miércoles, 18 de febrero de 2015

142

Hola morenita de mi vida, escribo desde el fondo del sillón, sin pretender mucho, sólo quiero compartir contigo un momento más de los que se han acumulado en torno a ti, a tu recuerdo que me recuerda que vivo pensando en ti, quizás sea al revés, que vivo porque pensandote encuentro el pretexto ideal para respirar un día más, manteniendo a la espera esos besos y cariños y palabras y consuelos que tengo aquí dentro de mi.

Ya en algunas ocasiones te he pedido sentarnos a hablar de nosotros, pero ahora te resulta complicado, hasta pienso que te debe causar miedo confrontarte a la realidad incluso más que a las fantasías que sirven en muchas formas a que nuestra alma se tranquilice. En fin, no estoy en condiciones de pedir de más, ni creer que lo merezco, pero tengo la impresión, insisto, en que guardas cierta preocupación de lo que pueda pasar, no te debes a nadie pero tampoco quieres quedar a deberle a tu consciencia nada, es una tregua que sostienes contigo misma, en cambio yo, me mantengo en guerra constante, callando, haciendo lo que muchas veces he sentido opuesto, pero que reflejan al mismo tiempo que debo seguir por ese camino. Quiero decir que he notado que al plasmar mis deseos sin mesura, tiendo a caer en errores que no me convienen, por eso, ahora busco lograr mantenerme estable llevando mis decisiones a una dimensión más elaborada, mejor organizada, aunque sí, generalmente opuesta a mí.

Tu eres un tanto ajena a este proceso, aunque partícipe de las circunstancias que lo envuelve, te siento cada día sobre mis pasos, te deseo ver en cada esquina y en cada rostro, te respiro porque en tu perfume mi paraíso cobra nombre y forma, tu eres una elección contraria a mi deseo, porque pensé, porque pensamos que así estaríamos mejor...no lo sé, digamos que estamos diferentes, ni mejor ni peor, sólo estamos porque todo sigue su curso, y día tras día, despertamos con la creencia de que llegaremos juntos a un mismo destino, la tierra prometida de la esperanza, de la ilusión, de la fantasía.

Te extraño y no puedo evitar, contener ni lidiar con la emoción que me causa verte, aún en sueños e imaginaciones donde estás conmigo, en todos mis sentidos, causándome dolor y felicidad simultáneamente, una dependencia física, emocional que me provocó tu cuerpo, tu tacto, tu cariño, tu amor sincero. Estando en contra de mi mismo, te llevo adentro, y no planeo dejarte ir, aunque eso me contagie de un dolor por el resto de los días, quisiera que evolucione hacia un plano más ameno, sin embargo, te siento y tal como sea, lo procuro, no me importa nada más que eso, el no olvidarte, no perder mi fe, nunca más abandonarte. En siete años que nos mantuvimos juntos, hice tanto para separarnos, errores acumulados uno sobre otro que no me puedo perdonar, pero te juro que si debo pagar con tu ausencia siete años desde hoy, aquí estaré haciéndolo. No puedo comprender a dónde se fué este año que ha pasado desde que nos separamos, pero sí sé que me haces falta, y que cada día lejos de ti, me ha acercado más al infinito de desear que esto pase rápido, tan rápido o tan lento que haga de mi penitencia un recuerdo, como tantos.

Quiero olvidarte, pero necesito amarte, quiero saber tanto de ti como yo comprender la culpa que me envuelve por ser endeble, por no saberte proteger cuando lo necesitabas, perdóname morenita de mi vida, por ser cobarde, por dejarte partir, por no ser tu hombre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario