lunes, 1 de diciembre de 2014

54

En nuestros momentos que representaron el dolor más profundo brotar por nuestros poros, las noches podían terminar en llanto, discusiones, agresion e indiferencia mutua. Una de aquellas, fuimos a ver un artista que nos gusta por igual, el concierto de trova del que guardo un disco y fotos de cuando éramos novios y él mismo con puño y letra nos dá las bendiciones para nuestra relación. Recuerdo que en ese entonces no había escuchado las canciones del nuevo álbum por lo que, y a pesar de disfrutar parte de la velada (hasta que comenzamos a discutir), no recordaba el sentido o significado de lo que escuchaba. Más adelante, su música cobró vida en mis recuerdos...y actualmente sé que a ella también le hacen pensar en mi...

Esa noche, al llegar a mi casa con ella, después de dos botellas de vino, continuamos discutiendo y en alguna hora de la madrugada, la corrí, alterado de más por el alcohol y la frustración de no entendernos, quizás de sus reclamos válidos o mi estupidéz para continuar esos argumentos fallidos. Recuerdo que al ver que se iba la jalé para que no se fuera, se lo rogué y al final aceptó, hicimos el amor, nos hicimos el amor tan fuerte, tan desesperadamente como pocas veces antes, mezclando sentimientos y sensaciones ahora desentumidas del licor y sedientas de sudor. Hicimos el amor de otra forma...encontré lo que escribí al otro día y que le compartí, y que ella respondió, abajo dejo también sus palabras:

Mis percepciones y recuerdos:

"...Al despertar comencé a recordar poco a poco la madrugada, como un listado de acontecimientos desordenados entre sentimientos reales e imaginados que se acumularon en mí, con sus risas y sus lágrimas. Temblé de miedo, impaciente por escuchar tu versión de lo que apenas concebí como un mal sueño de los que te hacen despertar con el pecho oprimido, inconsolable, extrañado y sin el deseo de comprender por qué. 

El vino y las palabras que éste impulsó como balas que impactaban nuestros corazones, abrieron heridas nuevas, y heridas que por nuestra insana voluntad no atendimos en otros tiempos. Esperando intuir mejores experiencias futuras como regalo divino, nos convertimos en dos amantes que mirando el ocaso tras de sí mismos y un maltrecho camino que se pierde en el nuevo horizonte, intentan lavarse, curarse con rabia aquellos dolores incrustados en el alma, despreciándonos y cuidándonos a la vez, despertando juntos como hacía tiempo no sucedía. 

Un miedo entretejido con mis entrañas se apoderó de la poca cordura que la noche había dejado, miedo que se atrevió a perturbarnos hasta donde quisimos, hasta que tomamos la madrugada con tanta insensatez  que la marchitamos y la última energía que resplandecía en nuestros ojos, nos llenó y nos desahogó por instantes, hasta amanecer. Esa noche estuve con otra, esa noche eras tú pero fuiste diferente, tanto que no lo comprendo y tanto me gustó que mi intriga me llevará seguramente a tus brazos otra vez..."
  
 Sus percepciones y recuerdos:

"...Sigo sintiendo mi pecho oprimido, quiero decirte tantas cosas pero al mismo tiempo no se descifrar mis pensamientos, desde que nos separamos quise pensar que sería bueno, quise hacer que funcionara para mí, no he logrado nada de eso, me siento en una encrucijada, constantemente me invade la sensación de vacío, no logro sentirme a gusto en ningun lugar y en lo único que pienso es volver a estar contigo. 

Como por arte de magia llegas y te adueñas de mi pensamiento, ya bastante estropeado pero que al recordarte siente un poco de esperanza...No puedo con la idea de estar sin ti, lo escribo y se me eriza la piel, quiero estar cerca de ti.

Sé que es descabellado!, mis pensamientos y mis sentimientos no coinciden hasta que te vuelves presente...La ilusión llega y los sentimientos crecen, mi corazón entorpece tan solo de verte.

Esa noche mientras hablábamos, -tal vez sonará muy dramático- pero, pude ver sinceridad en lo que me decías como hacía mucho no, me pides perdón y realmente no tengo nada que perdonarte, ambos somos culpables de haber llegado hasta aquí, somos polos totalmente opuestos que se atraen, encuentro en ti lo que necesito y viceversa. Somos necios y nos gusta.  

Jamás me había sentido así, ya no sé encontrar el camino de regreso, pero ¡me emociona saber que volveré a verte!..."

¿Es atípico recordar pormenores de esa noche? ¿es extraño no recordar como fotografía o corporeidad lo que ví, pero si que esos pormenores sean emociones, sentimientos y todo lo intangible? Después de tomar tanto, después de amanecer, su huella me marcó y al día de hoy, lo puedo revivir.



No hay comentarios:

Publicar un comentario