martes, 17 de febrero de 2015

141

...necesito de tu sexo, del calor que emana nuestro cuerpo al evaporar el sudor que sin notarlo escurre y empapa las sábanas, trazando las huellas de esa pasión que no se extingue con el tiempo, al contrario, se aviva la llama en el consuelo nocturno por fantasear tus manos una y otra vez hasta quedar rendido, extasiado en el paraíso de verte aunque no estés conmigo...quiero escaparme contigo, sin buscar motivos ni esperar más consecuencias que el propio placer de habernos tenido después de estar guardados en el espacio que el camino nos destinó, pero que no aceptamos, que no quisimos, siendo los culpables y no sólo testigos, del gran amor que despertamos. Necesito hacerte el amor porque me consume esa idea en la tristeza de no merecer tal acto, un calor que, se escapa de mi capacidad para entenderte, para tener tu tacto, pero que no excluye percibirlo, mantenerte viva aunque por dentro mi alma muera lentamente.

Tu silencio me lastima, tanto que invento tus respuestas, y me voy colgando de imaginar las maneras en que terminaría besándote el ombligo y escurrir mis labios hasta tus muslos, caer a tus pies y arrodillarme ante ellos para que dispongas de mi cuerpo entero.



No hay comentarios:

Publicar un comentario