miércoles, 3 de junio de 2015

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Hoy tuve la necesidad de sentirte cerca, mientras el camino sin luz que relata mi esperanza por tenernos como antes, se achica por cuánto extraño de ti en mi, esa composición mujer compleja y distante que me arrebata el aliento y conspira con enorme sigilo para retener esa emoción hasta que se consuma en el fuego de mis caricias tuyas siempre.

Imaginar los momentos que hermosos pasamos, reviven y golpean la piel, los labios y sobre los muslos, haciendo cosquillas cerca del cuello y distantes hasta la punta de los pies como un rayo que atraviesa mi cuerpo y desemboca en pasiones y sobresaltos impacientes porque te extraño a muerte, mientras en vida recupero algo de ese amor que veo disiparse en el aire, entre mis tuyas manos.

Siento tu mirada desde el fondo de mi ser, contemplando un final que sabe a principio, y en la eterna negación que el dolor infunde cuando al despertar no estás aquí. Porque te añoro, te imploro y te materializo con la arena del mar que observo ir y regresar, y entre las estrellas tu silueta enmarco como tu rostro fundido entre las almohadas que serenidad nos dieron y del loco placer que sospechosas guardan.

-Una hermosa manera de describir que mi adicción a ti me sigue enloqueciendo...

Acaparo el deseo de besarte, que me escribas y describas, de esa atención espléndida y cómplice, siendo terriblemente honesto, encierro también un miedo a que te alejes, y elijo engañarme que padecerte en lejanía, aún como amiga o lo que representas en mi y lo que me das...existe el consuelo en las palabras que sueltas en el camino como migajas que recolecto sin importar perder el rumbo, sin importar perder el horizonte mirando al suelo.

Un día, después de años transcurridos, volveré a ti, y  te preguntaré si alguna vez pudiste olvidarte de mi...porque al despertar y tras dormir, entiendo que de mis pensamientos ocupas un lugar importante, y de mis angustias eres la mayor, a veces te controlo, a veces vengo aquí a escribirlo, es una lucha constante el no querer importunar con mi boca tus mejores tiempos, no pienses jamás que eres un pensamiento débil, porque hablarte es justamente mi debilidad por ti...


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