viernes, 22 de agosto de 2014

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¿Nuestro amor?

Atípico, nuestras vivencias son únicas en un sentido general de la experiencia, es decir, afianzamos la comprensión del mundo desde el centro de nuestros sentidos y desde ahí creemos que todo puede ser tal cual. Si le damos un significado, un símbolo al amor, entonces representa algo único e irrepetible. Teniendo esto en mente, es fácil menospreciar la expresión de mis sentimientos más profundos sobre ella y dejarlos pasar a través de mi, elevarlos como un nube para dejarlos suspendidos y de al tiempo, desatar la tormenta, nubes grises cargadas de lluvia tibia a veces, fría en otras ocasiones, nubes eléctricas que descargan sensaciones sobre mi, de ella. La analogía encaja pues a veces recordarla me pone a temblar..."la lluvia fría de sus recuerdos me hace temblar de emoción..."

Pero no menosprecio nada en realidad, al contrario, me dejo llevar por ella, por nuestras memorias y les otorgo el certificado de autenticidad, de validez y de vigencia. Piensen en esos tres adjetivos: la autenticidad es decir que algo no es falso, pero no necesariamente sería válido para uno mismo, entonces que tenga validez representa que para el sistema de valores y leyes que rigen mi mundo, significa que existe de manera correcta y que tiene aplicabilidad hoy y mañana. El tercer adjetivo es relativo al segundo, y pone énfasis a que no caducará a menos que cambie el sistema que le da certidumbre, fundamentado en la jurisprudencia de nuestra pasión. Como cambiar el gobierno en países en crisis, pienso que primero habría sangre y dolor y que tendría que haber una lobotomía atómica antes de pensar en una transformación gradual hacia un...no sé como llamarle, es más, me niego a creer que pasará algún día, mejor ni le etiqueto.

Es atípico en parte por sobrepasar mis límites, capacidades, aspiraciones y deseos, una experiencia trágica si, y de la misma magnitud única, bella y entrañable. Extraña si para otros,  caótica, universal para nosotros.

 Alquímico, es darle propiedades esotéricas a lo suyo mezcladas con clases de química avanzada y lo último en tecnología genética, el resultado: la inserción a mi ADN de moléculas que a nivel físico le causan cambios orgánicos al cuerpo, por ejemplo, causa la liberación de neurotransmisores y de ahí partiremos a una lista larga de síntomas difíciles de encuadrar en un diagnóstico coherente, obviamente no hay píldoras que logren suprimir una u otra "incomodidad". Aún si existiera algún tratamiento, pienso que me causaría más daño que el padecimiento mismo. Es crónico, incurable y quizás algo degenerativo, así que diariamente aprendo a vivir con él. ¿Calidad de vida? me gusta tomar severas dosis de mezcal, cerveza o vino tinto para sobrellevarla, aunque sea trillado el tema de la depresión y su comorbidad con el alcohol para quienes no son alcohólicos, es un hecho frecuente en mi recibir el cobijo de la ebriedad...

El tema de la alquimia es en sí una explicación pseudo científica de un fenómeno natural sin orden lógico, como cuando hablan de agujeros negros que justifican su existencia con leyes dictadas por el hombre de lo observable, y más o menos funciona. Así mismo, tengo una manera de darle sentido de origen, curso y destino a lo que normalmente halla explicación en lo divino si bien le va.

 Adictivo, es un adjetivo en el que asumir una posición activa frente a la adicción significa comprensión, aceptación y más o menos, regulación de los efectos de ser adicto a la sustancia consumida. En nuestro caso, varias sustancias con diferentes efectos, nivel de duración de los mismos, capacidad de absorción, entre otros factores. Algunas son opuestas en cuanto a lo que causan pero igualmente necesarias para neutralizarme, para dejarme estable cuando mi necesidad de recurrir a sus recuerdos aflora intempestivamente. Soy adicto a pensarla, a revivirla en mi, y necesito de su droga para estar de pie. Hace un par de meses, estaba en tratamiento psiquiátrico que acentuó mi depresión y literalmente no quería levantarme de la cama, al dormir quería no despertar y al despertar quería que ya acabase el día para mantenerme en el mundo onírico. Ahora veo que sólo ahí la angustia de vivir sin ella no se manifiesta, al contrario, cuando la sueño, son temas eróticos a veces, otros son como de resignación, la contemplo, hablamos y ya...

Haré un paréntesis a la adjetivación de este amor, porque recordé aquella última tarde que nos vimos, la tarde de la despedida...se me vino a la mente que lloré mucho, como fuera de quicio, como pocas veces, casi nunca lloro de hecho, es una cosa automática porque no es que no me agrade el tema...simplemente no lloro y ya. En otros intentos fallidos de decirnos adiós, había pasado lo mismo, llorar juntos desconsoladamente, solo que ahora ella lloró menos y pienso en ello como el indicio de que había secado la fuente de sus lágrimas mucho tiempo atrás, lágrimas que yo le provoqué y por las que siento culpa, una culpa atenuada, ya adormecida e indiferente. Decir que pude hacerla más feliz en vez de dañarla, sería cargar con toda la culpa y en nuestra relación, estábamos perfectamente enterados de los defectos psicológicos que nos mantuvieron en una estabilidad orgullosa de estarlo pero consciente de que tarde o temprano caería y sería doloroso. En aquellas despedidas indeseadas, llorábamos y hacíamos el amor después o al mismo tiempo, es algo hermoso, tristemente no era lágrimas de alegría, nunca lo fueron. Esa tarde lloré sin que me importara si era correcto o no, y si era capaz de evitar la separación preprogramada semanas atrás. La decisión era por los dos, por nuestra felicidad aunque significara estar lejos. Hay canciones al respecto, y puedo decir que son odiosamente correctas...si quieren sintetizar esto pueden decir que cuando dos personas que no supieron superar los obstáculos, pero que a su modo especial se amaron y llenaron de esperanza un saco que cargaban en todo momento, se saben dañados y el dolor es tan agudo que prefieren separar sus caminos por instinto de supervivencia. Lo contrario sería caminar juntos al desfiladero, al abismo y morir en la caída, ahogados, quien sabe cómo...

 Eufórico, que pretende decir que cualquier emoción de, por, para, con y a través de ella que me causa tenerla en mi, es técnicamente un efecto potenciador de todo. Les dejo la definición que hallé en wiki:

-- "La euforia (del antiguo griego εὐφορία, que significa "fuerza para soportar"[1] [2] ) está   medicamente reconocida como un estado mental y emocional en la que una persona experimenta sentimientos intensos de bienestar, felicidad, excitación y júbilo.[3] Técnicamente la euforia puede considerarse como un afecto,[4] pero coloquialmente es usado para definir la emoción como un estado intenso de felicidad trascendente con una sensación inmensa de satisfacción.

El uso más habitual del concepto, de todos modos, está asociado a la sensación de bienestar. La euforia puede alcanzarse gracias a una gran alegría, una emoción positiva o, incluso, mediante la toma de algún tipo de droga o medicamento. Por supuesto, la euforia inducida por químicos tiene efectos colaterales y generalmente no resulta positiva para el sujeto. La euforia injustificada o inducida por fármacos como los antidepresivos, puede o suele ser un síntoma característico de un episodio maníaco o hipomaníaco en personas que padecen trastorno bipolar, un trastorno psiquiátrico englobado dentro de los desórdenes del estado de ánimo".

El último párrafo, es increíblemente acertado si pienso en ella como la droga que me altera y me pone eufórico eventualmente. Mantener ese estado me causa episodios donde mi estado de ánimo está al máximo y me controla, dejo de pensar y comienzo a buscarla en mi, a escarbar en los recuerdos, a buscar fotos suyas que guardo celosamente.

Debo confesar algo, puede que explique gran parte de mi comportamiento frente a todo este asunto. Desde hace dos años fui diagnosticado con TBP "Trastorno Bipolar de la Personalidad", si quieren saber lo que es, necesitan meterse con paja psiquiátrica, aunque lo más importante en la praxis es aprender a identificar patrones de conducta bajo ciertos estados de ánimo y que esto es crucial para no cagar más la vida con problemas inexistentes fuera de mi propia mente. Piensen en este padecimiento como dos facetas de una misma persona que se estorban una a la otra. Tener mucha vibra positiva que impulsa tu vida, y después (no sé cuándo pueda pasar ya que varía) llega una obscuridad que te aplasta y deja tirado, y tu sólo arrastrándote para no morir y no en sentido figurado. La depresión es crónica cuando existe en tu vida más de un año, aunque sea intermitente y desde adolescente la había padecido, o tal vez mal diagnosticada porque no era la parte triste de ser bipolar, depresión y punto.


Instantáneo, pues no hay nada tan evidente que los pensamiento que se mezclan en cada minuto de mis días, sin control ni orden, estás y te vuelves instantánea, corpórea.

 Violento, como el amor y su pasión incrementaron los ratos de agresión en todos sentidos, de algunos recuerdo malos ratos, de otros, una sensación de mantener a la fuerza la sensación de poseernos bien y mal simultáneamente, eres una emoción volátil, aérea, impensable.

 Inmenso, tanto que me abarca, me desborda, me cohibe, me desboca, tan inmedible, tan profundo y alto, tan creciente y nada estático.

Voluble, volubles fuimos, pero así no moriremos, callados, insensibles, mustios, cerrados, cohibidos.

Mágico...no necesita más declaraciones.

Narcótico, eres sustancia en mi, adictiva altamente, sedante, psicotrópica, anticonvulsiva, himnótica, psicoactiva, eres dependencia líquida, sólida y gaseosa.

Aromático, porque recordarte es tener tu aroma en mi nuevamente, y percibir el sutil efecto de tenerte sobre mi, alrededor y en cualquier momento.

Utópico...como mágico, no necesita más declaraciones: salido de la realidad y contexto social.

Magnífico, Caótico, Apasionado, Tímido...

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