Ayer por la noche evité las trabas que normalmente pongo a tu recuerdo para acercarme a esa curiosidad que termina al echarle un viztazo a nuestras fotos. ¡No lo negaré!, se siente bien hacerlo, he pensado en ti y las imágenes complementan la fantasía que recreo, el pasado que traigo a mi presente y convierto en una realidad. ¿podrías creer que no vale la pena? cuando se me acelera el pulso y se detiene súbitamente recordándome que tengo un corazón latiendo dentro de mi, estoy seguro que vale la pena cada fracción de arrepentimiento que siento al frustrarme cuando despierto. Que si bien, esa parte de mi cuerpo se ocupa de guardarte, de sentirte, de amarte días completos, no aleja nuevos sentimientos, sólo alimentan mi capacidad de amar el aire que respiro y el mar y su arena que mis pies tocan al atardecer, las lunas que puedo mirar y el horizonte que se dibuja en la silueta de mis noches.
Eres mi forma de expresarle al mundo que existo, porque me haces sentir vivo, con ganas de continuar...
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