varias partes de mi cuerpo simultáneamente, como si un cuerpo me abrazara, tal como arriba te describo, como antes tu lo hacías. Antes de moverme, mantuve cerrados los ojos y me concentré en percibir el abrazo, te sentí en mis pies, en mis muslos, tras de mi espalda alta y en los brazos, especialmente sobre mi mano izquierda que reposaba cerca del pecho. Un cobijo completo, pleno, amoroso.

¿Fuiste tu? ¿me visitaste? 

martes, 2 de diciembre de 2014

56

He pensado en ti, como siempre. A veces termino escribiéndolo, atendiendo la necesidad de que lo sepas, que te haga eco, y que tal vez, en este mismo momento, tu también pienses en mi, insisto en creer que es tan fuerte la consecuencia de recordarte, de traerte a mi memoria o que simplemente aparezcas como un sentimiento automático e involuntario, perpetuo, que seguramente algo de esa energía cósmica, espiritual está sincronizada en un canal directo entre tu y yo. Me gusta la idea de volver en el tiempo y haber dejado plasmada tal creencia, de mantenerla y justificarla, salvándola y al mismo tiempo salvarme.

Hoy en mi pecho la misma sensación, como cuando pensaba que por la noche te vería, es curioso sentir lo mismo de pensar que "tal vez" te pueda encontrar como hace poco, sin esperarlo en medio de cualquier lugar. Antes era una certeza vernos y la emoción era acertada, hoy sentí la emoción de esperar verte pronto aunque ya es incierta. El sólo imaginar que te veré me alteró, y no logro comprender cómo puedes aparecerte en medio de mis horas, sin aviso ni predicción futura. Te extraño.


lunes, 1 de diciembre de 2014

55

No pude rastrear en qué año ella me escribió lo que abajo agrego, sé que fué en un noviembre, puedo intuir que tras un tiempo de comenzar a vivir juntos, por la forma de expresarse, siento mucha ilusión encaminada, no tan diluída como al final, donde esta se canalizaba hacia un destino separados, en donde la esperanza se acomodaba a un bienestar mutuo si, pero juntos no, además de expresar el miedo a exponerse a fin de lograr más, de crecer uno al lado de otro:

"...Hay ocasiones en las que me gustaría poder mirarte a los ojos y decirte tantas cosas, lo que siento por ti, lo que me haces sentir con tan solo verte, saber que estas conmigo… pero me detengo por el miedo que me da pensar en tu reacción, lo que me dirás, quizás es tonto porque me estoy adelantando a todo eso y estoy creándome una historia en la cabeza que tal vez no suceda.

No sé como expresar todo lo que siento por ti, ya son varias las ocasiones en que he tratado de hacerlo y no puedo me quedo helada y no se ni como comenzar, te miro y mis piernas tiemblan, me miras y me quedo sin aliento…

El estar contigo día a día me ha servido para crecer, no sé si sea demasiado rápido o no, lo único de lo que si estoy muy segura es que me encanta que haya sido contigo y quiero que sepas que no me arrepiento de nada de lo que he vivido a tu lado.

Hoy puedo decir que además de mi familia tu eres una persona muy importante en mi vida, indispensable y que no sabría como salir adelante teniéndote lejos, quiero estar contigo, necesito estar contigo, haces que mis días sean menos complicados, eres tu quien alegra mi mundo…

Cuando te conocí no imaginé todo lo que pasaría entre nosotros, lo único que sabia es que mi vida ya no iba a ser la misma… ahora cada vez que pienso en ti siento algo en mi estómago, al recordar cada beso, cada abrazo, cada caricia, cada noche que a tu lado pasé, cada día al despertar y verte ahí dormido a mi lado siento un cosquilleo que invade todo mi cuerpo y eres tú, solo tú quien me hace sentir todo eso y más, que no sabría como explicártelo porque las palabras quedan faltas.

Eres tu quien me ha enseñado a ver las cosas desde otro punto, tu apoyo me da la fuerza para seguir adelante, eres mi guía…

Me gustas mucho, te quiero demasiado, tanto que hasta me da miedo sentir todo esto, tenía mis dudas pero después de leer lo que me escribiste me doy cuenta que aunque sea te puedo hacer sentir algo y que ambos nos necesitamos, no sé si todo esto que sentimos sea por pura costumbre ya que prácticamente todo el tiempo estamos juntos o por el medio que sea platicando, o que sea amor…

 Sé que hay muchas cosas en las que no coincidimos, que no son como quisiéramos, o que yo no actúo como tu quisieras y que hay muchas cosas de mi que te molestan, pero ¿sabes algo? Qué aburrido seria si fuéramos iguales, creo que el ser y actuar diferente uno del otro es una de las cosas que hacen que una relación sea interesante, el conocerte y aceptarte tal y como eres, voy a ser sincera y te digo que también hay muchas cosas de ti que no me gustan, sin embargo, no importan porque así te conocí y así te quiero…

Te necesito y no sabes cuánto, no me gusta pensar en que todo lo que hemos vivido juntos se termine, no quiero que termine…tu eres la persona que alegra mis días, eres mi cielo, mi todo… y conociéndote sé que esto te sonara cursi pero así es…

Tal vez para cuando leas esto yo ya te lo habré dicho antes y no sé qué decisión hayas tomado para entonces, solo quiero que sepas que…

Te necesito… que te quiero mucho mas de lo que te puedas imaginar…"

___y yo te quiero a ti morenita, siempre lo haré___

54

En nuestros momentos que representaron el dolor más profundo brotar por nuestros poros, las noches podían terminar en llanto, discusiones, agresion e indiferencia mutua. Una de aquellas, fuimos a ver un artista que nos gusta por igual, el concierto de trova del que guardo un disco y fotos de cuando éramos novios y él mismo con puño y letra nos dá las bendiciones para nuestra relación. Recuerdo que en ese entonces no había escuchado las canciones del nuevo álbum por lo que, y a pesar de disfrutar parte de la velada (hasta que comenzamos a discutir), no recordaba el sentido o significado de lo que escuchaba. Más adelante, su música cobró vida en mis recuerdos...y actualmente sé que a ella también le hacen pensar en mi...

Esa noche, al llegar a mi casa con ella, después de dos botellas de vino, continuamos discutiendo y en alguna hora de la madrugada, la corrí, alterado de más por el alcohol y la frustración de no entendernos, quizás de sus reclamos válidos o mi estupidéz para continuar esos argumentos fallidos. Recuerdo que al ver que se iba la jalé para que no se fuera, se lo rogué y al final aceptó, hicimos el amor, nos hicimos el amor tan fuerte, tan desesperadamente como pocas veces antes, mezclando sentimientos y sensaciones ahora desentumidas del licor y sedientas de sudor. Hicimos el amor de otra forma...encontré lo que escribí al otro día y que le compartí, y que ella respondió, abajo dejo también sus palabras:

Mis percepciones y recuerdos:

"...Al despertar comencé a recordar poco a poco la madrugada, como un listado de acontecimientos desordenados entre sentimientos reales e imaginados que se acumularon en mí, con sus risas y sus lágrimas. Temblé de miedo, impaciente por escuchar tu versión de lo que apenas concebí como un mal sueño de los que te hacen despertar con el pecho oprimido, inconsolable, extrañado y sin el deseo de comprender por qué. 

El vino y las palabras que éste impulsó como balas que impactaban nuestros corazones, abrieron heridas nuevas, y heridas que por nuestra insana voluntad no atendimos en otros tiempos. Esperando intuir mejores experiencias futuras como regalo divino, nos convertimos en dos amantes que mirando el ocaso tras de sí mismos y un maltrecho camino que se pierde en el nuevo horizonte, intentan lavarse, curarse con rabia aquellos dolores incrustados en el alma, despreciándonos y cuidándonos a la vez, despertando juntos como hacía tiempo no sucedía. 

Un miedo entretejido con mis entrañas se apoderó de la poca cordura que la noche había dejado, miedo que se atrevió a perturbarnos hasta donde quisimos, hasta que tomamos la madrugada con tanta insensatez  que la marchitamos y la última energía que resplandecía en nuestros ojos, nos llenó y nos desahogó por instantes, hasta amanecer. Esa noche estuve con otra, esa noche eras tú pero fuiste diferente, tanto que no lo comprendo y tanto me gustó que mi intriga me llevará seguramente a tus brazos otra vez..."
  
 Sus percepciones y recuerdos:

"...Sigo sintiendo mi pecho oprimido, quiero decirte tantas cosas pero al mismo tiempo no se descifrar mis pensamientos, desde que nos separamos quise pensar que sería bueno, quise hacer que funcionara para mí, no he logrado nada de eso, me siento en una encrucijada, constantemente me invade la sensación de vacío, no logro sentirme a gusto en ningun lugar y en lo único que pienso es volver a estar contigo. 

Como por arte de magia llegas y te adueñas de mi pensamiento, ya bastante estropeado pero que al recordarte siente un poco de esperanza...No puedo con la idea de estar sin ti, lo escribo y se me eriza la piel, quiero estar cerca de ti.

Sé que es descabellado!, mis pensamientos y mis sentimientos no coinciden hasta que te vuelves presente...La ilusión llega y los sentimientos crecen, mi corazón entorpece tan solo de verte.

Esa noche mientras hablábamos, -tal vez sonará muy dramático- pero, pude ver sinceridad en lo que me decías como hacía mucho no, me pides perdón y realmente no tengo nada que perdonarte, ambos somos culpables de haber llegado hasta aquí, somos polos totalmente opuestos que se atraen, encuentro en ti lo que necesito y viceversa. Somos necios y nos gusta.  

Jamás me había sentido así, ya no sé encontrar el camino de regreso, pero ¡me emociona saber que volveré a verte!..."

¿Es atípico recordar pormenores de esa noche? ¿es extraño no recordar como fotografía o corporeidad lo que ví, pero si que esos pormenores sean emociones, sentimientos y todo lo intangible? Después de tomar tanto, después de amanecer, su huella me marcó y al día de hoy, lo puedo revivir.