lunes, 9 de febrero de 2015

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Hay una bruma en esta tarde que avecina la noche con rapidez, dándole a los faroles un aspecto lúgubre mientras me acerco a ellos en mi trote casi cotidiano. La luz parece extraviarse en medio de todo, haciendo una oscuridad temprana que me invita a perderme en ella.

A veces quisiera encontrarte ahí, al dar la vuelta, correr a ti y besarte sin permiso, respirando tu disgusto o inhalando tu cariño...El viento del norte seca el sudor que transpiré en mi intento por salir adelante, contigo o sin ti, pero me doy cuenta que no puedo continuar sin tu boca.

El aire es frío, por lo que me reconforto al calor del ejercicio y de tus recuerdos que me invaden anticipándose a cualquier oportunidad de verte por casualidad cruzando mi camino. Voy hacia adelante pero siento que retrocedo paso a paso, que no llego a ningún lugar, porque eventualmente no estarás presente. Tu ausencia me pesa, tu ausencia me ancla, tu ausencia me priva de la vida que trato de llevar...¡te extraño tanto Ann!

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