Caminábamos, ibamos en grupo sin rumbo conocido, iba a lado platicando, gustosos ambos, entramos a un restaurante de comida rapida donde probamos unas enfrojoladas hechas con tortillas de maíz amarillo, muy ricas, los frijoles eran licuados y sazonados. El que las sirvió al parecer quería contigo, por la manera en que buscaba tu mirada.
Después no recuerdo como llegamos a otro lugar, estabamos en una cama, creo que era tuya...ya olvidé el tema e intencón de estar ahí. Platicábamos, tranquilos y pausados, disfrutando.
No quiero pensar que esos lapsos de sueño breve quedan incompletos, sino que forman parte de un rompecabezas que poco a poco iré armando, dándole forma a mis deseos y materializando la felicidad de tenerte en mi para siempre.
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