Esa noche, al llegar a mi casa con ella, después de dos botellas de vino, continuamos discutiendo y en alguna hora de la madrugada, la corrí, alterado de más por el alcohol y la frustración de no entendernos, quizás de sus reclamos válidos o mi estupidéz para continuar esos argumentos fallidos. Recuerdo que al ver que se iba la jalé para que no se fuera, se lo rogué y al final aceptó, hicimos el amor, nos hicimos el amor tan fuerte, tan desesperadamente como pocas veces antes, mezclando sentimientos y sensaciones ahora desentumidas del licor y sedientas de sudor. Hicimos el amor de otra forma...encontré lo que escribí al otro día y que le compartí, y que ella respondió, abajo dejo también sus palabras:
Mis percepciones y recuerdos:
"...Al despertar
comencé a recordar poco a poco la madrugada, como un listado de acontecimientos
desordenados entre sentimientos reales e imaginados que se acumularon en mí,
con sus risas y sus lágrimas. Temblé de miedo, impaciente por escuchar tu
versión de lo que apenas concebí como un mal sueño de los que te hacen
despertar con el pecho oprimido, inconsolable, extrañado y sin el deseo de
comprender por qué.
El vino y las
palabras que éste impulsó como balas que impactaban nuestros corazones,
abrieron heridas nuevas, y heridas que por nuestra insana voluntad no atendimos
en otros tiempos. Esperando intuir mejores experiencias futuras como regalo
divino, nos convertimos en dos amantes que mirando el ocaso tras de sí mismos y
un maltrecho camino que se pierde en el nuevo horizonte, intentan lavarse,
curarse con rabia aquellos dolores incrustados en el alma, despreciándonos y
cuidándonos a la vez, despertando juntos como hacía tiempo no sucedía.
Un miedo entretejido con mis entrañas se apoderó de la poca cordura que la
noche había dejado, miedo que se atrevió a perturbarnos hasta donde quisimos,
hasta que tomamos la madrugada con tanta insensatez que la marchitamos y la última energía que
resplandecía en nuestros ojos, nos llenó y nos desahogó por instantes, hasta
amanecer. Esa noche estuve con otra, esa noche eras tú pero fuiste diferente,
tanto que no lo comprendo y tanto me gustó que mi intriga me llevará
seguramente a tus brazos otra vez..."
Sus percepciones y recuerdos:
"...Sigo sintiendo mi pecho oprimido, quiero decirte tantas cosas
pero al mismo tiempo no se descifrar mis pensamientos, desde que nos separamos
quise pensar que sería bueno, quise hacer que funcionara para mí, no he logrado
nada de eso, me siento en una encrucijada, constantemente me invade la
sensación de vacío, no logro sentirme a gusto en ningun lugar y en lo único que
pienso es volver a estar contigo.
Como por arte de magia llegas y te adueñas de mi pensamiento, ya
bastante estropeado pero que al recordarte siente un poco de esperanza...No puedo con la idea de estar sin ti, lo escribo y se me eriza la
piel, quiero estar cerca de ti.
Sé que es descabellado!, mis pensamientos y mis sentimientos no
coinciden hasta que te vuelves presente...La ilusión llega y los sentimientos crecen, mi corazón entorpece
tan solo de verte.
Esa noche mientras hablábamos, -tal vez sonará muy dramático- pero,
pude ver sinceridad en lo que me decías como hacía mucho no, me pides perdón y
realmente no tengo nada que perdonarte, ambos somos culpables de haber llegado
hasta aquí, somos polos totalmente opuestos que se atraen, encuentro en ti lo
que necesito y viceversa. Somos necios y nos gusta.
Jamás me había sentido así, ya no sé encontrar el camino de
regreso, pero ¡me emociona saber que volveré a verte!..."
¿Es atípico recordar pormenores de esa noche? ¿es extraño no recordar como fotografía o corporeidad lo que ví, pero si que esos pormenores sean emociones, sentimientos y todo lo intangible? Después de tomar tanto, después de amanecer, su huella me marcó y al día de hoy, lo puedo revivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario