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Sigo pensando en ti, sin quererlo, sin buscarlo, y me doy cuenta de que necesito esa sensación en mi cuando creo que mi mundo se derrumba. Tus recuerdos alteran mi química, me adorcemeces, me aceleras al mismo tiempo que me apaciguas y eso me encanta porque te mantienes viva dentro de mi.

Aunque ya no es tan doloroso ese momento, es incómodo despertar de mi fantasía instantáneamente y reparar en las causas de que no estés ahí, de que estemos lejos, guardando distancia por precaución, por miedo, por quién sabe qué más.

Necesito quedarme contigo un poco más, una eternidad más, no voy a llorar ni a romper el espejo de nuestros defectos, saber que pasaría es un consuelo que ahora me abraza antes de dormir y que no me tranquiliza. Las cicatrices esconden el amor que no terminó de sanar, sigue vivo dentro, muy adentro sangra nuestra lejanía, nuestra triste decisión.