miércoles, 3 de diciembre de 2014

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¿Recuerdas que te decía que al dormir no te daba la espalda, y que hacerlo significaba que necesitaba que me abrazaras por detrás? Sentir tu cobijo, tu protección, tu consuelo, tu amor tras de mi...

Anoche desperté con la sensación de tenerte así, de hecho la explicación que le doy es que desperté algo entumido de mis dolores habituales pero curiosamente, y entre sueños, pude sentir presión o apoyo en varias partes de mi cuerpo simultáneamente, como si un cuerpo me abrazara, tal como arriba te describo, como antes tu lo hacías. Antes de moverme, mantuve cerrados los ojos y me concentré en percibir el abrazo, te sentí en mis pies, en mis muslos, tras de mi espalda alta y en los brazos, especialmente sobre mi mano izquierda que reposaba cerca del pecho. Un cobijo completo, pleno, amoroso.

¿Fuiste tu? ¿me visitaste? 

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