martes, 28 de octubre de 2014

37

Iba montado en el metro, no recuerdo que día del fin de semana era, pues consideré tomar unos días de vacaciones en el DF, visitar algunos amigos  y las inevitables fiestas, desvelos y obviamente amnecia que eso trae). Tenía la espalda recargada sobre la puerta cerrada y con mi cuerpo inclinado, anclaba mis pies al piso para no caerme entre los movimientos del vagón, me sentía cómodo y despreocupado (algo raro cuando viajo por ese medio), cuando de repente se me vino a la mente una canción más de las que conforman la lista dedicada a ella.

"...fué muy poco el tiempo, los dos nos quedamos con ganas de amor, nunca supimos bien que fué lo que nos separó, a quién culpar, ha sido tu y yo o algo que está de más...no importa que el sol se muera yo siempre estaré pensando en ti, si la luna llora por amor, yo lloraré con ella por ti...ya no me queda mas que recordar, fotografías que no puedo escuchar. solo en tus cartas veo alguna ilusión que por mal deseo nunca se cumplió..."

Tan de acuerdo con esa canción que cuando me dí cuenta de lo que significaba, la comencé a cantar de nuevo, esta vez con más entonación y volumen, el ruido de fondo del túnel y las llantas o la gente, no sé, me permitieron darle énfasis a lo que mediaba entre mi emoción y mi tristeza de hallar otra canción para ella, de cantarle y que no me escuche, como los demás.




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