jueves, 23 de junio de 2016

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Desde hacía tiempo no soñaba con ella, o bueno, tal vez si pero no quise recordarlo. A veces me levanto sospechando que así fue, pero mi intención después de que me dijo que no tenía sentido que habláramos nuevamente, ha mermado el deseo de mantener (mientras se pueda) el gusto de evocarla.

En fin, el sueño comenzó en que mi familia y yo salimos de viaje a un lugar familiar y cercano, parecía un paseo convencional, hasta que en algún momento, estábamos en la casa de sus papás, allá en el rancho. Recuerdo que sentía cierta prisa por irme de ahi, pues no quería topármela. Entendí en ese momento que había salido con su pareja y que no tardaba en volver.

Mi hijo jugaba cerca de algunos miembros de su familia, yo le decía a mi esposa que nos teníamos que ir a comer, y aún apresurando el paso, y tratando de disimular, observé cómo llegaron en una camioneta verde. ¡ni modo! Me quedé esperando a que bajaran para saludarlos. De ella no recuerdo el saludo pero él se me acercó y me saludó con cierto desdén que ignoré en mi afán de asimilar el momento incómodo. Todo giraba en torno a mi hijo que torpemente daba sus primeros pasos entre ellos mientras la tarde llegaba a su fin...

Ahi terminó el sueño, y la sensación de haberla visto fue tranquilizadora, calmante, amable, sutil...me sentí bien y contento. Hay aspectos que olvidé sobre mis sentimientos, sin embargo, la ansiedad antes de estar ahi y la tranquilidad posterior a verla junto con su familia, en su tierra natal (un lugar que me gustaba visitar), fueron dos sensaciones importantes que, en balanza, me dejaron bien y con ganas de reconciliarme con ella.

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