jueves, 25 de septiembre de 2014

19

Hoy por la madrugada la soñé, nuevamente esa sensación de que me escucha pero no me atiende. Al final de nuestros días, ella asumía esa postura a la que la orillé: a ignorarme, a despreciar mis palabras, a darme la espalda...soñé con algo que parecía ser ella, pero ese cuerpo femenino no le pertenecía y tengo miedo que desaparezca de mi, porque ella aún sin demostrarlo, era devota a mis besos, le rezaba a mi amor, se dedicaba a el, tal vez más que yo al mío y que ella al suyo, y ese sacrificio era en sí lo que importaba, lo que deseábamos.

He notado que guardo demasiados recuerdos, entre la música que escucho y los lugares que visito se ocultan, reaparecen y me toman por sorpresa, con gusto y con dolor, y siempre me tomo unos minutos para sentirlos, evocar cada detalle del tipo que genera expresiones involuntarias, fuertes y manifiestas.

Quisiera verla...

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