iba en el asiento trasero del coche cuando por casualidad y sin tener la intención, ví tu restaurante, que curiosamente está justo en la calle siguiente de donde estoy viviendo. Ya me habías mencionado la calle pero lo había pasado por alto, aunque el nombre no lo olvidé...
Es tentador pasar a comprar algo de comer un día de estos, saludar a tu mamá, quien trae a Veracruz su sazón de pueblo, quizás ver a tu hermano menor y en general, disfrutar un logro más en tu vida.
Pensando que si estuvieras conmigo, no existiría tal lugar, considero que desde nuestra separación algunas cosas han mejorado en ti...me alegra casi del mismo modo que me entristece, esa carencia de motivación, de valor...
Estoy feliz por ti pero triste por los dos...
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